domingo. 12.05.2024

Una oportunidad para el cambio en Madrid

Los 20 años de gobierno de la derecha en la Comunidad de Madrid son más que demasiados...

20 años pueden ser muchos o pueden ser pocos para un gobierno. Depende de a qué los dedique. Los 20 años de gobierno de la derecha en la Comunidad de Madrid son más que demasiados. Porque han transformado una comunidad nacida de los valores del progreso, la solidaridad y la participación democrática en una institución opaca, sospechosa y alejada de los ciudadanos. Urge el cambio en Madrid, y ahora tenemos una gran oportunidad.

¿Qué cambiar? Muchas cosas. Para empezar, la derecha ha promovido la economía del pelotazo y la precariedad laboral como patrón único de crecimiento. Pelotazos en el suelo, pelotazos en la vivienda, pelotazos en las concesiones públicas… Y proliferación de contratos basura. Más de nueve de cada diez de los contratos que se firman son temporales, y a menudo con tiempo parcial y salarios a la baja.

La política económica del gobierno regional ha preferido la literatura del pensamiento mágico antes que los manuales al uso, ni tan siquiera los más liberales. Primero vendieron la magia de la Warner, después la magia olímpica, más tarde la magia de Eurovegas, y ahora vuelven a engañar con la magia china o chamartinera. Pero no es con pensamiento mágico como se impulsa el desarrollo económico y los buenos empleos, sino con investigación, innovación, industria, formación, logística…

El modelo social del PP en estos años se ha basado en lo que llaman eufemísticamente la moderna libertad de elección, cuando en realidad han practicado el vetusto “sálvese quien pueda”. Rebajas fiscales para los más pudientes, desmontaje de lo público, copagos y repagos, “cheques” públicos para financiar el sector privado, privatizaciones directas… ¿El resultado? Cada vez en mayor medida, quien quiera acceder a un servicio sanitario, educativo o social de calidad se lo tiene que pagar, si puede, y quien no puede ha de conformarse con un servicio público cada vez más deteriorado, consciente y deliberadamente deteriorado.

El modelo cultural no puede ser más pobre. La cultura en Madrid no vive, sino que sobrevive, a pesar de su gobierno. Grandes contenedores para consumo turístico, pocos recursos repartidos con sectarismo, y poco más. El Madrid de los creadores, de la ebullición cultural, de la cultura popular, está cercado por sus gobernantes. Solo el sacrificio y el coraje de unos pocos productores y creativos sostiene una programación escasa pero interesante. Vaya derroche, cuando Madrid es la capital del español en el mundo, la capital de la mayor pinacoteca, la capital que más centros de enseñanza superior y de pensamiento concentra…

Quizás el mayor deterioro se haya producido en las propias instituciones democráticas de la Comunidad. El parlamento regional está desaparecido, deliberadamente, porque el gobierno fuerza sus sesiones para que se celebren de madrugada, y porque el gobierno silencia a sus portavoces en los medios públicos de comunicación. Telemadrid es la medida de la calidad de la democracia en Madrid: lo público al servicio exclusivo de los intereses del partido que gobierna.

Hace falta un cambio.

Esta es la oportunidad.

Una oportunidad para el cambio en Madrid