domingo. 02.06.2024
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La inteligencia canina o cognición canina es el proceso donde los perros adquieren, almacenan en su memoria, recuperan, unen, comparan y utilizan información sobre situaciones nuevas y habilidades conceptuales.

Algunos estudios han revelado que los perros muestran numerosas conductas relacionadas con la cognición. Tienen habilidades de memoria avanzadas y son capaces de leer y reaccionar apropiadamente al lenguaje del cuerpo humano, como los gestos y señales, y de entender las órdenes dadas por los humanos.

Sin embargo, es cuestionable que la evolución cognitiva de los humanos y de los animales pueda ser llamada "independiente". Las capacidades cognitivas de los perros inevitablemente han sido moldeadas por la existencia de contacto con los humanos, aprenden rápidamente el significado de las palabras, muestran una predisposición cognitiva y manifiestan emociones similares a las de los humanos.  Como resultado de esta evolución física y social, muchos perros responden fácilmente a indicaciones comunes de los humanos, aprenden rápidamente el significado de las palabras, muestran una predisposición cognitiva y manifiestan emociones que parecen ser un reflejo de las emociones de los humanos.

No es de extrañar que tu perro pueda aprender a sentarse cuando le dices "siéntate" y venir cuando lo llamas. Pero un estudio que apareció el 22 de marzo pasado, en la revista Current Biology, ha hecho el descubrimiento inesperado de que los perros generalmente también saben que ciertas palabras "representan" ciertos objetos. Cuando los perros escuchan esas palabras, los registros de actividad cerebral sugieren que activan una representación mental coincidente en sus mentes.

"Los perros no solo reaccionan con un comportamiento aprendido a ciertas palabras", dice Marianna Boros, del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd, Budapest, Hungría, una de las coautoras del artículo.

Tampoco se limitan a asociar esa palabra con un objeto basándose en la contigüidad temporal sin entender realmente el significado de esas palabras, sino que activan un recuerdo de un objeto cuando escuchan su nombre.

Las pruebas de comprensión de palabras con individuos que no hablan, como bebés y animales, por lo general requieren una elección activa, dicen los investigadores. Se les pide que muestren o obtengan un objeto después de escuchar su nombre. A muy pocos perros les va bien en este tipo de pruebas en el laboratorio, a menudo recogiendo objetos correctamente a un ritmo esperado por el azar.

Los investigadores querían observar más de cerca la comprensión implícita de los perros de las palabras objeto midiendo la actividad cerebral mediante un electroencefalograma (EEG) no invasivo sin pedirles que actuaran. La idea era que esto podría ofrecer una medida más sensible de su comprensión del lenguaje.

En sus estudios, hicieron que 18 dueños de perros dijeran palabras para juguetes que sus perros conocían y luego les presentaran los objetos. A veces presentaban el juguete a juego, mientras que otras veces presentaban un objeto que no coincidía. Por ejemplo, un dueño diría: "Zara, mira, la pelota" y presentaría el objeto mientras la actividad cerebral del perro se capturaba en el EEG. Había un intervalo de dos segundos entre el momento en que los dueños decían la palabra de un objeto y se lo mostraban, una condición que favorecía la interpretación de que los perros entendían las palabras en lugar de simplemente asociarlas con el objeto, argumentaban los investigadores en el estudio.

Los resultados de las grabaciones cerebrales mostraron un patrón diferente en el cerebro cuando a los perros se les mostró un objeto coincidente frente a uno no coincidente. Eso es similar a lo que los investigadores han visto en humanos y es ampliamente aceptado como evidencia de que entienden las palabras.

Los investigadores también encontraron una mayor diferencia en esos patrones de palabras que los perros conocían mejor, lo que ofrece más apoyo para su comprensión de las palabras objeto. Curiosamente, aunque los investigadores pensaron que esta capacidad podría depender de tener un gran vocabulario de palabras objeto, sus hallazgos mostraron que no es así.

"Debido a que los perros típicos aprenden palabras de instrucción en lugar de nombres de objetos, y solo hay un puñado de perros con un gran vocabulario de palabras objeto, esperábamos que la capacidad de los perros para la comprensión referencial de las palabras objeto estuviera vinculada a la cantidad de palabras objeto que conocen; pero no lo era", dice Lilla Magyari, también de la Universidad Eötvös Loránd y la Universidad de Stavanger, y la otra coautora.

"No importa cuántas palabras objeto entienda un perro, las palabras conocidas activan las representaciones mentales de todos modos, lo que sugiere que esta capacidad está generalmente presente en los perros y no solo en algunos individuos excepcionales que conocen los nombres de muchos objetos", agregó Boros.

El descubrimiento de que los perros, como especie, pueden tener la capacidad de entender las palabras de una manera referencial, al igual que los humanos, podría remodelar la forma en que los científicos piensan sobre la singularidad de cómo los humanos usan y entienden el lenguaje, dicen los investigadores.

Esto tiene implicaciones importantes para las teorías y los modelos de evolución del lenguaje. Para los dueños de perros, también es una realización importante.

Los investigadores ahora tienen curiosidad por saber si esta capacidad de comprender el lenguaje referencial es específica de los perros o si también podría estar presente en otros mamíferos. De cualquier manera, quieren aprender más sobre cómo surgió esta habilidad y si depende de la experiencia única de los perros de vivir con las personas. También quieren saber por qué, si los perros entienden las palabras objeto, la mayoría de ellos no lo muestran.

Datos clave del estudio:

  1. Los perros pueden activar la memoria de un objeto cuando escuchan su nombre, lo que sugiere que entienden que las palabras representan objetos específicos, no solo responder a ellos con un comportamiento aprendido o asociar palabras con objetos en función de la contigüidad temporal.
  2. Utilizando un EEG no invasivo para medir la actividad cerebral, los investigadores observaron diferentes patrones cerebrales en los perros cuando se les presentaba un objeto coincidente frente a uno no coincidente después de escuchar el nombre del objeto, lo que indica una comprensión más profunda de las palabras del objeto.
  3. El estudio encontró que la capacidad de un perro para comprender el lenguaje referencial está generalmente presente en los perros y no depende del tamaño de su vocabulario de palabras objeto, desafiando la idea de que solo los perros con un gran vocabulario de palabras objetivo pueden entender el lenguaje referencial.

Por último, compartir esta reflexión de Mark Twain:

“Recogéis a un perro que anda muerto de hambre, lo engordáis y no os morderá. Esa es la diferencia más notable que hay entre un perro y un hombre”.

Cómo los perros hacen coincidir palabras con objetos