viernes. 29.03.2024

La superpoblación, el mayor reto del futuro

superpoblación

Es sorprendente cómo el ser humano tiende a evitar determinados problemas, o incluso a pensar en soluciones fantásticas de dudosa realización

Por Gerardo Macías | Hoy día la población mundial supera los 7.000 millones de personas, y algunas predicciones sitúan la cifra en 9.700 millones en 2050 y 11.200 a finales de siglo. Sin embargo, éramos unos 1.650 millones en el año 1900, y 2.500 millones en 1950. Además, siempre se ha afirmado que el crecimiento de la población mundial durante los últimos 200 años, así como el estilo de vida que hemos llevado y llevamos, ha sido posible gracias al uso generalizado de combustibles fósiles, especialmente el petróleo, elemento que está condenado al desuso. A pesar de ello, no abunda en el ideario colectivo ni en el discurso político la convicción de que esta tendencia es insostenible. Es sorprendente cómo el ser humano tiende a evitar determinados problemas, o incluso a pensar en soluciones fantásticas de dudosa realización.

Tal y como obviamos la idea de la muerte, tendemos a pensar en el corto plazo, y así ocurre con la sostenibilidad del medio ambiente y los retos a los que se enfrentarán las generaciones futuras. Sin embargo, la espada de Damocles se encuentra sobre nosotros, y los riesgos de evitar los efectos de la superpoblación podrían resultar devastadores.

No sólo el espacio es limitado en nuestro planeta, sino que también lo son determinados recursos indispensables para la población, como la tierra cultivable, el agua potable o los recursos minerales. De esta forma, no sólo hablamos aquí de la mera supervivencia del género humano, sino de la calidad de vida que tendrán las generaciones futuras.

La idea no es en absoluto original. Ya en el siglo XVIII Thomas Malthus predijo que la población humana aumentaría hasta depredar los recursos de la Tierra, momento en el que sucedería una hambruna que la reduciría drásticamente. De esta forma, quienes comparten esta tesis o alguna similar son tachados, peyorativamente he de decir, de malthusianos.

Sin embargo, la superpoblación es un problema no sólo grave, sino que se agrava. Deberíamos plantearnos qué será de los más de 11.200 millones de personas que habitarán este mundo en el año 2100 si no encontramos una alternativa viable al petróleo, o como recientemente sugirió Stephen Hawking, si no hemos avanzado en la idea, ahora ya no tan descabellada, de colonizar otros planetas para ese entonces. Todo ello sin olvidarnos del impacto que tendrá dicha población sobre el medio ambiente.

Otra de las consideraciones a a tener en cuenta es la pervivencia de los sistemas públicos de pensiones. En efecto, aunque no todos los países gozan de ello, no son pocos los que, como España, consideran el bienestar de sus mayores como una prioridad que debe ser garantizada por el Estado. De esta forma, un envejecimiento de la población debido a una baja tasa de natalidad tendería a provocar un colapso de dicho sistema, colapso que por otra parte se produciría inexorablemente debido a que la población tendrá que dejar de crecer en algún momento. Así, éste será otro de los retos a los que tendrá que enfrentarse la humanidad.

La superpoblación, el mayor reto del futuro