viernes. 19.04.2024
ayuntamiento villava

Como en el “Día de la marmota” repito sabiendo que desde las alturas nadie escucha, las mismas cosas sobre esta cruel pandemia.

El triunfo del virus, que nuevamente nos gana por goleada, se produce porque nuestros dirigentes locales, regionales, nacionales baten récords en las “virtudes” del título.

Acabo de estar en mi centro de salud de Villava-Atarrabia absolutamente desbordado, según una frase que he escuchado; “nos está comiendo la Covid”.

Los sanfermines, fiestas de Tudela y aquí en Villava este fin de semana la alcaldía permite celebrar el Hatortxu rock con miles de jóvenes disfrutando.

Tampoco tocaba, pero nadie se va a atrever a tomar medida alguna para evitarlo.

Soy un amante del rock, pero seguro y esta vez no lo va a ser. También estoy en contra de la dispersión de los presos, pero añado lo mismo. Hablamos de la pandemia no de gustos musicales o propuestas políticas.

Se contagiarán por decenas o centenares, probablemente ellos con síntomas muy leves, pero irán a sus casas y contagiarán a sus padres y abuelos. Si son mayores de 65 años algunos lo pasarán mal, otros ingresarán incluso en las UCI y algunos morirán por efecto de esas horas de rock y fiesta.

¿La culpa será del rock? ¿De la fiesta? ¿De que los jóvenes se lo pasen bien? Evidentemente no. La culpa será en este caso del alcalde por permitirlo sabiendo las consecuencias, porque las sabe, pero le falta responsabilidad, o valor para evitarla.

Pero ya se sabe que si alguien lo dice deberá ser acusado de amargado “viejo gruñón”, “Pepito Grillo” que intenta amargar la fiesta y se le insta a que no salga de casa para evitar el contagio.

Reconozco que me rebelo ante la insolidaridad de algunos jóvenes que desprecian a los mayores, ignorando que la veteranía es un grado.

Este año a la vista de la situación esa fiesta de rock y algarabía no debió haberse realizado.

Mientras el virus feliz con estos dirigentes insensatos, irresponsables y cobardes incapaces de pararlo.

Así nos va…

Insensatos, irresponsables, cobardes…