jueves. 28.03.2024
brecha salarial

Hoy, 22 de febrero, se celebra el Día Internacional de la Igualdad Salarial entre hombres y mujeres. Y precisamente la semana pasada, el Consejo de Ministros aprobó una declaración institucional en la que se compromete a luchar contra la brecha salarial entre unos y otras. Unas diferencias retributivas que, por desgracia, no dejan de ensancharse. Y que ya alcanzan, según los datos de Gestha, los 4.948 euros anuales.

Es cierto que las sucesivas subidas del salario mínimo han contribuido a que durante 2019 la brecha aumentara en 33 euros, justo la mitad de lo que se incrementó un año antes. Pero no sólo resulta alarmante que las mujeres tendrían que cobrar un 27,6% más para igualar el sueldo de los hombres, tal y como se avanza en la quinta edición de nuestro informe “Brecha salarial y techo de cristal”; sino que, a este ritmo, harían falta 121 años para acabar con estas desigualdades.

La brecha salarial constituye una de las principales causas de la desigualdad económica y social. Y cerrarla, así como romper el techo de cristal a través de una promoción profesional más igualitaria, debería constituir uno de los retos más importantes a abordar por el Gobierno a través de un Pacto de Estado.

Aumentar el número de plazas tanto en las escuelas públicas infantiles de 0 a 3 años como en los centros especializados para la atención y el cuidado de las personas mayores o dependientes sería una de las medidas más efectivas en esta tarea. Máxime teniendo en cuenta que las diferencias de sueldo empiezan a ser más significativas en las edades en las que se concentra la maternidad y el cuidado de los ancianos. Hasta el punto de que la mayor desigualdad se localiza a partir de los 65 años, superándose los 11.080 euros.

Las diferencias también varían en función de los territorios. Así, en la Comunidad de Madrid las mujeres cobran 7.754 euros menos. Por el contrario, la autonomía más igualitaria en este sentido sería Extremadura, donde las diferencias retributivas escalan a poco más de 2.770 euros, debido principalmente a los más bajos sueldos de los hombres con respecto a otras comunidades.

Nuestro informe recoge información desglosada por edades y comunidades. Pero también por tramos de renta, de lo que se desprende que es en los más altos salarios donde se concentran los agravios de la brecha salarial. De hecho, mientras que las mujeres cobran 62 euros más que los hombres en la horquilla que oscila entre los 18.900 y los 25.200 euros de salario anual, reciben casi 37.500 euros menos cuando las retribuciones escalan por encima de los 126.000 euros al año.

En este sentido, los motivos serían la precariedad, con mayor porcentaje de trabajos temporales y a tiempo parcial que los hombres, y el denominado techo de cristal, puesto que casi 4 millones de mujeres no llegarían a percibir en el año una retribución equivalente al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), es decir, el 44% del total de las ocupadas.

Finalmente, lamentar que la ocupación de la mujer disminuya conforme aumenta el nivel de retribuciones de los puestos de trabajo, de forma que la presencia femenina cae por debajo del 40% en puestos retribuidos a partir de los 44.100 euros, hasta ocupar menos de una cuarta parte de los puestos de más de 94.500 euros, o ser menos de dos mujeres de cada diez puestos directivos que cobran más de 126.000 euros anuales.

¡Basta ya! Acabemos con estas desigualdades para lograr una sociedad más justa y mejor. Es tarea de todos. Y de todas.

Carlos Cruzado, presidente de los Técnicos de Hacienda (Gestha)

¿Por qué acabar con la brecha salarial?