jueves. 28.03.2024
educacion

Que el Decreto de escolarización recientemente aprobado por la la Junta de Andalucía perjudica a la Educación Pública, es de una evidencia tal que hasta su propio Consejero de Educación, Javier Imbroda, no pone en duda, pues el mismo determina que en los municipios donde haya centros concertados, las familias cuenten con la máxima puntuación por domicilio para matricular a sus hijos en este tipo de centros, aun sin que se encuentre en su zona de residencia.

Quien así actúa no puede calificarse de buen gobernante, sino de todo lo contrario, pues atentar contra Público es romper con la igualdad, y eso es de gente villana. El Servicio Público es lo que tiene: que es un servicio y que es público. Es el que ofrece a la ciudadanía un conjunto de prestaciones universales (es decir, sin exclusiones), para todos los colectivos que necesiten de ellas y que lo han de ser sin discriminación alguna.  Y el nuevo Gobierno Andaluz ha atentado contra uno de eso servicios públicos, el servicio educativo, que es el que nos concierne. Desde nuestra óptica educativa, hemos de insistir, remedando un viejo aforismo, en que lo bueno, si público, dos veces bueno. Porque la Enseñanza Pública se centra y se concentra en la educación en valores, aunque esto último suene ya redundante. Pero hay que seguir insistiendo hasta que deje de ser reivindicación y se convierta en una realidad fulminante. Los valores son tantos y muchos: la igualdad, la solidaridad, la tolerancia, las diversas luchas contra los odios y fobias por sexo, raza, condición sexual, origen (social y demográfico), y un largo (demasiado largo) etcétera.

El día 4 de marzo toda la comunidad educativa andaluza tiene el deber de defender la Enseñanza Pública haciendo huelga, dejando los centros como un erial, alzando su voz contra los que quieren acabar con la educación de todos y de todas, la Pública

La educación ayuda a la persona a aprender a ser lo que es capaz de ser. Ahí está el secreto. Y ahí está la clave que define mejor a la Enseñanza Pública. Es la que garantiza de largo este principio. O mejor dicho, este objetivo. Para aprender a ser lo que se es capaz de ser se requieren unas garantías clave: la educación en igualdad, en solidaridad, en tolerancia. Y tanto de forma activa, defendiendo y practicando esas condiciones con respecto a los demás, como pasiva, siendo defendidos y recibiendo de los demás el trato en igualdad, en solidaridad en tolerancia. Esa conjunción es vital.

Y esa vitalidad la garantiza la Enseñanza Pública y no la que segrega, la que nos concibe y nos profundiza como desiguales. Por eso, el reciente cambio normativo va a permitir que se profundice en la desigualdad ensanchando la brecha que todavía existe, condenando a quienes siempre han recibido menos a seguir recibiéndolo. Y por eso hemos de poner en práctica los principios de solidaridad que defendemos uniéndonos a esta movilización que no va a repercutir en beneficio directo y exclusivo nuestro, sino de la sociedad en general y de nuestro alumnado en particular, que, si triunfamos, se verá afectado por lo que decíamos más arriba: “la educación ayuda a la persona a aprender a ser lo que es capaz de ser”. Y le pongo comillas sencillamente porque no es frase original mía, sino de alguien que la dijo hace muchísimos siglos: Hesíodo.

Por lo que no queda otra que luchar con uñas y dientes para conservar la buena cosecha sembrada hasta ahora. Si se pierde, no perderán solo los afectados perderemos todos. Y por tanto, el día 4 de marzo toda la comunidad educativa andaluza tiene el deber de defender la Enseñanza Pública haciendo huelga, dejando los centros como un erial, alzando su voz contra los que quieren acabar con la educación de todos y de todas, la Pública.


Diego Molina Collado | Secretario General de la Federación de Enseñanza de CCOO de Andalucía

Huelga por la defensa de la enseñanza pública andaluza