viernes. 29.03.2024
coronavirus

EXCESO DE MORTALIDAD Y Covid19

En estos días desde El País y luego en otros medios de comunicación se trata mucho del posible exceso de mortalidad durante la pandemia en nuestro país, entendido este como un exceso de mortalidad no explicable por los casos de muertes oficiales por Covid19, supuestamente debida a casos no bien identificados, y aunque un periódico no es el mejor lugar para tratar este tema que tiene mucha complejidad técnica, me parece imprescindible aclarar algunas cuestiones.

¿Hay realmente un exceso de mortalidad por casos no declarados de Covid19?

Esta es la cuestión más crucial del debate, y la hipótesis se basa en las estimaciones de mortalidad realizadas por el Instituto de Salud Carlos III y publicadas por el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria en España (MoMo). Por ello lo primero que hay que explicar es que la estimación de la mortalidad es una función estadística que se basa en las probabilidades y que establece unas cifras estimativas que con frecuencia no se parecen nada a la realidad concreta (aunque sí lo hagan en un espacio y temporal muy amplio), y que están sujetas a unos intervalos de confianza muy grandes, como puede observarse en el gráfico adjunto (situación a 7 de abril de 2020) y pocos días, en realidad, uno en 4,5 meses, la mortalidad real coincidió con las estimaciones, desviándose en los demás, bien por exceso o por defecto, por lo que utilizar como referencia indiscutible la estimación promedio produce errores evidentes.

Por otro lado, si se observa el gráfico se verá que el 28/12/19, el 14/2/20 y el 29/2/20 las muertes producidas estuvieron por debajo incluso del intervalo de confianza estimado al 99%, ¿quiere esto decir que murieron muchas mas personas y no se contabilizaron o se escondieron?, por supuesto que no, sino que las estimaciones son eso, estimaciones, la realidad, los hechos, son distintos.

Un ejemplo fácil de entender sobre las limitaciones de las estimaciones: todos sabemos que la probabilidad de que salga un numero concreto en un dado de 6 caras numerado del 1 al 6 es de 1/6, pero nadie sensato apostaría su vida o toda su fortuna a que sale un 6 al tirar el dado si las 5 tiradas anteriores no ha salido este numero, porque la probabilidad del 16,66% de que salga un 6 se produce con certeza, si el dado no esta trucado, cuando se realiza un numero muy elevado de tiradas, pongamos 1000, pero no con una tirada en concreto, es decir las estimaciones son útiles tendencialmente, para enviar una señal de alarma, de que algo no va bien en el caso de aumentos inesperados de la mortalidad, pero tienen una aplicación limitada para predecir la mortalidad que va a producirse un día o una semana en concreto.

Lo mismo puede decirse respecto a la conveniencia de evaluar periodos más largos en la mortalidad que un día o una semana, que como hemos visto tienen una gran variabilidad (en parte debido a la climatología, pero por supuesto a muchos otros factores), y obviamente las comparaciones deben de hacerse con periodos amplios y no tan solo con el año anterior. Si vemos el mes de marzo de 2020, la mortalidad, excluidos los casos declarados por Covid 19 fue de 37.445 personas, por encima de la media de los últimos 10 años, aunque no fue el año de mayor mortalidad registrada en marzo en este periodo, lo superaron 2018, 2012 y 2015, es decir si excluimos la mortalidad declarada por Covid19 (9.053 casos en marzo), marzo de 2020 estuvo dentro de lo esperable, ya veremos lo que sucede en abril y sobre todo cuando acabe la pandemia que es el momento de poder hacer una valoración mas ajustada a la realidad.

Otro artefacto es el cómputo de las personas que fallecen solas en su domicilio y cuya muerte se asigna al día en que se encuentran y no al que fallecieron realmente que obviamente no se conoce, y por supuesto los posibles retrasos en las notificaciones al registro que puede alterar los datos diarios y semanales.

La cuestión es mas complicada si bajamos al nivel de las CCAA, primero porque tienen menos población que el conjunto del país, y ello amplia el margen de error, y luego porque pueden registrar casos procedentes de otras CCAA (El País de nuevo señalaba la presencia elevada de población desplazada desde Madrid en Castilla La Mancha y Castilla y León).

Y si existiera un exceso de mortalidad, ¿se debería a casos no diagnosticados de Covid19?

Este asunto es todavía mas difícil de evaluar porque es obvio que nunca se podrá afirmar que las personas muertas a las que no se les realizó el test no murieron por el coronavirus, aunque es razonable que no se les haga sistemáticamente a todos los fallecidos porque sabemos que hay pocos test y debe priorizarse su uso, quizás en su momento si existiera una gran disponibilidad no sería una mala idea.

Con esa limitación, existen otras hipótesis plausibles para explicar un aumento de mortalidad no debida al Covid19, y es que debido precisamente a la pandemia muchas personas enfermas no hayan acudido, por miedo al contagio, al sistema sanitario, pese a tener síntomas graves y/o que el propio sistema, muy focalizado en el abordaje de los enfermos por coronavirus haya descuidado la atención a las personas que no tenían esta patología.

A favor de la primera por ejemplo esta el estudio realizado por la Sociedad Española de Neurología que revela que en marzo de 2020 el numero de personas atendidas por ictus en los centros sanitarios disminuyó un 30%, y conviene recordar que el ictus es la segunda causa de muerte anual en España. ¿Bajo la incidencia de ictus?, pudiera ser, pero parece poco probable, quizás algunas personas decidieron por miedo quedarse en su domicilio aunque presentaban síntomas graves para evitar el Covid19.

Los cardiólogos también han señalado la disminución de casos de eventos cardiovasculares en las urgencias hospitalarias (aunque esto podría verse influido por la mejora de la contaminación) y los pediatras que los niños están llegando a las urgencias con mayor tiempo de evolución de sus enfermedades de lo que era habitual. Todo ello puede también influir en la mortalidad.

De nuevo habrá que tener prudencia y esperar a que tengamos mas datos, la pandemia evolucione más, y a ser posible desaparezca o disminuya de una manera significativa, para poder evaluar lo que pasó respecto a la mortalidad, evaluar las causas de la misma, y sacar así conclusiones que nos sirvan para el futuro. Soy consciente de que esta evaluación concienzuda no da titulares ni llena páginas de periódico ni minutos en los noticiarios, pero sirve para que conozcamos mejor los problemas de salud, sus causas y repercusiones y hacer avanzar el conocimiento científico.

No está claro que haya un exceso de mortalidad ajena a los casos notificados de coronavirus, ni que esta, de producirse, de deba a casos no diagnosticados de Covid19

En resumen, no está claro que haya un exceso de mortalidad ajena a los casos notificados de coronavirus, ni que esta, de producirse, de deba a casos no diagnosticados de Covid19, aunque por supuesto estas son hipótesis que debemos considerar y contrastar debidamente. Este tipo de informaciones, dando carácter de certeza a lo que son meras hipótesis, solo fomentan las conspiraoias si las leen dirigentes de Vox o el PP, rectifico, no pretendo faltarles al respeto, alguno de sus asesores de comunicación. Como han repetido desde el gobierno el sistema de registro de mortalidad del país es bastante fiable, por supuesto perfectible (por cierto en manos de las CCAA), pero en modo alguno peor que el de Alemania, Francia u otros países de la UE:

defunciones

Defunciones observadas (negro) y defunciones estimadas (azul), con el intervalo de confianza al 99% (banda azul).

Fuente: Vigilancia de la Mortalidad Diaria. Centro Nacional de Epidemiología (ISCIII)


Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la Federación  de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública

¿Hay realmente un exceso de mortalidad por casos no declarados de COVID-19?