viernes. 29.03.2024

…Y del Brexit al Eurexit

londres

Cameron de la Isla se ha pegado un tiro en el pie y se aleja corriendo, con el rabo entre las piernas, para que le salven ese pie, que no tiene cura, está gangrenado de estupidez y avaricia. Ha jugado con su país y el futuro de millones de jóvenes británicos que no sólo se sienten europeos, son parte integrante y solidaria de un rango superior ¡EUROPA!, que sus viejos no entienden, les aterroriza un futuro del que carecen. Apostando de manera egoísta por un imposible regreso al pasado, más trágico si cabe, por enviar a sus nietos a un futuro incierto. Asistir al té de las cinco es muy inglés; quedarse hasta el cierre es una estupidez.

Sobre la acera del 10 de Downig Street, el Primer Ministro dice que presenta su dimisión, por coherencia con los resultados obtenidos –debería avergonzarle hablar de coherencia-. Lo que no dice, lo que se calla de manera miserable, es que se presentó a las últimas elecciones con la promesa de un referéndum en el que no creía, ante la presión de sus Tories, sin meditar las tremendas consecuencias que supondría someter a la nación al estrés de la división en dos bandos enfrentados. La crispación entre generaciones, enarbolando banderas como propias, como si estuvieran en una calle cualquiera de un país llamado España, que utilizó la roja y gualda para enfrentarse unos contra otros.  Nunca, hasta ahora, se había utilizado la Union Jack de manera fratricida. Gran Bretaña soltará amarras del puerto de Calais y navegará a la deriva por mares llenos de tiburones financieros, ávidos de venganza, por irse al garete sus ocultas intenciones de inocular el virus del TTIP en el corazón de Europa.

Una Europa que amaneció en pánico bursátil, hogueras bancarias y soflamas de míseros políticos poniendo el acento en sus propios intereses. Para asombro general, el más rápido de la clase fue el presidente en funciones de Rajoy, que nos habla del voto sensato en el plato, al lado del alcalde con un vaso en la cabeza. Todos culpan a todos, somos un país de chirigota. El último en salir que apague la luz y cierre la puerta…por fuera. El Presidente de la República Francesa François Hollande, se dirige a los franceses asegurándoles que no le temblará el pulso… y no continuo porque resulta patético. Un presidente que se pone calzado de drag queen para aparentar altura de miras, cuando tiene a sus ciudadanos en pie de guerra, una situación que nos recuerda a aquel Mayo del 68.

Hemos pasado en poco tiempo de un intento de GREXIT al BREXIT, sólo que en esta ocasión se trata del 2º mayor contribuyente neto de la UE (12.400 M €). Los grandes responsables de esta UE de los mercaderes tienen nombre propio y viven en cancillerías fortificadas. Angela Merkel y su corrupto ministro de Finanzas, Wolfgang Schaüble. Por otra parte, la Troika: Mario Draghi, Presidente del BCE, Christine Lagarde, imputada por corrupción en su país, Presidenta del FMI y Jean Claude Junker, Presidente de la Comisión Europea. Todos ellos mercenarios a sueldo de oscuros despachos. Tras ellos toda una troupe de presidentes mediocres y pueblos xenófobos que olvidan su propia historia.

Llegan los tiempos del EUREXIT, la demolición controlada de la UE como nido de mercaderes, de enviar al desierto a los buitres carroñeros vestidos de negro, al acecho de primas en riesgo. Llegan los tiempos de la refundación de aquel ilusionante tratado de Maastricht que los dirigentes han corrompido. Llega el tiempo del resurgir, cual Ave Fénix, de los Estados Unidos de Europa.

…Y del Brexit al Eurexit