jueves. 25.04.2024
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Una falacia es una propuesta con aparentes síntomas de veracidad, pero en  realidad es un argumento manipulado, y este es el caso del cheque escolar, propuesto por VOX al PP y Ciudadanos para votar a favor de la investidura de Díaz Ayuso, que estos aceptaron sin conocer realmente las posibilidades de aplicación en la Comunidad de Madrid, que es ninguna. 

Para devolver al Estado las competencias educativas, como propone VOX, empiezan atribuyéndose la planificación educativa, propia del ámbito estatal, lo que supone una contradicción en la que sólo pueden caer los que desconocen la realidad educativa.

El cheque escolar en ningún caso va a equilibrar la oferta de plazas con la demanda de las familias, por lo que cuando haya más demanda que capacidad, quedan dos opciones, o que el centro seleccione al alumnado, que es lo que se pretende, o que se implanten aulas prefabricadas hasta cubrir la demanda

Pero además de ser el Estado quien tiene la competencia exclusiva sobre la regulación de las normas básicas de educación, que garanticen la igualdad de todos los españoles; el cheque escolar, contrariamente a lo que se dice, no supone la elección de centros por parte de las familias, sino la elección del alumnado por parte de los centros.

En primer lugar cada centro tiene una capacidad, y el cheque escolar en ningún caso va a equilibrar la oferta de plazas con la demanda de las familias, por lo que cuando haya más demanda que capacidad, quedan dos opciones, o que el centro seleccione al alumnado, que es lo que se pretende, o que se implanten aulas prefabricadas hasta cubrir la demanda y en caso contrario, cuando un centro no tenga demanda ¿cuál sería la opción? cerrar el centro educativo. Y además como a la falacia del cheque escolar hay que añadir la falacia de que lo privado es mejor, cuando un centro público no tenga demanda ¿Qué hacemos con estos centros? ¿Los cerramos y mandamos a los funcionarios a casa? Ni tiene sentido la propuesta, ni se va a aplicar.

Lo que tiene de falaz, esta propuesta, es que se pretende que determinados centros concertados seleccionen al alumnado, no de forma sibilina como lo hacen en la actualidad, sino abiertamente y con el amparo legal.

Es cierto que el cheque escolar se aplica en algunos países, pero cuando la inversión en educación sobre el PIB está entorno al 7% como es el caso de Dinamarca o Suecia, donde todos los centros tienen unos estándares de calidad muy elevada. En la práctica sí están garantizando la igualdad, ya que la enseñanza pública tiene una atención y unos recursos de los que estamos muy lejos de disfrutar aquí.

 En España no se necesitan cheques escolares, se necesita que el PIB en educación suba al menos dos puntos para acercarse al 6% y tener unos centros públicos con equipamientos adecuados, con incremento de recursos para una enseñanza más inclusiva, con dotaciones tecnológicamente punteras en formación profesional, con importantes programas de formación del profesorado y con una atención a la diversidad del alumnado más personalizada. 

Lástima que el importante incremento, en la partida de educación, que se pretendía con el proyecto de presupuestos para el año 2019 se quedara en papel mojado, con el rechazo presupuestario por parte del parlamento.

Esperemos a ver como PP y Ciudadanos justifican que no se aplique la medida estrella de VOX, pero es igual, cualquier barbaridad hubiera sido asumida con tal de conseguir los votos para la investidura. La educación debe tomarse con más rigor y no con la frivolidad que se la están tomando. 

La falacia del cheque escolar