Por desgracia las cifras de nuevos casos de coronavirus Covid19 en la Comunidad de Madrid no son nada tranquilizadoras., más de 1,500 nuevos diagnósticos a la semana, varios brotes activos, etc. De los datos que suministra la Consejería de Sanidad se deduce que sigue habiendo casos nuevos cuya fuente de contagio no es detectada y ello supone que el virus continúa circulando sin control por la región. Por otro lado la hipótesis de que el calor produciría un control transitorio de la pandemia no se está comprobando, aunque es obvio que no sabemos que habría sucedido de continuar con bajas temperaturas, y es obvio que pese a las informaciones que continuamente aparecen en los medios no hay ninguna seguridad de que van a estar disponibles medicamentos curativos y/o vacunas en el corto o medio plazo.
No se han renovado 3.665 contratos, lo que ha debilitado aún más la ya debilitada Sanidad Pública de la región necesitada
En esta situación tan preocupante ¿Cómo se prepara la Comunidad para un rebrote? Pues siguiendo su tónica habitual, recortando en la Sanidad Pública y favoreciendo los negocios privados. De entrada, no ha mantenido los contratos que se realizaron durante la pandemia a pesar de los acuerdos con los sindicatos, no se renovaron 3.665 contratos, lo que ha debilitado aún más la ya debilitada Sanidad Pública de la región necesitada, ahora más que nunca de refuerzos significativos de personal, y por si fuera poco ahora con la excusa del verano cierran más de 1.300 camas en los hospitales públicos de la región, lo que obviamente disminuye la capacidad de respuesta, pero además supone el posponer la recuperación de las tremendas listas de espera agravadas con la Covid19.
Por si fuera poco se disminuyen los horarios de más centros de salud con lo que se dificulta la accesibilidad de la población a los mismos y sus potenciales labores de detección y rastreo de los nuevos casos y sus contactos. Todo ello en una Atención Primaria (AP) como la madrileña postergada y castigada especialmente por los recortes (recuérdese, Madrid es la comunidad autónoma que menor porcentaje de los presupuestos sanitarios públicos dedica a la AP y la que mantiene mayor número de personas asignadas por profesionales de enfermería, pediatría, etc, de hecho más del 50% de los profesionales de medicina de familia con más de 2.000 Tarjetas Sanitarias individuales de todo el país están en Madrid).
Por supuesto, en las residencias de mayores, ningún cambio, a pesar de las resoluciones judiciales, de las llamadas y denuncias de ayuntamientos y familiares de usuarios, porque el negocio, como el espectáculo, y de eso si que sabe IDA… deben de continuar.
Se me olvidaba, mientras tanto la Comunidad dedica 50 millones de €, al menos, a la construcción de un innecesario hospital monográfico sobre enfermedades infecciosas en Valdebebas, mientras no se recuperan las camas que se cerraron en los hospitales de gestión tradicional (1007 entre 2014 y 2018), ni se abren las camas por abrir en los famosos hospitales modulares inaugurados por Esperanza Aguirre, ni se acondiciona el antiguo hospital de Puerta de Hierro, cada vez más deteriorado, porque lo que da dinero, evidentemente a los contratistas, aunque no mejore la situación, es abrir, mantener y luego cerrar un hospital como se hizo en el caso del IFEMA. Todo un despropósito.
Hay que hacer otras cosas distintas, y con cierta celeridad porque el previsible rebrote del otoño no deja demasiado margen: aumentar significativamente el personal de los centros sanitarios públicos, especialmente en enfermería, reflotar la Atención primaria y la Salud Pública garantizándolas recursos humanos suficientes, recuperar las camas hospitalarias cerradas en los centros públicos y realizar planes para atender las ingentes listas de espera incrementadas durante la pandemia porque la morbilidad y la mortalidad mayoritariamente no se producen por el covid19 sino por otras causas cuya atención ha sido postergada durante la pandemia. Y probablemente imponer el uso obligatorio de mascarillas como han hecho otras comunidades autónomas a más de garantizar unas condiciones de seguridad en el transporte público que eviten el hacinamiento y los contagios. En fin, dedicarse a solucionar los problemas que son de su competencia, que hasta hora no lo ha hecho. La ciudadanía de la Comunidad de Madrid necesita soluciones y no más gestos sobreactuados. Todo ello parece que va ser difícil de conseguir con este Gobierno, de todas maneras desde la ciudadanía y los trabajadores de la sanidad tenemos que exigirlo.