viernes. 19.04.2024

Podemos: por Dios, que no vuelva Rajoy

Estamos en la hora de la verdad, donde sobran postureos, chovinismos, egos y demás figuras que nada tienen que ver con la alta política.

A cuantos dirigentes o militantes de Podemos que puedan leer estas líneas. Por favor, repito, por favor, leed con atención las siguientes líneas en la confianza de que os puedan ayudar en vuestras reflexiones.

Estamos en la hora de la verdad, donde sobran postureos, chovinismos, egos y demás figuras que nada tienen que ver con la alta política. La alta política para la derecha significa mantener su poder y, sobre todo, sus privilegios. La alta política, para los representantes del pueblo, es levantarse por encima de sus miserias, mirar más allá de sus narices, tener una alta visión de la Historia y saber que trabajan para los desheredados.

A día de hoy, parece que estamos abocados a nuevas elecciones. Si así fuera, sería un error histórico de Podemos, porque en su mano está cambiar la Historia. Y no son adjetivos relucientes de periodismo fácil. Veamos.

Más o menos, dice Pablo Iglesias que no les han votado para convertirse en un partido normal y que todo siga igual. ¿Acaso Podemos no es capaz de comprender los cambios siderales que se han producido en España desde las elecciones europeas? Después de treinta años de inmovilismo en “la casta” han “caído” desde El Rey hasta Puyol pasando por Alfonso Guerra o Chaves, y eso ha sido gracias al terremoto del 15-M.

Me parece razonable que ambicione la desaparición de IU o el “sorpasso” al PS. Pero si nos atenemos a los datos objetivos de las elecciones de diciembre tal deseo no se produjo. Los datos demuestra que ni el bipartidismo cayó ni los emergentes triunfaron. Y todo parece presagiar que unas nuevas elecciones repetirían un panorama similar, o lo que es peor: el mantenimiento del PP y la subida de Ciudadanos, lo que daría, de nuevo, una mayoría absoluta a la derecha.

Amigos de Podemos: ¿No comprendéis que la derecha, con corrupción, sin corrupción, o con la Biblia en verso tiene asegurados diez millones de votos? Y unas nuevas elecciones les darían más fuerza ante la impotencia de otra alternativa. Pensad que desde la UCD es la primera vez que la derecha de Fraga no ha sido capaz de aglutinar a esos votantes. Precisamente porque ha aparecido Ciudadanos, que no es lo mismo, se diga lo que se diga. ¿Vais a desaprovechar la oportunidad?

La contradicción principal

No es el momento, ni el espacio, de sumergirse en la dialéctica marxista. Pero…¿cuál es la cuestión principal que se dirime en la política española? Para la derecha que siga Rajoy pese a quien pese. Recordad el razonamiento de Montoro: “que se hunda España que ya la salvaremos nosotros”. A nuestro estilo, a nuestros intereses, le faltó decir. Ahí quedan estos cuatro años desastrosos para los desfavorecidos. Para los progresistas y para la izquierda la cuestión principal es que no siga Rajoy.

¿Queréis una España donde la gente trabaje de sol a sol por 600 euros, sin ningún derecho como antes de la Guerra Civil?

¿Queréis que la sanidad se siga deteriorando hasta que sólo se la puedan pagar los ricos?

¿Queréis que a la Universidad sólo pueda llegar quien se la pueda pagar?

¿Queréis que algo tan básico como la luz sea un placer de adinerados?

¿Queréis que los desahucios sigan adelante hasta que vivamos en la calle?

¿Queréis que la corrupción enturbie nuestras vidas y que quienes pagamos a Hacienda nos consideremos gilipollas?

Porque los progresistas estamos hasta el moño de tanta tontería y tanta incapacidad. Pensad que esos diez millones de votos van a votar prietas las filas. Y muchos de nosotros nos abstendremos hartos de no encontrar dirigentes que no confundan los panes con los principios. Recordad la experiencia de IU. No pago en el Ahorra Más con principios, pago con euros. La solución es bien sencilla. Dejad que gobierne quien pueda, que no sea Rajoy, claro. Me da lo mismo la fórmula: Un Gobierno de PS sólo. Un Gobierno de PS-Ciudadanos. Un Gobierno de independientes. Lo que sea.

Me diréis que han sido el PS y Ciudadanos los que han cortocircuitado toda solución. Supongamos que es así. ¿Y qué?. Si evitáis la vuelta de Rajoy meteréis una cuña en el granito de la derecha que tendrá que apartarlo y dividir sus opciones entre el PP y Ciudadanos. Sólo quedaría limpiar a los “últimos mastodontes” como la Aguirre o la Cospedal. Esa sería una forma de entrar en la Historia a lo grande. Entonces los votantes os lo agradecerán  y decidirán si os merecéis copar todo el espacio de la izquierda. Es mejor camino que unas elecciones anticipadas que lleva deseando la derecha desde el 21-D.

Y en cuanto a la actual composición de fuerzas parlamentarias, en vuestras manos tenéis un cañón que no sabéis apreciar. Una vez caído Rajoy y la derecha en crisis, gobierne quien gobierne, tenéis un mundo por delante para influir en la realidad española. Sesenta diputados no dan para gobernar, pero dan para mucho. Izquierda Unida tenía menos de veinte y en sus buenos tiempos condicionaba e influía una barbaridad en la política española. Pensadlo.

Podemos: por Dios, que no vuelva Rajoy