CaixaBank celebra este viernes en Valencia su junta general ordinaria de accionistas, la primera tras su fusión con Bankia, que estará marcada por la negociación del ERE con los sindicatos y la polémica por el sueldo del nuevo presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri.
La junta tendrá lugar en el Palacio de Congresos de Valencia a partir de las 11:00 horas, aunque CaixaBank ha recomendado a los accionistas la participación telemática debido a la pandemia de coronavirus.
La junta llega en plena negociación del expediente de regulación de empleo para 8.300 empleados que ha presentado el banco tras su fusión con Bankia.
Los sindicatos aprovecharán el acto para pedir tanto a la Fundación Bancaria La Caixa, que controla el 30% de la nueva CaixaBank, como al Estado, que a través del FROB ostenta el 16% del capital, que se opongan abiertamente a este ajuste de plantilla que ven "salvaje e injustificado".
Goirigolzarri, de cobrar 500.000 euros a 1,67 millones
Uno de los puntos que se someterán mañana a votación de la junta es la aprobación de la modificación de la política de remuneraciones de los consejeros, lo que permitiría a José Ignacio Goirigolzarri percibir una remuneración fija anual de 1,65 millones de euros, el triple de la que tenía como presidente de Bankia.
A esta cifra puede sumar una retribución variable de hasta 200.000 euros en caso de cumplir objetivos y tendrá un incentivo a largo plazo, también de carácter variable y materializado en acciones de la entidad durante distintos ejercicios a partir de 2025, que solo percibirá si se cumplen las metas fijadas por la entidad.
Como presidente de la nacionalizada Bankia, Goirigolzarri cobró 500.000 euros en 2020 y renunció a la parte variable de su sueldo.
El nuevo texto no incorpora novedades significativas en la retribución del consejero delegado, Gonzalo Gortázar, que recibirá un sueldo fijo en metálico de 2,26 millones de euros, ni en la del resto de consejeros.
La aprobación de las nuevas remuneraciones del consejo viene precedida de polémica, después de que la ministra de Asuntos Económicos y vicepresidenta segunda del Gobierno, Nadia Calviño, mostrara abiertamente su "preocupación" por los elevados salarios de los ejecutivos de banca y calificara de "inaceptables los altos sueldos y los bonus pagados a directivos".
Los sindicatos han pedido también a la Fundación y al FROB que voten en contra de esta propuesta.
