martes. 16.04.2024
firma acuerdo PGE

El fracaso de la investidura a la presidencia del Gobierno de Pedro Sánchez me sirve para hacer algunas consideraciones sobre los gobiernos de coalición. Conviene profundizar en el conocimiento, la esencia y el funcionamiento de los mismos, como también sobre el proceso (génesis) a la hora de construirlos, aunque este aspecto lo haré en la parte final.

Como es sabido, en España a nivel estatal no ha habido gobiernos de coalición desde la instauración de la democracia en 1978, lo que supone una excepción con respecto a los países más desarrollados y a la mayoría de los países europeos que llevan más de medio siglo gobernados por coaliciones, bien mayoritarias o minoritarias (Alemania, Holanda, Bélgica, Austria, Suiza, Suecia, Noruega o Dinamarca).

Un buen y extenso documento es el de Coaliciones. Una guía para partidos políticos, del Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales y el Centro para la Paz y los Derechos Humanos de Oslo. Y también el artículo Los gobiernos de coalición y su incidencia sobre los presidencialismos latinoamericanos, de Josep Mª Reniu de la Universidad de Barcelona y Adrián Albala del Institut des Hautes Études de l’Amérique Latine, Sorbonne Nouvelle - Paris III. Aunque este último se refiere a Latinoamérica, sus ideas son extrapolables a otros contextos políticos. En base a ambos documentos expongo las siguientes ideas.

Gobernar en coalición exige más pericia política, un mayor dominio del arte de la política y, sobre todo, el establecimiento de pautas de comportamiento interno, en el seno de la coalición

Gobernar en coalición exige más pericia política, un mayor dominio del arte de la política y, sobre todo, el establecimiento de pautas de comportamiento interno, en el seno de la coalición. Un GC debe incrementar la comunicación entre gobernantes y gobernados teniendo en cuenta una opinión pública progubernamental con criterios dispares, exigir a los miembros del gobierno protocolos muy claros para la comunicación de políticas, diseñar criterios para gestionar posibles crisis de gobierno, crear órganos plurales de coordinación de la acción de gobierno, clarificar las relaciones entre el gobierno y los grupos parlamentarios que lo apoyan, evitar una inflación de departamentos y de cargos de sottogoverno y compatibilizar el impulso de una acción de gobierno compartido con la identidad partidista de los miembros de la coalición. Dicho de una manera más clara: un GC no son dos gobiernos, es uno solo, del que pueden formar parte dos o más partidos políticos. Un ejemplo de varios partidos fue la Concertación de Partidos por la Democracia, conocida como Concertación, que gobernó en Chile tras la dictadura de Pinochet.

Un gobierno de coalición no son dos gobiernos, es uno solo, del que pueden formar parte dos o más partidos políticos

Los GC han sido criticados por las supuestas irregularidades que conllevan los acuerdos interpartidistas, desde la traición a la voluntad expresada por los electores (cuando el partido más votado —o con más escaños— queda fuera del ejecutivo), a los negativos efectos del chantaje político al que algunos partidos menores pueden desempeñar, como los «partidos bisagra» o a los partidos de ámbito no estatal en el caso español; al argumento de que la formalización de un acuerdo es un ejemplo de debilidad política, de incapacidad de llevar a la práctica el programa político propio. También se les ha achacado inestabilidad política, desmentida claramente desde mitad de los 80 por los trabajos de Strom (1990).

Compartir responsabilidades de gobierno con otras formaciones es una apuesta decidida por el pluralismo político, ampliando así la base social del gobierno

Mas, lo cierto es que el funcionamiento de los sistemas políticos descansa en la necesidad de acuerdos interpartidistas, de construir consensos y, a fin de cuentas, en la negociación entre distintos actores. Se ha señalado repetidamente que gobernar en coalición permite expresar mejor los principales valores de la democracia. Compartir responsabilidades de gobierno con otras formaciones es una apuesta decidida por el pluralismo político, ampliando así la base social del gobierno. Como efectos de estas dinámicas coaliciones del poder compartido, la sociedad obtiene mayores explicaciones sobre la acción de su gobierno, se percibe una mayor sensibilidad gubernamental hacia sus reivindicaciones, los ciudadanos se interesan más por la política y la sociedad, en su conjunto, gozará de mayor salud democrática. Los factores que condicionan la formación de GC se encuentran muy vinculados con el fortalecimiento del sistema democrático. Por un lado, la necesidad de crear mayorías parlamentarias sitúa al Parlamento en el centro de la actividad política y otorga una importancia central al diálogo político, lo que da paso al coprotagonismo de las fuerzas políticas minoritarias. E influyen en la consolidación de una opinión pública favorable al respeto por la diversidad, la tolerancia, la solidaridad, el consenso, la integración, la confianza y el gobierno compartido.

La formación de un GC es una tarea compleja, requiere mucho tiempo, elección de equipos de negociación, elaboración de documentos, trabajo de discusión

psoe

A la hora de formar un GC se requieren unas condiciones muy claras. Primero, que realmente haya interés en su formación, por parte de los partidos políticos que aducen estar interesados en esta tarea. Tengo la impresión que determinado partido político no tenía interés alguno en un GC, aunque lo haya dicho, ya que solicitaba la abstención de otros partidos políticos para alcanzar la investidura. Segundo, confianza entre ambos partidos políticos, incluidos sus líderes. Sin ella es una utopía. Y tercero, si se quiere de verdad un GC hay que ponerse a la tarea para su formación con prontitud, ya que supone un largo proceso. En Alemania, la coalición de CDU/CSU y el SPD presidia por MERKEL en 2018, se alcanzó tras 136 días sin gobierno, y tras doce días de negociación y parte de sus noches de los equipos de negociación de ambos partidos,  se plasmó en un documento de 177 páginas y 14 capítulos, en el que se desgranó el programa de Gobierno, que, insisto, es un gobierno, no dos. Sin embargo, aquí se ha querido alcanzar un GC en 20 horas, con documentos intercambiados aprisa y corriendo, algunos de ellos filtrados a los medios de comunicación antes que al otro partido. La formación de un GC es una tarea compleja, requiere mucho tiempo, elección de equipos de negociación, elaboración de documentos, trabajo de discusión, etc.

Coaliciones. Una guía para partidos políticos

Para darnos idea de su gran complejidad puede servirnos el documento citado anteriormente de Coaliciones. Una guía para partidos políticos, consultable en la red del Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales y el Centro para la Paz y los Derechos Humanos de Oslo. Es un documento muy extenso de 124 páginas donde se especifican todos los procedimientos necesarios para la construcción de un GC. Tiene los siguientes apartados.

PANORAMA GENERAL  
INTRODUCCIÓN
CONSEJOS Y HERRAMIENTAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE COALICIONES
CONCEPTOS CLAVE

PASO 1: DESARROLLAR UNA ESTRATEGIA DE PARTIDO
PASO 2: NEGOCIAR LA COALICIÓN
PASO 3: COMENZAR EL PROCESO
PASO 4: TRABAJAR EN COALICIÓN
PASO 5: IDENTIFICAR LAS LECCIONES APRENDIDAS
CASOS DE ESTUDIO DE GOBIERNOS DE COALICIÓN EN CHILE NORUEGA IRLANDA
BIBLIOGRAFÍA

En 'Consejos y herramientas para la construcción de coaliciones' y en los 'Conceptos clave' es muy interesante el apartado que describe las ventajas y desventajas de la construcción de coaliciones.

VENTAJAS

Al combinar fuerzas y recursos con otros, los partidos pueden aumentar su influencia y alcanzar metas que no podrían lograr por sí mismos.

Los partidos pueden llegar a un electorado más amplio y aumentar su número de votantes al unir fuerzas con otros. Esto puede crear oportunidades para obtener escaños en el poder legislativo, formar un Gobierno y alcanzar otras metas políticas específicas.

Pueden ofrecer oportunidades para manejar divisiones (por ejemplo, étnicas y religiosas) y ampliar la participación en el gobierno.

Al compartir recursos (por ejemplo, dinero o personas), los partidos pueden mitigar las debilidades entre sí y beneficiarse de las fortalezas de sus aliados.

El público puede ver la construcción de coaliciones como un esfuerzo admirable por considerar otros puntos de vista y buscar el compromiso.

 Los miembros de la coalición pueden aprender unos de otros y fortalecer sus organizaciones individuales con base en esas experiencias.

El público puede asociar a los partidos políticos con los éxitos de la coalición, ayudando así a aumentar el apoyo.

DESVENTAJAS:

Para encontrar un punto en común con los aliados, cada partido debe hacer ciertas concesiones en sus prioridades y principios y ceder algo de control.

Los partidos pierden cierto control sobre los mensajes que se transmiten y la toma de decisiones, y es posible que les sea difícil mantener un perfil distintivo que los diferencie de sus aliados en la coalición. (Con frecuencia, los aliados menores en las coaliciones salen más debilitados de estas).

 El público puede sentir que los líderes del partido han abandonado sus principios para disfrutar de las bondades del poder.

Es posible que el público asocie a los partidos individuales con políticas controversiales o poco populares emanadas de la coalición, lo cual puede debilitar el apoyo al partido en las siguientes elecciones.

La necesidad de consultar y llegar a un acuerdo entre los miembros de la coalición hace que la toma de decisiones gubernamentales sea más compleja y/o lenta.

La poca comunicación dentro de cada partido en torno a las metas, los objetivos y los beneficios de la coalición pueden fomentar tensiones y divisiones intrapartidistas.

Las grandes coaliciones o las coaliciones con una mayoría abrumadora pueden debilitar o marginar a los grupos de oposición democráticos.

CINCO PASOS A DESARROLLAR

En 'Consejos y herramientas para la construcción de coaliciones' hay una descripción detallada de las cuestiones que deben abordar los partidos en cada uno de los cinco pasos. Los describo brevemente.

Paso 1: En “Desarrollar una estrategia de partido” se incluyen pasos, herramientas y consejos que los partidos pueden usar para prepararse para una posible construcción de una coalición. Esto incluye dejar claro cuáles son los marcos regulatorios y los procesos internos que deben seguir los partidos, establecer un equipo para investigar los posibles aliados y elaborar la estrategia y preparar argumentos para la negociación.

Paso 2: En “Negociar una coalición” se describen algunos de los arreglos administrativos que pueden ser necesarios para apoyar el proceso de negociación; se incluyen ejemplos de la manera en que se han estructurado las negociaciones y diferentes enfoques que los partidos han usado para alcanzar acuerdos.

Paso 3: En “Comenzar el proceso” se destaca la importancia de los convenios de coalición y el proceso que los partidos deben seguir para finalizar la negociación de la coalición y comunicar sus contenidos a las estructuras de cada partido y al público en general.

Paso 4: En “Trabajar en coalición” se describen algunas de las estructuras y los sistemas que los partidos han usado para manejar las relaciones y la manera de compartir información mientras dura la coalición.

Paso 5: En “Identificar las lecciones aprendidas” se sacan diferentes conclusiones sobre los motivos de disolución de las coaliciones y el impacto que la coalición ha tenido en el propio partido, etc.


Me parecen muy oportunas para acabar las palabras de Kjell Magne Bondevik, exprimer ministro de Noruega, que aparecen en la entradilla de la descripción del Gobierno de Coalición de Noruega. Para meditar.

Los noruegos con frecuencia dicen que, en un debate, el más fuerte es el que debe ceder”.

Consideraciones sobre la esencia, funcionamiento y génesis de los gobiernos de coalición