jueves. 28.03.2024
diaz ayuso

El titular del diario El País, “la Comunidad (de Madrid) da becas a familias que ganan más de 100.000 euros” ha levantado todo tipo de críticas. Ayuso hace y deshace en función de las directrices que le marca su equipo y, ahora, toca cuidar de “su” público objetivo. Son los y las que votan en la Comunidad de Madrid y no se quedan en casa como viene sucediendo en los barrios obreros de la ciudad, y en los pueblos de la región que, históricamente, se han significado por su apoyo a la izquierda. Zonas en las que tanto el PP como Vox han conseguido penetrar consiguiendo un importante número de votos. El equipo de Ayuso es consciente de que tiene enfrente a una izquierda débil, desmovilizada y ausente.

La prensa ayuda poco. En el caso del titular del diario El País, comentaba un admirado compañero -sociólogo por más señas- en un grupo de wasap que compartimos, cómo “El País contribuye a la confusión semántica. Compra el concepto Ayuso de que son becas cuando son cheques” y continuaba, “quien nomina el nombre de las cosas, controla cómo son las cosas”. Añadiría, y quien tiene un relato fácil de contar, aunque esconda trampa, tiene un tesoro.

Con esta medida, el gobierno regional de la Comunidad de Madrid está fortaleciendo y ampliando una política de subvención con el “cheque” que desde hace tiempo viene ejecutando en Educación Infantil, Bachillerato y Formación Profesional. Una política de una feroz insolidaridad, que da más al que más tiene y quita, aún más, al que menos tiene.

El nuevo criterio del gobierno regional de triplicar el umbral de renta para sostener el cheque escolar tiene tres consecuencias directas:

1.- Detrae recursos para quienes más lo necesitan en una región donde la desigualdad aumenta a pasos agigantados, así lo acreditan informes como el FOESSA 2022, al que más adelante haremos mención. Madrid, es la segunda región de Europa con más discriminación del alumnado por su estatus socioeconómico. Como también acredita el estudio de la Universidad Autónoma, coordinado por el profesor F.J. Murillo. Y avala el último informe, julio de 2022, presentado por Unicef, “La Agenda 2030 en clave de infancia en la Comunidad de Madrid. Propuestas para la acción.” donde se señala a Madrid como la región de España y de Europa con mayor segregación escolar por nivel socioeconómico, un problema que tiende a aumentar con el impacto negativo en la cohesión social. Según Unicef “La baja inversión afecta a todos los estudiantes, pero afecta más a aquellos y aquellas que más necesitan. El riesgo de no actuar para reducir la desigualdad educativa no solo nos sitúa ante un sistema educativo injusto e ineficiente, sino, sobre todo, ante el riesgo de una sociedad fracturada y desigual”

2.- Alienta las políticas de fortalecimiento y expansión de la red concertada.

3.- Ayuda, considerablemente, al negocio de la educación privada con dinero público.

Es muy importante que la izquierda retome el pulso de la política y del movimiento social en la Comunidad de Madrid

Las becas y las ayudas son medidas para garantizar el derecho a la educación y fortalecer la equidad. El “cheque” es un instrumento para fortalecer al sector privado, favoreciendo “la libre elección de centros”; es decir, un negocio que está demostrando ser altamente lucrativo. Un pastel apetecible, al que ahora se le suma la guinda de la Formación Profesional.

La Comunidad de Madrid está a la cabeza del déficit en plazas públicas en Educación Infantil y Formación Profesional; en plantillas docentes; en personal de apoyo en los centros; y en inversión por alumno y alumna. Sin embargo, el sector privado ha avanzado, de manera desproporcionada bajo la protección férrea de los gobiernos del Partido Popular. En la capital madrileña la privada ya supera en porcentaje a la pública que empieza a estar abandonada a su suerte.

En la primavera de este año, Cáritas presentó el “Informe sobre Exclusión y Desarrollo Social en la Comunidad de Madrid” de la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de la Sociología Aplicada) alertando que la cohesión social había sufrido un golpe sin precedente en la Comunidad de Madrid. Detectando un aumento de la desigualdad entre los más pobres, que han visto reducida sus rentas en un 22%, en contraste con el crecimiento del 18% de las rentas de las personas con mayor ingreso. Según el Informe FOESSA “el desplome de las rentas del quintil con menores ingresos explica el aumento de la pobreza severa” que, en estos momentos, afecta a más de un millón y medio de madrileños y madrileñas.

El empleo, la vivienda, la salud, la brecha digital son los principales factores de exclusión; a estos hay que sumar la educación.

Además, el gobierno de la Comunidad de Madrid, instalado en la bronca permanente contra el Gobierno de España, minimiza y bloquea cualquiera de las medidas sociales de éste, pensadas para la población más vulnerable.

Es muy importante que la izquierda retome el pulso de la política y del movimiento social en la Comunidad de Madrid. Que vuelva a los barrios con un proyecto reconocible y creíble que garantice los derechos y la equidad. Para romper la desigualdad social y económica, e impedir que esta región de las piscinas, los centros comerciales y la libertad entendida de la manera más chusca y azulona se convierta en un parque temático para los sectores más acomodados y ricos, que no dejan de ser una minoría, encastillados en sus residencias rodeadas de pobreza y miseria.

Pedro Badía Alcalá | Secretario de política educativa de FECCOO y director del Observatorio de la Fundación ASPASIA.

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