viernes. 29.03.2024

Y en esto llegó Cañamero

Tras el titular `Carrusel de truculencias en el Congreso de los Diputados´, Antonio Santamaría reflexionaba en El Viejo Topo el 21 de julio sobre la “pasada y fallida legislatura”, en la que “los grupos de la oposición decidieron darle un correctivo al PP, que había abusado de su mayoría absoluta, y votar a Patxi López como presidente de la cámara”. “En esta”, sin embargo, “se han invertido los papeles. Ana Pastor, una persona de la máxima confianza de Mariano Rajoy, ocupará este cargo en el vértice de la arquitectura institucional del Estado. Pastor, mientras ostentaba en funciones el ministerio de Fomento, se negó a acudir al Congreso a dar cuentas de su gestión, lo cual arroja espesas sombras de duda sobre su respeto a la cámara que ahora preside”.

“En definitiva -añade Santamaría-, lo observado en la elección de la presidencia y la mesa del Congreso tiene un efecto profundamente depresivo entre quienes confiaban que las consecuencias sociales de la crisis económica y el desgate del sistema de partidos, asediado por escándalos de corrupción, iban a propiciar reformas estructurales y cambios profundos en la vida pública del país”. Según parece, no pudo ser. Y en esto llegó Cañamero.

El diario Abc hacía saber ese día 21 que el diputado de Unidos Podemos por Jaén había firmado ese jueves “ante notario la renuncia de su aforamiento como diputado del Congreso porque no quiere tener `ningún privilegio respecto a los demás ciudadanos´. `El hecho de ser diputado no puede suponer tener una categoría superior a la del pueblo porque el pueblo te elige como representante para defenderlo, no para defenderte tú con privilegios, sea de dinero o de posición política´, ha señalado Cañamero en declaraciones a Europa Press tras firmar esta renuncia a las 10 horas en una notaría de Sevilla”. ¿Cuál ha sido la reacción de nuestras señorías y de los `media´ a la decisión de Cañamero?

Aforados y forrados

Ese mismo día 21, El Huffington Post hacía saber que “Diego Cañamero, diputado de Unidos Podemos, fue entrevistado este miércoles en el programa Espejo Público, en Antena 3, y el tratamiento que recibió ha generado numerosas críticas de los principales miembros del partido” pero eso era tan sólo el prólogo de un nuevo vodevil: `Diego Cañamero facilitó casas y una finca pagada con subvenciones a su familia´ es el titular que da paso al oportuno trabajo de Antonio R. Vega para la edición andaluza de Abc actualizado el primer día de agosto:  “Se ha presentado en el Congreso como el `primer jornalero´ con escaño de España. Convencido de que la historia ha guiado sus pasos hacia la Carrera de San Jerónimo para ser la referencia moral de las `personas normales´ frente a la `casta privilegiada´, Diego Cañamero Valle (Campillos, Málaga, 1956) ha debutado como diputado de Unidos Podemos por Jaén con la promesa de `cambiar al dueño del cortijo´. Sin embargo, su trayectoria en El Coronil, un pueblo de apenas 5.000 habitantes a 58 kilómetros de Sevilla, se compadece mal con esta pose de Robin Hood que ocupa las fincas de terratenientes para entregárselas a los pobres. Durante los diez años que permaneció en la Alcaldía (1987/1991 y 1995/2001) y dos más como primer teniente de alcalde (2001/2003), utilizó su posición de privilegio para `beneficiar´ a sus familiares, según una auditoría interna que realizó el gobierno del PSOE cuando relevó a Izquierda Unida tras 16 años de hegemonía”.

¡Ajá! “Cañamero ejerció el poder como un mayoral en su `cortijo´, a juicio de sus detractores, entre los que se encuentran no solo los socialistas, sino también antiguos dirigentes del Sindicato Obrero de Trabajadores (SOC) —el germen del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT)— que abandonaron en 2003 la organización hastiados por el afán de protagonismo de sus líderes Cañamero y Juan Manuel Sánchez Gordillo (alcalde de Marinaleda), su excesiva vinculación a IU y la deriva hacia un `sindicalismo de espectáculo´, pródigo en asaltos sorpresivos y golpes de efecto que garantizaban fotos y titulares de prensa, pero contribuían poco a inculcar una conciencia social”. Vega asegura que, con Cañamero en el gobierno local, “tres hermanos suyos accedieron a casas de promoción pública de manera irregular gracias a recalificaciones de suelos impulsadas por él. Otra de sus hermanas amplió su vivienda a costa del Consistorio, según la citada auditoría que fue expuesta durante cinco meses en el tablón de edictos del pueblo sin que los aludidos presentaran alegación alguna”. Ahora bien: “Cañamero califica de `falsas acusaciones´ los detalles contenidos en ella y, pese a haberse declarado insumiso judicial, reta a quien lo desee a irse al juzgado”.

Lo que sí hay, entre las filas más conservadoras, es cierta inquietud. Y, quizá por ello, la asociación Abogados Progresistas de España se preguntaba desde principios de agosto en su página digital “¿Porqué el fascismo ataca ferozmente al diputado de `unidos podemos´ diego cañamero? Diego Cañamero, no es un delincuente, pero su intensa labor reivindicativa y valiente ha provocado que acumule numerosas querellas judiciales: Ha sido encarcelado en cinco ocasiones, ha sido acusado en unos 60 juicios y detenido en más de 50 ocasiones”. “En estos momentos -prosigue la nota de la asociación-, está sufriendo un inusitado ataque feroz por parte del fascismo, porque es uno de los pocos sindicalistas que le planta cara al gobierno, a diferencia de la cúpula vendida de UGT y CCOO”.

Atención, pregunta: ¿por qué asociaciones como ésta apenas son consultadas por los medios de comunicación más poderosos? Alejandro Torrús se hacía cargo de una entrevista  a Cañamero en Público, el día 4 de este agosto: “Durante las últimas semanas ha protagonizado tertulias y artículos de prensa que denuncian que benefició a familiares durante su etapa como alcalde de El Coronil. Otras, menos elegantes, lamentan su forma de hablar y esa manera tan andaluza de comerse la `r´ en palabras como programa o progreso. `Programa empieza con p de plagio y de Panamá´, dispara. Pero Cañamero de lo que quiere hablar -y no para- es de los presuntos privilegios de su familiares. `Más preguntas. Quiero más preguntas. Venga. ¿Qué más dicen de mí?´, insiste. De hecho, lo que más lamenta este jornalero sindicalista es que los medios que le critican no le hayan llamado. `Es que no tienen cojones a llamarme. Estoy dispuesto a ir a 13 TV, a Antena 3, a la 14 a la 15 y a la que sea. Que vengan y me investiguen. Si son capaces de encontrar un único privilegio en mi vida o hacia mis familiares yo dimito de todo. ¿Me entiendes? Dimito de todo´, responde airado”.

Cañamero recuerda que hicieron 350 viviendas “durante mi etapa. La primera fue de 16 de viviendas cerca de un castillo que hay en el pueblo. La pusimos a renta y la gente paga 15 euros de renta. En esa promoción no había nadie de mi familia. Después hicimos otra promoción de 11 viviendas. La gente pagaba sobre unos 25/30 euros. Tampoco había nadie de mi familia”. Y continúa de esta guisa “durante más de 20 minutos. Por el camino enumera desde el sonotone que compró con un préstamo de 3.000 euros y que pagó con mensualidades de 113 euros al mes durante tres años a una promoción de 29 viviendas de autoconstrucción, que contó con el visto bueno de la Junta de Andalucía, y en el que entró su sobrina. Además, explica por qué uno de sus hermanos es el único que vive en los terrenos de la cooperativas Tierra y Libertad en El Bosque (Cádiz) y sigue enumerando promociones públicas de El Coronil”.

No se pierdan el siguiente capítulo…

Y en esto llegó Cañamero