La aparición del futbolista brasileño Neymar Jr. entre los morosos con la Hacienda española fue, quizás, la noticia más resaltada en los medios tras la publicación de esta lista que elabora anualmente la Agencia Tributaria. Sin embargo, a pesar de que la sexta edición de la relación de deudores refleja un descenso del 2,4% del número de morosos, el importe de las deudas alcanza los 14.200 millones de euros, un 0,7% más que el año pasado.
Y no es una cuestión baladí. Pues la ‘factura’ del fraude y la evasión fiscal para cada contribuyente asciende hasta los 2.000 euros al año, que los ciudadanos debemos pagar para mantener los gastos públicos tapando el agujero que cometen los defraudadores.
En este contexto, marcado por una crisis sanitaria y económica de la que aún desconocemos la magnitud de sus consecuencias, los técnicos consideramos que es el momento de reducir la elevada bolsa de economía sumergida que soporta España, superior a los 250.000 millones de euros. Y para ello planteamos tres medidas a incluir en la Ley de los Presupuestos Generales del Estado: la elaboración de un estudio oficial que cuantifique el fraude por impuestos, sectores y territorios, la creación de un cuerpo superior de técnicos de Hacienda que acabe con las injustificadas actuales limitaciones de nuestras funciones y responsabilidades para investigar a las grandes empresas y fortunas y mejorar el control del gasto público, y la planificación temporal de un aumento de efectivos en el Ministerio de Hacienda para equipararnos, en un plazo de seis años, a la media de los países de la UE.
Y es que con estas tres medidas, junto con otras que venimos planteando hace tiempo y que deberían incluirse en la futura Ley de prevención del fraude, podríamos recaudar a medio plazo unos 40.000 millones de euros más al año que actualmente se esfuman por la evasión.
En cuanto a la lista de morosos en sí, convendría acometer, en la citada ley antifraude, una modificación legal del artículo 95 bis de la Ley general tributaria para sacar a la luz la identificación de los administradores responsables de las deudas contraídas por las empresas.
Asimismo, sería positivo publicar el listado de personas acogidas a la amnistía fiscal y que posteriormente hayan seguido defraudando, así como la de los grandes defraudadores, al margen de que hayan solventado su deuda, lo que actualmente les deja fuera de la lista.
Porque lo que no pagan unos, tenemos que pagarlo otros, por mucho que la mayoría nos esforcemos en cumplir puntualmente con nuestras obligaciones tributarias.
Carlos Cruzado, presidente de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA)
