viernes. 29.03.2024
ayus
Foto de archivo EFE

Algunos pensaran que estas líneas llegan tarde, a esos, los que llegáis tarde sois vosotros si os enteráis ahora de que nos la pegan, otros pensareis que es una opinión más de otro maldito comunista enfadado por las elecciones, a esos, rebatirme algún dato si podéis, a los demás, buenas, vamos a seguir dando cera a esta panda de corruptos mercaderes de la salud con una buena dosis de datos.

El Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama de Osakidetza cumplía 25 años el 29 de noviembre de 2020. En ese tiempo se han realizado más de 2 millones de mamografías, se han llegado a detectar en Euskadi más de 10.300 cánceres, en su mayoría en estadios precoces.

En la capital, la locomotora de España, el reino de la libertad, las cañas, los toros, la Púnica, la Gürtel, las sedes pagadas con dinero negro, y demás mamandurrias y corruptelas de los populares, no llega el mismo programa ni al 50% de las mujeres. Por si fuera poco, ajenas a dicho programa, en el Hospital Sureste de Aranjuez, por poner un ejemplo, una mujer estaría de uno a dos años de espera para una ecografía o  mamografía, este es el tiempo que deben esperar las casi 200.000 personas adscritas al área asistencial del Hospital del Sureste, gracias, votantes del PP, gracias por su apoyo a la hostelería a la que no se le dan ayudas directas de ningún tipo,  espero que en esos bares que frecuentan, dispongan de oncólogos nivel Premium, a ser posible con contratos dignos, no como los camareros que echan más horas que un reloj, con dos horas apuntadas en nómina, el día que Yolanda Díaz meta mano a la hostelería, las 1 de cada 3 inspecciones con fraude detectadas en el campo, van a sonar a risa.

La Fundación Jiménez Díaz se ha hecho con 75.889 pacientes de otros hospitales en el año 2019. Esto supone cientos de millones de euros, elevando así la deuda pública a costa de la colaboración público-privada

Recientemente he colaborado, poco y discretamente, todo hay que decirlo, en la campaña de “Cuida Madrid”, donde se exponían varios datos que ponían al foro en la cola de la lista en inversión sanitaria, educacional, y varios asuntos en donde no quiero entrar para no empezar a bufar de mala leche. Expuse una comparación, 35 días de media en País Vasco para que te atienda el ginecólogo frente a los 145 días que tarda en abrirte la puerta el mismo especialista en el Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, pues aun con estos datos de mierda, en la ciudad del bocata de calamares con las urgencias en atención primaria cerradas a cal y canto desde hace más de un año, sorprendentemente, la media en las listas de espera de Madrid es una de las mas bajas de España.

¡Quietas, quietos!, que todo tiene truco, los de los sobres y papeles con nombres resaltados en amarillo fosforito, lo tienen todo estudiado para manipular los datos.

El truco del almendruco, me lo revela una experta en la materia, ha decidido mantenerse en el anonimato, pero puedo asegurarles que sabe bien de lo que habla.

¿Qué hace la comunity manager de Pecas para no estar en el top ten de las listas de espera?, pues resulta que los de la gaviota no ponen el crono a funcionar desde que pides la primera cita, pulsan el botón cuando el trámite sale de admisión del hospital, es decir, el tiempo que transcurre desde que les llaman desde el “call center” y sin saber realmente el tiempo de espera real, y no desde que ustedes solicitan la cita, añadiendo que este, aprovecha para redirigirles sin consultarles a centros y hospitales privados, pero concertados con el SERMAS, lo de la “libre elección” tampoco se estila en la sanidad.

Y así, por ejemplo, la Fundación Jiménez Díaz se ha hecho con 75.889 pacientes de otros hospitales en el año 2019. Esto supone cientos de millones de euros, elevando así la deuda pública a costa de la colaboración público-privada.

Parece ser que a una mayoría de madrileñas y madrileños les importa todo esto más bien poco mientras tengan terracitas a tutiplén y toros en Telemadrid, porque como todas y todos sabemos, de ese 70% de obreros mileuristas que componen el foro, más de la mitad, los que se hacen llamar “clase media” porque cuando compran en Amazon le traen la comprita a casa, tienen seguro privado, sí, y yo estoy a dos artículos del Pulitzer no te jode, imagino que a estos aspiracionales, en el bar de debajo de su casa hipotecada a 40 años como cualquier ciudadano de a pie, además de un oncólogo, tendrán también un ginecólogo.

Del año 2011 al 2018, Madrid ha desembolsado en el Plan Integral de Listas de Espera la friolera de 355.880.526 euros, ojo, más de 355 millones de pavos

¿Quién se ha llevado esa pasta?

Clínicas privadas y jefes de servicio que acuerdan pactos de gestión para, “presuntamente”, disminuir esas listas de espera que ni con esas somos capaces de bajar, sintiendo ser duro en la despedida, esto habrá costado la vida a más de una mujer a la que no le fue detectado a tiempo un tumor. Tienen dos años por delante para contar estas cositas a sus cuñados, si es que antes no han terminado con lo poco que queda de nuestra tan preciada sanidad pública.

Las triquiñuelas de las listas de espera en sanidad, o cómo Ayuso te la pega