jueves. 28.03.2024

Una sociedad sin muros

“No tiene sentido que quien ocupa un puesto público y por tanto cobra del presupuesto público, ponga reparos para que se conozca el costo total de sus retribuciones”

El 28 de enero fue el día de la Protección de Datos en Europa, una jornada impulsada por la Comisión Europea, el Consejo de Europa y las autoridades de Protección de Datos de los Estados miembros de la Unión Europea, con el objetivo de promover el conocimiento entre los ciudadanos acerca de cuales son sus derechos y responsabilidades en materia de protección de datos. El Data Protection Day, se instauró para concienciar y promover  buenas practicas relacionadas con el uso de la protección de datos con el objetivo que los ciudadanos entiendan como se recopila y procesan sus datos, por qué motivo y cuáles son sus derechos respecto a este procesamiento. La iniciativa pretende educar la las empresas y usuarios acerca de la importancia de proteger su información personal online, y en especial, en el contexto de las redes sociales. Por ejemplo, en sanidad pública los beneficios para el usuario son importantísimos, pero aumenta su eficacia, a medida que los procedimientos se emplean para administrar recursos, planificar, atender urgencias, y mejorar los servicios a los usuarios. Lo mismo en otros servicios públicos, no ya por la mejora al usuario, sino para que los ciudadanos puedan conocer sus costos, los responsables y lo que perciben. Proteger y ejercer una accountability, son compatibles, porque en lo público, los secretos y la privacidad están tasados por ley.

En el Eurobarómetro del 2015 se ponía de manifiesto que más de la mitad de los ciudadanos ni les gusta ceder información personal a cambio de servicios gratuitos ni valoran el uso de sus datos personales para recibir publicidad sesgada. Lo que se reclama es más transparencia acerca del uso de los datos personales que los ciudadanos dispongan de información suficiente para que los recursos tecnológicos sean un camino para construir la sociedad transparente. Y ese es el sentido de instaurar un Día de la Protección de Datos en Europa, el promover las buenas practicas relacionadas con el uso de la protección de datos.

Estamos de acuerdo que el “tratamiento de los datos es el petróleo del siglo XXI”, pero además de una oportunidad de un negocio inmenso, es la gran oportunidad de construir una sociedad ordenada, con la colaboración y el respeto, en donde lo privado se proteja y lo público sea un espejo en donde la sociedad se mire para mejorar su entorno, y  todos nos beneficiemos de las ventajas de vivir en una sociedad sin muros.

Así por lo menos lo están entendiendo en Alemania, donde los Lander ejercen esa función conjunta y el Comisionado por la Transparencia tiene la responsabilidad del control de la Agencia de Protección de Datos, y en nuestra cercana Andalucía, donde por su competencia estatuaria el Comisionado de la Transparencia ejerce las funciones en ambos sentidos.

Algunos han perdido el norte, y quieren protegerse permanentemente con escudos de opacidad, y me refiero a la presión de algunos sectores de funcionarios públicos, que pretende que no se conozcan  sus percepciones totales, en base a la protección de su intimidad. No tiene sentido que quien ocupa un puesto público, cobra del presupuesto público, se le dio posesión haciendo público su adjudicación y sirve a su comunidad, ponga reparos para que se conozca el costo total de sus retribuciones, cuando lo dice expresamente una ley.

La seguridad de la sociedad del siglo XXI, es defenderse de aquellas tramas criminales que se han organizado para corromper y apropiarse de lo publico, precisamente poniendo como escudo la privacidad de los ciudadanos, pero con el objetivo de que sea más difícil llegar a descubrir sus circuitos organizados de corrupción. Los papeles de Panamá lo han puesto de manifiesto.

El reto es colectivo, para educar a una sociedad que tiene que desarrollar sus conocimientos compartiendo, impulsando la comunicación,  pero respetando, haciendo de lo público un proyecto compartido, construyendo una sociedad del conocimiento y la innovación, integrándonos en las instituciones para fortalecerlas y trasmitiendo a las nuevas generaciones que estos nuevas formas de compartir no es para destruir la convivencia, sino para hacernos más participes y encontrar soluciones con más eficacia. Esa es la sociedad de la transparencia, de la solidaridad y la integración. Por eso afirmamos insistentemente que sin transparencia no hay democracia.

Una sociedad sin muros