viernes. 29.03.2024

Con reforma laboral no hay recuperación

Nunca en la historia estadística española se ha perdido tanto empleo asalariado como en este bienio negro del PP...

Uno de los argumentos del Gobierno para defender la Reforma Laboral consistía en que sus efectos positivos se verían con el tiempo. El tiempo pasa y los efectos positivos no aparecen por ningún sitio. Más bien parece que, por el contrario, los efectos negativos de la Reforma Laboral lastran nuestras posibilidades de recuperación económica y hasta de empleo.

En CCOO hemos analizado la situación creada tras dos años de brutal aplicación de la Reforma Laboral, extrayendo algunas conclusiones que ningún gobierno, publicista o tertuliano a sueldo pueden negar.

Para empezar, esta Reforma Laboral es un fracaso porque al calor de la misma se han destruido casi 1.400.000 empleos. En dos años de gobierno PP se ha perdido el doble de personas ocupadas que en los dos años anteriores a su llegada al poder. Las políticas iniciadas por Zapatero y agudizadas por Rajoy, encaminadas a la austeridad como meta, la devaluación de los salarios como objetivo, la precariedad laboral como ideario y los recortes del gasto público como principio rector de la economía, han demostrado suficientemente que los ultraliberales ni vieron venir la crisis, ni saben como gestionarla, ni tienen idea de hacia donde dirigir el país. Sus políticas empobrecen a la población y destruyen el empleo.

La crisis económica destruye empleo, pero la reforma laboral dirige el golpe de esa pérdida de empleo sobre los asalariados. Todo el empleo destruido es empleo asalariado. Más de 1.400.000 empleos asalariados perdidos en dos años. Mientras tanto se alientan proyectos empresariales de empleo por cuenta propia y se crean 74.000 empleos autónomos nuevos. Nunca en la historia estadística española se ha perdido tanto empleo asalariado como en este bienio negro del Partido Popular.

Pero, además, el empleo asalariado que se pierde es cada vez más empleo indefinido, al abaratarse y facilitarse el despido con la reforma laboral. En el bienio negro se han perdido más de 777.000 puestos de trabajo con contrato indefinido. Tras la reforma laboral los ajustes empresariales se producen de forma cada vez más intensa despidiendo a trabajadores y trabajadoras con contrato indefinidos. Contratos indefinidos y a tiempo completo que están siendo sustituidos por contratos a tiempo parcial. Más de 1.568.000 asalariados han dejado de trabajar a tiempo completo.

Las reformas laborales de 2010 y 2012 han conseguido multiplicar la destrucción de empleo asalariado. En los dos últimos años se ha destruido cuatro veces más empleo asalariado que en los anteriores cuatro años. Una crisis económica se ha transformado así en crisis de empleo, social y de las propias instituciones democráticas.

El despropósito de la reforma laboral, unido a los recortes del gasto público y el gasto social, ha hecho que el Estado, en todas sus expresiones (central, autonómica, o local), pierda también empleo, provocando una cada vez más evidente imposibilidad para atender a las personas y protegerlas frente al empobrecimiento y los peores efectos dela crisis.

La Reforma Laboral ha demostrado ser un instrumento no sólo inútil, sino tremendamente nocivo para el empleo. La OIT ha respondido a las reclamaciones sindicales y ha hecho un llamamiento a nuestros gobernantes para corregir los elementos perniciosos de esta reforma que llega a calificar de vulneradores de la libertad sindical. Para los duros tiempos de la larga recuperación que se podrían avecinar, mantener la Reforma Laboral puede, simple y llanamente, impedir que esa recuperación, por lenta que sea, llegue a producirse. Mantener la Reforma Laboral es un portazo en las narices del futuro.

Con reforma laboral no hay recuperación