jueves. 28.03.2024

La seguridad social y el independentismo catalán

Los partidarios de la independencia de Cataluña han puesto en circulación, entre otras, esta frase publicitaria: "La Seguridad Social española es franquista".

Este es el caso de la frase que aquí se comenta que, por decirlo de manera educada, es un anacoluto de marca mayor

Los partidarios de la independencia de Cataluña, para apoyar la creación de un estado catalán, han puesto en circulación, entre otras, esta frase publicitaria: "La Seguridad Social española es franquista", y parece que se han quedado tan anchos. Nada hay objetable en que haya una parte de la ciudadanía catalana defienda la opción independentista en un debate democrático. Tampoco hay nada que objetar a que en ese debate las distintas corrientes de opinión lancen campañas publicitarias, pero lo que no es aceptable es que esa publicidad sea falsa porque, cuando eso ocurre, el descrédito debe caer sobre los falsarios.

Este es el caso de la frase que aquí se comenta que, por decirlo de manera educada, es un anacoluto de marca mayor.

La verdad es que, visto que Convergencia i Unió ha votado primero con el PSOE, pero después con el PP los mas duros recortes de prestaciones, cabe pensar que una Seguridad Social catalana, si es que mereciese ese nombre, dejaría mucho que desear

Dar con propiedad el calificativo de franquista a algo solo se puede hacer cuando los elementos previamente identificados de lo que se entiende por franquismo están presentes en esa cosa así calificada. ¿Qué elementos franquistas han conformado y están presentes en el Sistema español de Seguridad Social? No lo explica esa publicidad. Afirmar que la actual Seguridad Social es franquista porque durante aquella dictadura se promulgó la Ley de Seguridad Social (primero, en 1963, como ley de bases y luego, en 1966, como texto articulado y posteriormente otras muchas normas) es un puro disparate. En puridad,  durante la dictadura franquista no llego a tomar cuerpo una auténtica Seguridad Social porque, entre otras importantes cosas, no se llego a alcanzar ni la universalidad subjetiva de cobertura (toda la población) ni la objetiva (protección frente a todas las contingencias alumbradas por el ideal de cobertura de aquella época). La legislación franquista en esta materia toma las técnicas sobre seguros sociales que estaban en circulación en Europa en un evidente intento de búsqueda de una legitimidad que un régimen impuesto por las armas no tenía, al  tiempo que trataba de responder a los cambios socioeconómicos que se estaban produciendo. En puridad, solo puede se hablar de Seguridad Social en España ya con la democracia. Puesto que la actual Seguridad Social, como no puede ser de otro modo, es fruto de una continua evolución, podría del mismo modo ser calificada de republicana porque también en su origen histórico tiene aportaciones de aquel periodo, como la obligatoriedad empresarial del aseguramiento del accidente de trabajo y de las enfermedades profesionales, hecha en 1932, que todavía hoy subsiste.

Lo que importa es ver si una técnica de protección social responde al concepto de lo que es Seguridad Social o no, y uno de los elementos esenciales de ese concepto es el principio solidario que exige romper la relación sinalagmatica (equivalencia contractual) entre lo que se aporta y lo que se recibe como prestación, para así poder llevar a cabo una redistribución de rentas de los que más tienen en favor de los que menos tienen. Es claro que quien pretenda crear un estado independiente, para buscar legitimación, tiene que ofrecer la creación de un Sistema de Seguridad Social, pero ¿han dicho los independentistas cómo lo van a conformar? ¿Va a ser redistributivo? ¿cómo va a ser la gestión? ¿Van a dar espacio a los fondos de pensiones? ¿Cómo va a ser la financiación, sobre salarios o mediante impuestos? La verdad es que, visto que Convergencia i Unió ha votado primero con el PSOE, pero después con el PP los mas duros recortes de prestaciones, cabe pensar que una Seguridad Social catalana, si es que mereciese ese nombre, dejaría mucho que desear. Menos todavía gestionada por gente que hace ese tipo de publicidad, porque si algo caracteriza a la Seguridad Social española es su buena gestión.

La seguridad social y el independentismo catalán