viernes. 19.04.2024
4

En Madrid el Ayuntamiento calculó antes del inicio de la pandemia que unas 3.000 personas no tenían hogar, de las que el 15 % eran mujeres. Sin embargo, muchas no comunican su situación porque se sienten desprotegidas por los recursos públicos. Más de la mitad han sufrido violencia machista. El método Housing First busca darles una nueva oportunidad.

“Mujeres Invisibles” es la investigación de la joven asociación AIRES en la que se enmarca el proyecto “La Morada Housing First”, pionero en Europa al ofrecer una vivienda como intervención prioritaria para mujeres maltratadas que viven en la calle, además de un abordaje total a la reinserción social de las víctimas.

A diferencia de albergues o centros de acogida, la presidenta de AIRES, Carmen Belchí, destaca que el método Housing First, que facilita un hogar estable con apoyo profesional para retomar la vida laboral y personal de las personas sin hogar, se presenta como una solución “eficaz y permanente” a esta lacra social, en especial para víctimas de violencia de género.

Este proyecto, que ha sido elegido entre las iniciativas sociales más innovadoras del año por Fundación la Caixa, da cobijo hoy a ocho mujeres en ocho pisos unipersonales alquilados por el Ayuntamiento de Madrid a la asociación AIRES a través de un convenio.

El sinhogarismo en mujeres víctimas de violencia de género “tiene que estar encima de la mesa”, ya que una de las causas de que vivan en la calle es el propio maltrato

MUJERES INVISIBLES

En España los datos revelan que el número de hombres que viven en la calle o son temporalmente acogidos en centros sociales es sustancialmente mayor que el de mujeres. Sin embargo, desde AIRES subrayan que esta “foto” de la realidad no es representativa, ya que muchas mujeres no comunican su situación al no acudir a los centros y albergues en los que se realizan los recuentos.

Allí, las mujeres se sienten desprotegidas, en la mayoría de los casos por la amenaza de sus maltratadores. Según un estudio de la Universidad Complutense, más de la mitad han sido víctimas de maltrato.

Deciden buscar otros “refugios” temporales como puede ser la vivienda de algún familiar o conocido. Otras ni siquiera cuentan con este respaldo y siguen sufriendo maltrato en las calles.

UNA SOLUCIÓN “EFICAZ Y PERMANENTE”

El Housing First se ha erigido en los últimos años como una de las soluciones más eficaces para hacer frente al sinhogarismo. El Gobierno español se ha comprometido a incluirlo en la ley de vivienda para reducir las alrededor de 40.000 personas que viven en la calle en España.

La semilla del proyecto de AIRES surgió en 2015 cuando conocieron a uno de los creadores del Housing First en unas jornadas técnicas. “Es un método que significa seguridad, intimidad, alimentación... Lo da absolutamente todo. Suma y es garante de derechos”, subraya la presidenta de esta asociación.

Antes, el equipo había pasado por casi todos los recursos públicos del Ayuntamiento de Madrid que combaten el sinhogarismo en la capital. Campañas de frío, albergues, pisos temporales… “Pasaba el tiempo y nos encontrábamos a las mismas personas. No eran soluciones, eran respuestas”, relata Carmen Belchí.

Durante unos tres años el equipo de AIRES puso sus esfuerzos en establecer relaciones con las instituciones públicas, así como en construir un entramado que aportase solidez al proyecto.

En 2018, alojaron a las cuatro primeras mujeres en cuatro pisos unipersonales alquilados por el Ayuntamiento de Madrid mediante un convenio que se prorroga cada tres años. Pocos meses después doblaron las viviendas disponibles y a día de hoy han dado hogar a ocho mujeres que se encontraban en la calle.

La responsable del área de Gestión y Desarrollo de AIRES, Mar Guzmán, asegura que “La Morada Housing First” es un proyecto “replicable y escalable”, incluso afirma que la visión de la asociación es que este método sea “la solución al sinhogarismo a nivel nacional”.


El Supremo aplica por primera vez la perspectiva de género en un caso de intento de asesinato


ATENCIÓN 360 GRADOS

“La herramienta fundamental es la vivienda, pero no siempre está. La intervención sí, el apoyo profesional”, resalta Belchí. En este proyecto AIRES cuenta con una trabajadora social especializada en exclusión social y procesos de inclusión que conoce de primera mano la red de atención a personas sin hogar de Madrid.

Además, ofrecen la intervención de una psicóloga-educadora experta en distintas violencias sobre la mujer, así como la supervisión de una psicóloga especializada en violencia de género.

“Trabajamos en todas las líneas. Si no se da una atención completa, muchas acabarán en la calle”, concluye la presidenta de AIRES.

En la actualidad trabajan en una segunda fase del proyecto a la que han denominado “La Morada Activas”. Esta nueva iniciativa ofrece espacios de día a víctimas de violencia machista que se encuentran sin hogar. Allí reciben formación en materia digital, leen y realizan actividades grupales con otras compañeras.

Frente a la invisibilización, Carmen Belchí reclama que el sinhogarismo en mujeres víctimas de violencia de género “tiene que estar encima de la mesa”, ya que una de las causas de que vivan en la calle es el propio maltrato.

Housing First: un piso para abrir las puertas del futuro a mujeres maltratadas