Hoy es 4 de Abril y hace unos días el Gobierno ha emitido un Decreto Ley en el que establece que todos los ciudadanos deberán permanecer confinados en su domicilio a no ser que realicen alguna “actividad esencial” entre las que se incluyen fundamentalmente todas las relacionadas con la asistencia sanitaria, la producción, distribución y abastecimiento de alimentos y bienes de primera necesidad, los servicios de transporte de personas y las actividades relativas a las Fuerzas de Seguridad del Estado y al Ejército.
Millones de trabajadores han tenido que permanecer en sus casas y miles de empresarios ven peligrar sus negocios, pero es inevitable y hay que asumirlo porque, a día de hoy, cada vez hay más evidencia de que esta medida es imprescindible para controlar la endemia.
Con respecto a los medios de comunicación, es fundamental permanecer bien informados sobre todo lo que ocurre porque las noticias son cambiantes en pocas horas y la ciudadanía debe estar informada puntualmente. Así, prácticamente todas las cadenas de Televisión emiten programas informativos, quizás de una forma exagerada, con información reiterativa, con repetición de imágenes hasta la saciedad, a veces sin respeto a la intimidad de los enfermos y fallecidos y omitiendo otras noticias importantes sin relación con la actual pandemia y a las que también tenemos derecho a estar informados. Muchas veces los profesionales emiten desde sus domicilios siguiendo las órdenes de confinamiento de una manera adecuada y solidaria.
Hasta aquí, todo más o menos correcto, salvo las objeciones anteriormente expuestas.
Lo que ya no se entiende es porqué a los medios de comunicación, las televisiones en particular, se les permite enviar reporteros con sus equipos correspondientes, evitando el confinamiento, para informar sobre aspectos a veces secundarios y banales como por ejemplo, que las playas, las carreteras y las calles están vacías.
Esta información podrá ser necesaria, no lo discuto, pero movilizar a un reportero con su cámara y chófer a una playa desierta solo para emitir imágenes en directo y un breve comentario sobre algo que está ocurriendo, no lo considero “esencial”, todos nos imaginamos lo que es una playa o una calle desierta, cualquier reportero nos puede informar desde su domicilio y no son necesarios, no son “esenciales”, unos segundos de imágenes en directo y, si creen que lo son, no creo que los helicópteros de la Policía Nacional o la Guardia Civil que patrullan por esas zonas pongan reparos a cederles las imágenes que registran; me parece una irresponsabilidad y una falta de respeto al resto de ciudadanos que ven peligrar su puesto de trabajo o su negocio o, en el mejor de los casos, están obligados a un “permiso retribuido recuperable”, al que también podrían acogerse estos profesionales del periodismo si la actividad que realizan durante estos días no es esencial y, por las razones expuestas, estoy convencido que no lo es.