viernes. 29.03.2024
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Este sábado 1º de Mayo volvemos a las calles. Y lo hacemos después de más de un año de pandemia y meses de confinamiento que nos obligaron a celebrar el pasado Primero de Mayo de manera muy diferente a lo acostumbrado.

La celebración del Día del Trabajo el primero de mayo ha constituido, por historia y por visibilidad, la máxima exaltación reivindicativa de la clase trabajadora. Por historia, y nunca está de más recordarlo, puesto que conmemora 131 años de pugna sindical en España. Un desafío siempre presente, tanto en la pretensión de mejorar nuestras condiciones de trabajo, como por conservar derechos que hoy nos parecen “llovidos del cielo”, pero que constaron, literalmente, de sangre y lágrimas. Por visibilidad, puesto que tal efeméride estaba asociada a multitudinarias concentraciones, a una toma pacífica de las calles. Un centenario ejercicio de libertad que nos permitía, por un lado, vindicar la vigencia del movimiento obrero; y, por otra parte, más coyuntural, protestar ante atropellos legislativos o patronales, o exigir legítimas mejoras en las condiciones de trabajo.

Pero incluso un derecho fundamental como el de manifestación y reunión ha sufrido los rigores de la pandemia. El 1º de Mayo de 2020 se iba a desarrollar en medio de un confinamiento domiciliario desconocido en décadas, con una sociedad en shock y con una incertidumbre que embargaba cualquier movimiento. Creemos que un año después debemos volver la vista atrás.

UGT, sin embargo, fue capaz de comprender que la celebración de nuestro día no podía, ni caer en el olvido, ni hacerse de menos. Al revés, sabíamos que, si alguien iba a sufrir en esta pandemia, era la clase trabajadora y, especialmente, los más desfavorecidos, los más vulnerables, los empleos más precarizados. Por ello bautizamos aquel día, en unión con CCOO, como el día del “Trabajo y servicios públicos: otro modelo social y económico es necesario”. Un año después, aquella afirmación no podía ser más acertada.

1mayo2020A pesar de las injustas críticas de los de siempre, si algo define a UGT es su capacidad para adaptarse, movilizarse y responder a los retos a que nos somete la realidad. En un tiempo récord, envidiable para la mayoría de las organizaciones de este país, en un alarde de coordinación, colaboración y militancia, UGT y CCOO organizamos un Primero de Mayo plenamente virtual. Cambiamos las calles, las pancartas, las canciones y los megáfonos por pantallas, hashtags, streaming y post. Hicimos bueno el dicho de años anteriores (siempre igual; siempre diferente) y moldeamos un Primero de Mayo único, pero igualmente emotivo. Partiendo de la que debía ser la escaleta habitual de un 1º de Mayo normal, programamos e impulsamos acciones en las redes sociales desde las 8:30 de la mañana hasta las 20 horas de la tarde, incluyendo una manifestación virtual desde todos los puntos de España desde las 12 a las 14 horas, con fotografías, vídeos, artículos, entrevistas y con las intervenciones de los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo. Y todo ello culminado con dos conciertos virtuales: uno de ámbito nacional, con 30 actuaciones musicales, y otro internacional, en el que participan artistas de más de 17 países, con el objetivo revindicar un mundo más justo y rendir homenaje a las víctimas del Covid 19 y a todas las personas trabajadoras, en especial la de los servicios esenciales. Acciones que tuvieron un claro reflejo en los medios de comunicación tradicionales, cuestión no menos importante porque gran parte del éxito en las redes es superar sus difusas fronteras y encontrar eco en esos otros medios.

Esta acción tan emocionante en un contexto como aquel, paradójicamente, su éxito se debe demostrar con fríos datos. Estos, son tan extraordinarios, que merece la pena mencionarlos: en los medios tradicionales se generaron casi 900 noticias en medios de comunicación de prensa, radio, televisión y digitales, tanto estatales como autonómicos o locales; el Primero de Mayo de 2020 pasó de ser la noticia al uso de años anteriores a sumar 77 minutos de radio y en 92 minutos de televisión en sólo dos días. Alcanzamos la asombrosa cifra de 500 noticias en prensa. Una barbaridad si tradujésemos a términos de inversión publicitaria que superaría los siete millones de euros.

Pero en donde la celebración cobró su auténtica dimensión fue en el ciberespacio: 4 millones de impactos en Twitter, alcanzando el estatus de tendencia; incrementamos un 542% nuestras visualizaciones en YouTube, canalizando accesos desde orígenes tan variados como WhatsApp, la web o Facebook; en esta misma red social crecimos un 158%, sólo en ese día; las búsquedas en Google relacionadas con nuestras siglas llegaron hasta el 21 millones de clics; la campaña en Instagram superó el millón de impactos; nuestros perfiles eran mencionados y visitados masivamente; multiplicamos los accesos desde dispositivos tales como el móvil, tabletas o videoconsolas hasta guarismos nunca vistos hasta la fecha.

Nuestra huella digital incluso traspasó nuestras fronteras, aumentando exponencialmente el tráfico de Internet hacia los países de habla hispana, con una rueda de prensa en directo de Pepe Álvarez y Unai Sordo que superó los 320 medios de comunicación en todo el mundo. Otro hito sin precedentes.

El movimiento sindical no solo está vivo, sino que goza de una excelente salud y capilaridad. Seguimos siendo imprescindibles. Seguimos siendo fuertes

Pero lo realmente llamativo, y de los que nos sentimos más orgullosos, fue el sentido y la orientación de las noticias, los comentarios, las intervenciones...: ganó por unanimidad la positividad, el respaldo y la unión. La prueba definitiva de que el movimiento sindical no solo está vivo, sino que goza de una excelente salud y capilaridad. Seguimos siendo imprescindibles. Seguimos siendo fuertes.

En definitiva, el 1º de Mayo de 2020 se demostró que el movimiento sindical y la Unión General de Trabajadores en concreto son capaces de transformar su acción sindical, de adaptarse a los nuevos tiempos, a las nuevas necesidades. Siempre con los mismos objetivos (defender y mejorar los intereses de las personas trabajadoras), con los mismos valores (progresismo, compromiso, reivindicación, democracia, independencia) y con las mismas herramientas (civismo, solidaridad e igualdad). Solo cambian los lugares, sean físicos o virtuales.

Este año volveremos a las pancartas, con todas las medidas de seguridad y prevención frente al COVID-19, para volver a festejar el Día Internacional del Trabajo y reivindicar, una vez más, más y mejor empleo y mejores derechos para los trabajadores y trabajadoras. Nos vemos el sábado en las calles.

José Varela | Responsable de Digitalización en el Trabajo de UGT

1 de Mayo: de la manifestación virtual a las calles