Hace unos días recibí en mi teléfono un llamamiento del PSC-Barcelona por el que se adherían a una concentración ante la Delegación del Gobierno de España en Barcelona en defensa de pensiones dignas y nos invitaba a los militantes socialistas a participar en dicha concentración, a las 12 horas del mediodía del 15 de Febrero, de hoy. Un tema de tanta importancia, la defensa del sistema público de pensiones amenazado por el gobierno del PP y la exigencia de pensiones dignas para hoy y para las generaciones futuras, me pareció que hacía obligatorio asistir y que era muy acertada la adhesión del PSC, mi partido, a esa concentración.
Poco antes de las 12 enfilaba yo la calle Lluria camino de la Delegación que está en la calle Mallorca (unas horas antes había tenido ocasión de indignarme con la señora Colau por un deshaucio con tremendo aparato policial contra gente muy humilde que se había producido en mi calle a primera hora). Me encuentro con un compañero socialista, un poco mayor que yo, que militaba en la USO cuando yo entré en el 67, obrero textil, y que vive en la linde de Pueblo Nuevo con el Besós.
Llegamos al punto de concentración y allí había 8 ó 10 personas (y dos furgones de la policía nacional, por cierto). Nos entra un poco de depresión ante tan poca gente en un tema tan decisivo como el de las pensiones. Fue llegando más gente hasta completar no más de la veintena. Pero allí no había ninguna bandera, ni símbolo identificativo alguno, ni nadie que repartiera una octavilla con los objetivos de la concentración, o un triste megáfono para corear las consignas. Nada.
La veintena de concentrados, la mayoría de edad avanzada aunque había también algunos jóvenes, nos vamos agrupando, nos vamos conociendo unos con otros y resulta que todos somos del PSC y estamos allí porque hemos recibido en nuestros teléfonos el llamamiento a asistir y adherirnos a la concentración. Pero nos preguntamos todos dónde está y quién responde de la convocatoria. Nada ni nadie.
Estamos allí un rato, nos hacemos una foto del grupo y nos despedimos hasta una próxima ocasión que tal vez sea el domingo 18 de Febrero en la inauguración de la nueva sede nacional del PSC, el “Casal Socialista Joan Raventós”, sita en la calle Pallars 191 de Barcelona.
Al irme, como me venía de camino, decido pasarme por la sede del PSC-Barcelona, que está en Consell de Cent con Passeig de Sant Joan, a informarles del tema y aclarar quién convocaba la concentración. Hablo con una compañera y un compañero que tengo vistos de otras ocasiones, atentísimos, y me informan que la convocatoria es de CCOO y UGT para toda España y ante las Delegaciones del Gobierno en las capitales de las 17 Comunidades Autónomas más Ceuta y Melilla. Y que el PSC, con buen criterio, añado yo, apoya y se adhiere a esa convocatoria (cuestión de coherencia, pues el PSC celebró el 12 de Febrero una asamblea abierta sobre las pensiones y la sala estaba abarrotada). Para corroborarlo, me imprimen el texto de la convocatoria de los dos sindicatos y una guía con las cincuenta y tantas direcciones en las que concentrarse hoy 15 de Febrero a las 12 horas. Les agradezco la información y les dejo claro que estoy de acuerdo con que el PSC se adhiera o promueva iniciativas en defensa de unas pensiones dignas y de todo cuanto afecta a la clase trabajadora y a los sectores populares.
Pues eso, que cuando se convoca una acción hay que responsabilizarse de ella, prepararla, organizar a los compañeros y compañeras a los que va dirigida y deben participar, preparar un texto a repartir en la calle o entregar a las autoridades ante las que reivindicamos, etc. Lo de siempre, vamos, y que parece olvidarse con esto de las redes sociales y el sindicalismo on line…
Que no vuelva a ocurrir, queridos compañeros y compañeras dirigentes de CCOO y UGT, porque ha sido un papelón. Aunque yo volveré siempre que se me llame y, a veces, aunque no se me llame.