El pueblo catalán está sufriendo los embistes fascistas de un gobierno heredero de Franco. Miedo da ver cómo la policía arrastra por los suelos a la gente que se está manifestando pacíficamente (es un derecho fundamental el de la libre expresión y asociación).
La respuesta de los catalanes hasta ahora ha sido totalmente pacífica, han salido a la calle con sus banderas y sus palabras de "Votarem", "Llibertat", los cánticos de Lluís Llach, "Ítaca", el himno "Els segadors"... mientras el gobierno represivo y dictatorial de Rajoy sigue empujando con más fuerza a la policía y guardia civil contra la gente, sentada en el suelo, manos en alto, gritando "Votarem".
Han sido 12 altos cargos ya los detenidos y los registros pasan de 22. Una situación, a todas luces, de excepción.
Muy fea se ve la situación, a pesar de la facilidad con que Carmena y Ada Colau (chapó) sugerían anoche (en el Intermedio) como solución: la palabra. Hablar de buena fe y con deseos de solución de un problema que se está enquistando debido a la torpeza de un Rajoy "con sangre de una estirpe superior" según expreso él mismo en un articulo de tinte nazi.
Ante la violencia de las fuerzas antidisturbios, yo pediría a los catalanes que respondieran con el símbolo de la Paz que venció en Portugal: los claveles. Un clavel para cada policía que viene a agredirme. Esta respuesta, el 25 de abril de 1974, provocó la caída del dictador de Salazar.
Un clavel -ofrecimiento de paz- ante cada intento de golpe de un antidisturbios. No hay corazón humano que no responda ante tal petición de conciliación, a excepción de un ser totalmente insensible y de mente excesivamente mermada como es el todavía presidente de un gobierno corruPPto.