sábado. 27.04.2024

El ruido (8)

Nunca lo hubiera sospechado. Sus vecinos le están ayudando a conocerse mucho mejor...

Nunca lo hubiera sospechado.

Sus vecinos le están ayudando a conocerse mucho mejor que los consejos del más cualificado de los psiquiatras. Y, encima, sin gastarse un euro.

Cada día que pasa, especialmente a la hora de la siesta, consiguen sacar a flote aspectos inéditos de su personalidad, y que él consideraba propios de gente sin educación y sin cultura.

Sentirse en posesión de estas nuevas cualidades le produce tal frustración que, en esas condiciones, le es imposible salir a la calle. Está convencido de que perpetraría alguna fechoría de la que, después, tendría que lamentarse el resto de su jubilación.

Ya lo hizo una vez y fue horrible. Y todo por llamar la atención a un hombre que pretendía enseñar a chiflar a su hijo… en un bar. Menos mal que intervino la policía municipal.

Pero, quizás, lo más llamativo de estos hechos es que no haya intercambiado jamás una palabra con sus vecinos. Y, sin embargo, son ellos, y solamente ellos, eso sí, con la ayuda inestimable de una aspiradora y del movimiento tan brusco como estridente que imprimen a sus muebles cuando los mueven, quienes han conseguido que aspectos oscuros de su yo se le aparezcan tan claros como temibles.

Es, entonces, cuando sucede algo milagroso en sus apreciaciones.

En lugar de insultarlos siete veces mil por no dejarle echar una siesta apacible de una hora y por aturdirle el corazón todos los días a las siete de la mañana y a las doce de la noche con el despreciable runrún de una aspiradora y la solidaridad ruidosa de una secadora, los maldice cien mil veces por revelarle la posesión de unos instintos de asesino que creía lejos de su sentido kantiano de la existencia.

Le produce pavor que una vida como la suya, dedicada al cumplimiento de sus responsabilidades democráticas, se pueda ir al traste por la inconsciencia estridente de unos vecinos sordos a las tonalidades de los otros.

Un día de estos se han de enterar en qué lo han convertido.

El ruido (8)