jueves. 25.04.2024
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Intervención de Manuel de la Rocha en la asamblea de Izquierda Socialista de Madrid celebrada el pasado 4 de septiembre. (Foto facilitada por Alfonso Roldán)

El próximo fin de semana, Izquierda Socialista, única corriente estatutariamente existente en el PSOE, celebra el 40 aniversario de su fundación. El destino, empujado por la pandemia, ha querido que los actos conmemorativos se hayan retrasado hasta el próximo fin de semana, una vez concluido el Congreso Federal de la corriente y ya en el escenario del 40 Congreso Federal del PSOE.

El hecho es que este tiempo ha propiciado que las relaciones entre el PSOE y su corriente de opinión se normalicen tras unos años de incomprensiones e incomunicaciones mutuas. Sin duda es difícilmente explicable que se dé un Gobierno de coalición en España entre fuerzas progresistas y que el ala izquierda del PSOE viviera en el ostracismo, evidentemente por responsabilidades compartidas.

La participación activa del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, el domingo 12 de septiembre, en las jornadas que conmemoran este aniversario; así como las intervenciones la tarde anterior de Pilar Llop, ministra de Justicia y Carmen Calvo, exvicepresidenta del Gobierno, son muestra de la recomposición de Izquierda Socialista y la necesaria presencia de ese “Pepito grillo” en el interior del PSOE. El propio Pedro Sánchez, que si se lo permite la agenda participará en la clausura, siempre ha tenido algo de insistente “Pepito grillo”.

Mucho ha llovido desde que el 16 de noviembre de 1980 se fundara formalmente Izquierda Socialista con un Manifiesto Fundacional encabezado por Luis Gómez Llorente, Pablo Castellano, Francisco Bustelo, Manuel Turrión, Joaquín Martínez Bjiorkman, Manuel Sánchez Ayuso, Elvira Domingo, Alonso Puerta, Carlos López Riaño, Manuel Abejón y Manuel de la Rocha al que se sumaron multitud de militantes.

Medio año antes, en septiembre de 1979 se llevaba a cabo el XXVIII Congreso del PSOE, famoso por la coyuntural dimisión de Felipe González y por su contundente proclama: “Hay que ser socialista antes que marxista”. A los cuatro meses de la dimisión se llevó a cabo otro Congreso Extraordinario y Felipe González terminó siendo secretario general gracias al apoyo del alma “social liberal”. La reacción del ala de la izquierda fue inmediata y supuso que miles de militantes se aglutinaran en Izquierda Socialista con Luis Gómez Llorente como referente.

A partir de ahí, siempre con una lealtad a veces incomprendida, ha criticado y tomado posiciones diferentes a la estructura del PSOE. Así, se posicionó contra la OTAN en el referéndum propiciado por Felipe González, cuando el mundo se encontraba dividido en dos bloques; se posicionó a favor del sindicalismo de clase de UGT y CCOO en la Huelga General del 14-D de 1988; defendió el estado de Derecho frente a la guerra sucia; se mostró contraria a la reforma del artículo 135 de la Constitución…, y en el interno del PSOE abanderó la realización de primarias internas, fórmula que llevó a Pedro Sánchez a la Secretaría General del PSOE y a la presidencia del Gobierno y fórmula muy positiva si se afianza el espíritu federal, también en el funcionamiento interno del Partido Socialista.

A diferencia de la “casa común” propugnada en su día por el guerrismo, desde Izquierda Socialista se abogó siempre por la “causa común” de la izquierda, la unidad de acción de la que tanto saben CCOO y UGT, circunstancia ésta que hoy se vive en España con una Gobierno de coalición y que impulsa el acuerdo entre los agentes sociales.

Paradójicamente, la crisis de Izquierda Socialista vino de su éxito en las primarias de 2014, momento en el que el candidato, José Antonio Pérez Tapias, logró el apoyo de 20.000 militantes, insuficientes para ganar, pero muy grande para crecer en influencia interna. Sin conocimiento para discernir los porqués, el hecho es que Izquierda Socialista cayó en cierto ostracismo en el momento en que debería haber sido más visible y trascender con mayor ímpetu.

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En este mes de septiembre, cuarenta años y un poco más, Izquierda Socialista apunta maneras con las jornadas del fin de semana y la materia gris que allí se dará cita. En palabras de Manuel de la Rocha Rubí, coordinador del evento, “cada ponente tratará su tema desde el punto de vista de las propuestas de la Ponencia Marco realizada para el 40 Congreso del PSOE y expondrá también los puntos críticos”.

El futuro inmediato, con la transversalidad del internacionalismo socialista, está sobre la mesa, literalmente sobre las mesas: memoria histórica, igualdad, modelo territorial, Europa, economía, empleo, digitalización, medio ambiente… El evento será en la sede madrileña de UGT (Avenida de América, 25), que tiene un gran espacio para que la entrada sea libre hasta completar el aforo.

40 años en la izquierda del PSOE