jueves. 28.03.2024

“Trillo, Yak el destripador”

Por Sonia Carrasco | No puedo definir a Federico Trillo, con otro adjetivo que no sea “destripador”, pues ha rasgado las entrañas de los familiares de las 62 víctimas del trágico “accidente” (para mi, imprudencia inmensa, gravísima), con sus últimas declaraciones en relación al Yak-42.

Y para más inri esas declaraciones del Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en las que textualmente dice al respecto “eso ya está sustanciado judicialmente, lo que había que sustanciar, desde hace muchísimos años”, como si el dolor de los familiares tuviera fecha de caducidad por haber pasado 13 años de la tragedia.

El colmo de las declaraciones, las del actual Ministro de Justicia, Rafael Catalá, afirmando que ni el Gobierno y ni el exministro de Defensa deban de pedir perdón, ya que no se ha acreditado su responsabilidad en el mismo. Algo despistado debe de andar el Sr. Ministro de Justicia, pues como saben, el Consejo de Estado, el día 20 de octubre, aprobó por unanimidad la responsabilidad del Ministerio de Defensa del Gobierno de España en la tragedia del Yak-42. Ministerio, cuyo máximo responsable en el momento de los hechos era Federico Trillo.

Y no metiéndome aún en las “entrañas” del asunto, el Sr. Federico Trillo, tiene la desvergüenza de “amenazar” con su famoso “Aquiétense, criaturas” a todos aquellos que hemos pedido su cese inmediato y cuestionar si es apto o no para incorporarse al Órgano que precisamente ha aprobado la responsabilidad de su Ministerio de Defensa y por tanto de su persona por entonces.

Muchas han sido las mentiras, muchos los errores cometidos en la investigación, en identificación de las víctimas, en el dinero presupuestado para los vuelos de nuestros soldados, entre otras muchas más cosas.

Solo 32 militares identificados, de los otros 30, mejor no hablar, por el dolor que se les puede causar a sus familiares; pero lo voy hacer.

Se llegaron a meter restos de tres cuerpos diferentes en un mismo féretro, en un ataúd, un forense determinó que había un cuerpo donde uno de los pies calzaba un 43 y el otro un 45.

¿Por qué tanta prisa, Sr. Trillo en cerrar este asunto? ¿Por qué tantos engaños? ¿Qué temía usted? Si el Ministro hubiera tenido el mismo interés en garantizar la seguridad de nuestros militares que puso a la hora de acelerar los funerales, probablemente hoy, los nuestros, seguirían vivos.

El Sr. Trillo sabe y es consciente que se identificaron de forma aleatoria a 30 de las víctimas. El proceso judicial de las irregularidades acabó en 2009, que culminó con la condena a tres años de cárcel para el General Vicente Navarro (a quién Trillo encargó la repatriación de los cuerpos) y dos años de cárcel para los Comandantes José Ramón Ramírez y Miguel Ángel Sáez, el primero falleció antes de cumplir condena y los Comandantes fueron indultados por el Gobierno del Sr. Rajoy, ahí es nada. Otro desgarro de entrañas para las familias.

Los propios militares fallecidos habían interpuesto quejas porque el avión era inseguro, faltaba una de las cajas negras, la tripulación no tenía formación para viajar, llevaban también 24 horas de vuelo sin descansar, no había seguro, contratos desaparecidos o “irregulares”, una serie de acontecimientos que hizo posible la mayor negligencia de un Ministerio de Defensa en nuestra democracia.

El Sr. Trillo debió velar por las condiciones en las que viajaban nuestros soldados, militares que ya de por si cumplían misiones de riesgo en Afganistán y al final acabó con ellos un avión sin las condiciones de seguridad adecuadas.

Su sucesor en el Ministerio de Defensa, José Bono, comprobó que las identificaciones de 30 de nuestros militares fueron falsas, averiguó que de los 149.000 euros pagados por el Yak-42, solo unos 36.500 euros los cobró la compañía que operaba el avión siniestrado.

La nueva Ministra de Defensa, Mª Dolores de Cospedal, ha asumido el dictamen del Consejo de Estado sobre el Yak-42, incluyendo la responsabilidad del Ministerio de Defensa en aquella época. Así se lo hizo saber el pasado 10 de enero a los familiares en reunión mantenida con ella; aunque la palabra “perdón” no salió de boca de la Ministra. Esperemos que estas palabras, este apoyo que la Ministra ha transmitido a las familias no caiga en saco roto, porque en definitiva y citando palabras del Presidente de la Asociación de Afectados por el Yak-42, “Indultando a los criminales y persiguiendo a las familias no se honra a los militares muertos”.

Por mi parte decir que se les honra haciendo Justicia y asumiendo responsabilidades tanto a nivel político como patrimonial, bastante desgarro han sufrido estas familias, bastante dolor han soportado, de lo contrario... “Aquiétense, criaturas”.

“Trillo, Yak el destripador”