Pasadas las 11 de la noche la manifestación no había terminado. Este año los manifestantes reiteraban que no se trataba de una fiesta, sino de una reivindicación y un homenaje a la memoria de los mayores que desde hace 50 años han venido exigiendo los derechos de todas las personas con diversidad sexual.
El número y pluralidad de pancartas era infinito, todas con el mínimo común reivindicativo de todo lo que queda por conseguir al movimiento LGTBI.
Al llegar a la Plaza de Colón cada una de las pancartas era levantada por sus portadores y el conductor del acto desde un gran escenario situado en el principio de la calle Goya iba leyendo el texto que expresaban entre los gritos entusiastas de la multitud allí congregada.
La manifestación estuvo marcada desde el principio por el conflicto entre los organizadores de la fiesta y partidos políticos como Ciudadanos o Partido Popular que no suscribieron el manifiesto. El motivo central de este enfrentamiento son los acuerdos de estos partidos con VOX para la conformación de gobiernos municipales. VOX se ha declarado abiertamente como un partido contrario a este tipo de eventos y los partidos que han pactado con ellos se han encontrado con un fuerte rechazo.
A pesar de ello los dirigentes de Ciudadanos asistieron a la manifestación con su propia pancarta y durante varias horas se mantuvo un tenso enfrentamiento con grupos de manifestantes que les impedían el paso. Al final los dirigentes de ciudadanos fueron retirándose, con el apoyo de las fuerzas de seguridad, y la manifestación continuó su marcha.
Como reflejan las imágenes y videos ofrecidos en todos los medios de comunicación la manifestación fue una de las más grandes de la historia si bien los convocantes cifran en millón y medio de participantes, la delegación del gobierno habla de 400.000 personas. Muchas personas que en otras ocasiones no habían asistido a la misma hicieron acto de presencia esta vez debido al riesgo que se vislumbra de actividades contra este movimiento de liberación personal por parte de sectores de la sociedad española que hasta ahora estaban agazapados y ahora muestran abiertamente su rechazo.
La Presidenta de COGAM, una de las ONG convocante, Carmen García reflejaba el carácter defensivo de la marcha diciendo “No vamos a consentir un retroceso en los derechos LGTBI”
Fernando Grande Marlaska, ministro de interior en funciones del Gobierno de España y presente en la manifestación instó a la sociedad a luchar contra la derecha "que no tiene tapujos en limitar los derechos del colectivo LGTBI que es "la gasolina imprescindible para poner en riesgo" esos derechos. “Dirán que avasallamos porque vivimos nuestra vida como somos y como queremos ser. Buscan la uniformidad y nosotros queremos la diversidad (…) Tenemos que construir todos porque es la forma más clara de hacer frente a esa derecha que se ha unido y que no tiene tapujos en limitar nuestros derechos, en limitar los derechos humanos”, ha denunciado Grande-Marlaska.
Si bien el Ayuntamiento de Madrid por boca de su alcalde José Luis Martínez ha manifestado su apoyo a los derechos de este colectivo, las organizaciones representativas del mismo están muy expectantes ante posibles recortes de los logros conseguidos hasta la fecha, dadas las propuestas electorales que han hecho públicas partidos como VOX que han puesto en el punto de mira de sus objetivos políticos el rechazo a las expresiones y actividades del mundo de la diversidad sexual.
