No es la primera vez que José María Aznar se entromete en las causas por las que el líder del PRO y ex primer mandatario argentino está siendo investigado. El pasado mes de julio, y mediante un comunicado, Aznar le envió su respaldo luego de la denuncia efectuada por el Gobierno de Bolivia por el envío de armamento para la represión y posterior al Golpe de Estado que derrocó a Evo Morales. En esa oportunidad Aznar había puesto su rúbrica a una carta firmada por ex presidentes e intelectuales de derecha en la que se aseguraba que Mauricio Macri estaba siendo “injustamente perseguido por la Justicia” y que “sus adversarios de la izquierda antidemocrática lo han marcado como objetivo y le abren causas judiciales sin asidero real o por discrepancias manifiestamente políticas”.
“Se intenta manipular este caso para perseguir al ex presidente, con el concurso del gobierno actual de la Argentina”, afirma Aznar
En esta oportunidad el otrora líder del Partido Popular destaca que ve con “preocupación el proceso del secuestro del lenguaje democrático por las izquierdas radicales antidemocráticas que aún subsisten en la región”. Ya en 2015, antes de asumir a la presidencia procesado en múltiples causas en las que el delito fue sustentado con pruebas irrefutables, Mauricio Macri había recibido la visita de su par español en Buenos Aires. La relación de ambos líderes de derecha estuvo signada por los vaivenes de la Justicia argentina a la que siguieron sumándose causas por las que el ex presidente argentino debe responder. En su pedido, Aznar –junto con el ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe, enfatiza respecto del proceder de la Ley realizando un llamado “imperativo” a la Justicia al objeto de que “no olvide que en sus manos reposa en la última instancia el destino de las libertades democráticas”.
La relación de Macri y Aznar es estrecha. En 2008 Macri recibió al ex presidente de Gobierno de España para declararlo ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, una forma de ratificar esa admiración que existe entre ambos. Además, las políticas que lleva adelante el multiprocesado ex presidente argentino emulan –en versión criolla- a las que han caracterizado históricamente al PP. Desde entonces la relación entre ambos ex mandatarios no ha dejado de crecer, y ese vínculo trasciende la afinidad ideológica.
En 2018 fue Mariano Rajoy quien realizó una visita oficial a la Argentina para “recuperar la amistad entre La Moncloa y La Casa Rosada”, luego del distanciamiento producido por la nacionalización de YPF y la nula comunión política entre el Partido Popular y la entonces vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
Aznar arriesgó una hipótesis respecto de la nueva causa que involucra a Macri. Sin detenerse en los pormenores y las pruebas recogidas por los jueces que citan a Macri a indagatoria, el ex líder del PP afirma que “se intenta manipular este caso para perseguir al ex presidente, con el concurso del gobierno actual de la Argentina”.
El PP y la derecha argentina acusan al gobierno de Alberto Fernández de “persecución”, una estrategia trillada que a Macri le beneficia. La relación entre ambas derechas es tal, que hasta José Ramón García Hernández, diputado del Congreso español y referente de Políticas Internacionales del PP, ha señalado que “Macri ha hecho un grandísimo esfuerzo por modernizar e introducir veracidad, y nosotros consideramos que sus políticas son las acertadas”.
