viernes. 29.03.2024

Ministra: no somos chivatos

Este gobierno no sólo pretende dejarnos sin las coberturas sociales que conseguimos tras décadas de lucha sino que además quiere convertirnos en chivatos y seres rastreros. Conmigo no cuenten...

Este gobierno no sólo pretende dejarnos sin las coberturas sociales que conseguimos tras décadas de lucha sino que además quiere convertirnos en chivatos y seres rastreros. Conmigo no cuenten...

No tienen suficiente con haberse cargado el trabajo de años y haberse convertido en los destructores del estado de bienestar que disfrutábamos que ahora quieren que seamos igual de rastreros que ellos.

La Ministra de Trabajo pretende que a través de una web y de forma anónima denunciemos a diestro y siniestro. Si alguien tiene algo que denunciar ( y hay muchas cosas intolerables, demasiadas) tienen otros cauces:  los Tribunales, los sindicatos o los medios de comunicación. Pero siempre dando la cara.

¿Se han parado a pensar la cantidad de vendettas personales que pueden resurgir a base de denuncias anónimas?.

Pretenden instaurar la cultura del chivatazo.

Algo similar a lo que ha estado haciendo el Ministro de Hacienda cada vez que alguien le critica. Su respuesta a las opiniones opuestas es decirles  con sonrisa irónica que él conoce sus declaraciones de Hacienda... ¿qué significa eso? ¿Qué al que critica le manda un inspector?... ustedes sacarán la conclusión.

De la misma forma que España ha pasado de ser un país solidario con el Tercer Mundo, lo tenemos a 14 kilómetros de nuestras costas, durante décadas y García Margallo desde su llegada al Ministerio se ha cargado todo tipo de cooperación.

Proyectos puestos en marcha en numerosos países africanos se han paralizado y se ha perdido incluso la inversión inicial. De muchos de esos países son las pateras de goma que llegan estos días hasta nuestras costas.

Y dicho esto, más de uno se preguntará… pero ¿si no tenemos dinero para nuestros pobres por qué se lo tenemos que dar a los de otros países?.

Pues porque sí que había y hay dinero para nuestros ciudadanos más desfavorecidos. Lo que ocurre es que el Gobierno del PP ha recortado a la clase media y baja, convirtiéndola en más pobre en lugar de recortar sus privilegios, las donaciones a sus Fundaciones, sus sueldos, sus asesores, sus subvenciones y así podríamos escribir páginas y páginas.

No hay dinero para ayudas sociales pero sí lo hay  para promocionar a  un torero de Espartinas con 120 mil euros o para conceder  una subvención de más de 4,7 millones de euros a la empresa Bahía Fenicia Residencial para la construcción de un proyecto turístico en Almuñécar (Granada) que incluye un hotel de siete estrellas y viviendas residenciales.

La Fundación FAES, presidida por José María Aznar recibió en 2012, 3.373.430  €. En Moncloa se siguen manteniendo 644 asesores y  El Ayuntamiento de Madrid gasta 10 millones al año en más de 200 cargos de confianza elegidos. Para eso hay dinero.

La crisis, la angustia por un futuro incierto, la ansiedad por cómo llegar a final de mes despierta nuestras peores reacciones, pero a pesar de todo debemos mantener una postura ética y solidaria ante la vida. Y ya pueden venir muchas Ministras de Trabajo, que entre rezo y rezo a la Virgen del Rocío, no conseguirá convertirnos en peores personas.

Ministra: no somos chivatos