Esta Ejecutiva no está desmantelando ninguna Comarca ni está en su agenda de mandato
En estos días estamos asistiendo a través de diferentes canales a una campaña de desprestigio y ataque a la Ejecutiva Regional de CCOO Madrid, personificado en la figura del secretario general. Recordemos que la Ejecutiva sólo lleva constituida desde hace tres semanas. La campaña, según su contenido, no está basada en diferencias de criterio sobre cómo abordar la dirección del sindicato en esta nueva etapa, ya que apenas ha habido tiempo material de poner en marcha aquellas iniciativas que fueron apoyadas de forma mayoritaria por los miles de afiliados y afiliadas de nuestra organización en el reciente Congreso. Por eso, difícilmente podría entenderse o justificarse la crítica a un modelo que aún está dando sus primeros pasos.
Según parece, y a la luz de los argumentos empleados, esas maniobras estarían motivadas por el acuerdo adoptado por la Ejecutiva Regional respecto al establecimiento del porcentaje de personas asalariadas en los órganos de dirección Regional y Comarcal. Un acuerdo que se adoptó siguiendo los criterios recogidos en nuestros documentos organizativos, donde se prioriza dedicar los recursos a la afiliación en su conjunto y no a reforzar las diferentes estructuras de dirección.
De hecho, este acuerdo estableció que el porcentaje no podría ser superior a un 20%, circunscribiéndose a lo aprobado en el 11º Congreso en el Eje 4 de la ponencia “Organizarnos para hacer frente a la realidad”. Creo sinceramente que en estas cuestiones debemos ser rigurosos a la hora de informar y explicar sus contenidos a nuestra afiliación y a la sociedad en general.
En su punto 2.3 del eje mencionado, ‘Revisar la Composición de los Órganos de Dirección’, se indicaba lo siguiente: “Determinar el porcentaje de personas liberadas y asalariadas para cada órgano de dirección, procurando ajustarse a la proporción 80%-20% y garantizar que el tamaño de la empresa de procedencia no suponga una barrera para la participación.”
Además, el punto 1.4 del Código de Conducta de CCOO señala que “se procurará que un volumen mayoritario de los órganos de dirección de las estructuras superiores a la empresa sea ocupado por afiliados asalariados procedentes de una empresa o empleo público, o encuadrados en una sección sindical de empresa o Administración Pública”.
Gran parte del contenido de nuestros documentos congresuales son consecuencia del proceso conocido como Repensar el Sindicato, un proceso que en las CCOO de Madrid fue un éxito, con una participación activa de más de 10.000 afiliadas y afiliados que, mediante asambleas o encuestas, hicieron críticas a la organización. Pero también aportaron reflexiones e ideas que posteriormente fueron la base fundamental para la elaboración de los documentos (Ponencia y Estatutos) del 11º Congreso, y que durante el mismo fueron aprobadas por un 80% de nuestras delegadas y delegados. Debemos destacar que una de las demandas más frecuentes que hicieron las afiliadas y afiliados era reducir el número de dirigentes con dependencia económica del sindicato.
Desde la Ejecutiva Regional sólo pretendemos llevar a cabo los objetivos planteados y aprobados en el 11º Congreso, entre ellos, la necesidad de aumentar la cooperación entre todas las estructuras regionales para poder atender las nuevas realidades laborales definidas por la temporalidad, precariedad y bajos salarios. Y por tanto, con mayores dificultades de encuadre en el sindicato, por el cambio constante de sector laboral o de centro de trabajo de referencia.
Para combatir estas nuevas realidades hemos tomado dos iniciativas inmediatas, la creación de la Secretaría contra el Precariado Laboral y el reforzamiento del territorio con la creación de la Comarca de la Ciudad de Madrid, con el objetivo de dar cobertura y atender a los 1,3 millones de trabajadoras y trabajadores que tienen su actividad laboral en la ciudad de Madrid.
Todos estos objetivos, y otros retos de futuro, los tenemos que desarrollar con menos recursos de los que disponíamos antes de la crisis debido al descenso de la afiliación; los recortes de derechos sindicales en las administraciones públicas; la reducción de tamaño de buena parte de las empresas privadas, con el consiguiente descenso del activo sindical; o la disminución de ingresos por subvenciones, que son factores que nos obligan a replantear la gestión de los recursos como recoge la ponencia aprobada.
En este replanteamiento de la gestión de los recursos debemos de tener en cuenta los intereses de toda la organización y no sólo de una parte. Esto significa, siguiendo los criterios anteriormente expuestos sobre el número de asalariados de las direcciones comarcales, que inicialmente las dos grandes comarcas en número de afiliados (Sur y Henares) dispondrán de dos asalariados sindicales mientras que el resto de comarcas (Las Vegas, Norte, Oeste y Sierra) dispondrán de un solo asalariado sindical. En el caso de la Comarca de la Sierra destacamos que no tendrán ningún asalariado sindical, al disponer todos sus miembros con responsabilidad ejecutiva de horas sindicales en sus respectivas empresas.
En el caso específico de la Comarca Sur, queremos informar que su presupuesto económico para el año 2017 es el prorrogado del año 2016, es decir 750.000 euros, presupuesto que fue aprobado en su día por el Consejo Regional por unanimidad de sus miembros. Con ello se evidencia que esta Ejecutiva no está desmantelando ninguna Comarca ni está en su agenda de mandato.
Parece que una parte de los territorios y organizaciones de rama no han aceptado que el Congreso finalizó el pasado 8 de abril y queremos recordar que las dinámicas gobierno/oposición no tienen cabida en nuestra realidad e historia sindical. En nuestra opinión, debemos huir de abrir falsos debates que no conducen a nada positivo para el sindicato, y dejar de embarrar la organización a través del equivocado uso de algunas redes de comunicación. Aquí queremos recordar que la propia Confederación de CCOO en su Manual de Usos y Estilo en las Redes Sociales, deja meridianamente claro que no se puede dañar públicamente la imagen de CCOO.
No se puede confundir la transparencia y las diferencias en materia de funcionamiento interno, cuyo ámbito de debate más propicio son los órganos de los cuales nos hemos dotado, con el ‘todo vale’ para denostar a la otra parte.
Sabemos de la dureza, pasión e intensidad con la que se vivió el proceso congresual, sustentado en la existencia de dos candidaturas en la mayoría de estructuras de la organización, y que por tanto no iba a ser fácil la integración y el consenso posterior.
Con todo, estamos convencidos de que un debate abierto a la participación, con propuestas y alternativas, si se cree que las decisiones tomadas no son las correctas, es mucho más positivo, constructivo y enriquecedor, que crear desánimo y confusión entre nuestra afiliación y en general entre las trabajadoras y los trabajadores que deben vernos como una herramienta útil en la lucha por sus derechos laborales y sociales. Porque es el momento de pasar a la ofensiva y, por tanto, del trabajo conjunto, la unidad y la cohesión sindical con el único objetivo de dar la batalla contra la desigualdad, la pobreza, el paro y recuperar los derechos y salarios perdidos a través de la movilización y la negociación.