sábado. 20.04.2024
accidentes

Como cada año y antes de que la OIT lo reconociera oficialmente a nivel internacional, el 28 de abril se viene conmemorando como Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, por parte de los trabajadores y sus organizaciones. Es un día de denuncia y no de celebración. Hay más millones de muertos, enfermos y mutilados, dolor y sufrimiento a causa de las condiciones de explotación en el trabajo que, a causa de las pandemias, accidentes de tráfico, etc., aunque a diferencia de las anteriores, las lesiones laborales deben de ser abordadas desde el núcleo duro del capitalismo y la explotación. En el caso del trabajo, el causante y la causa son más fáciles de conocer e imputar, y también de reducir y eliminar. Si no se hace es porque se pone en riesgo el venero del sistema.

La OIT es una organización tripartita constituida al rebufo de la IGM y de la Revolución de Octubre, tratando de estabilizar y controlar la llamada cuestión social. En el divorcio, la causa es el matrimonio y sus condiciones; en la morbimortalidad en el trabajo, la causa es la explotación y sus condiciones.

La OIT, en tanto que organización internacional, aprueba una campaña cada año y establece el objetivo que guíe las campañas nacionales para conseguir más efectividad ante la opinión pública, las instituciones, gobiernos, etc. Obviamente, los diferentes países, organizaciones sectoriales y empresas promueven actividades que, teniendo en cuenta la campaña general, afronten más concretamente los problemas propios. Se trata, por tanto, de “descubrir” cuáles son estos, en cada nivel de nuestro país, denunciarlos y movilizar a los trabajadores y sus organizaciones para combatirlos.

Conviene no equivocarse porque, en la mayoría de las lesiones laborales y en las más frecuentes, es imprescindible diferenciar entre la causa directa y la causa original. Hacen bien los buenos prevencionistas en estudiar las lesiones a través del Árbol de Causas y ponderar la influencia de cada una en el resultado final. Pero sin limitarse exclusivamente a las causas técnicas. Los trabajos del ser humano, y más los desarrollados por cuenta ajena, incluyendo los falsos autónomos, sólo deben ser correctamente analizados a la luz del entorno social, jurídico, político, histórico, inspector, etc. De ahí que, por ejemplo, la legislación laboral y técnica y su aplicación, tengan una influencia decisiva, para mal y para bien, en la salud de los trabajadores. Todos los estudios constatan la mayor frecuencia y gravedad de las lesiones laborales en sectores de trabajadores con contratos precarios comparados con los trabajadores que desarrollan las mismas tareas, pero con contratos indefinidos.

Este año en nuestro país, con fecha 31 de marzo, ha entrado en vigor el Real Decreto Ley 32/2021 de 28 de diciembre, promulgado por el Gobierno de coalición PSOE-UP, después de una aprobación rocambolesca en el Parlamento, que supone una contrarreforma laboral de las que en su día promulgaron los gobiernos monocolores del PSOE de Zapatero -Ley de Medidas Urgentes de Reforma del Mercado de Trabajo- aprobada el 9 de septiembre de 2010, y del PP de Rajoy a través del Real Decreto Ley 3/2012, de 10 de febrero, de nuevo de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral, aprobado en este caso por el Consejo de Ministros.

La contrarreforma del actual Gobierno PSOE-UP supone, probablemente, la actuación más eficaz para mejorar las condiciones de trabajo y reducir la frecuencia y gravedad de las lesiones con motivo del trabajo en nuestro país en los últimos años. No únicamente en las causas directas en cada caso, sino en las que originaban en el contexto jurídico-laboral, por sus condiciones precarias, las subyacentes en los trabajadores afectados.

Pienso que esta es la aportación más reseñable que podemos presentar en esta campaña para la mejora de las condiciones de vida y trabajo en nuestro país. Evidentemente, las causas que originan las lesiones laborales son más variadas y muchas de las que van a seguir existiendo no son abordadas por la contrarreforma, pero ésta despeja los obstáculos más importantes que impedían avanzar. Los sucesivos y prolongados años del bipartidismo en nuestro país han antepuesto productividad basada en bajo coste laboral a seguridad y salud de los trabajadores.

La política inspectora, sancionadora y judicial han sido claramente ineficientes y los empresarios infractores se han salido de rositas en la mayoría de los casos. Podemos traer a nuestra memoria una larga lista de grandes siniestros que, en procesos de investigación y judiciales interminables, han quedado en agua de borrajas. No digamos ya en los cotidianos.

Es de la voluntad política en la aplicación de las leyes y normas y de la capacidad y eficacia de los recursos controladores y sancionadores aplicados, de lo que va depender poner los resultados en seguridad y salud en el trabajo en nuestro país a la altura de países como Alemania.

Colectivo Hormigas Rojas
Gregorio Benito Batres, analista de salud laboral

Conmemoración, contrarreforma y prevención