jueves. 28.03.2024

Recortando en nacionalidad

A Gallardón no le basta con sus absurdas reformas en materia de tasas judiciales e interrupción voluntaria del embarazo. También tiene como objetivo reformar los requisitos...

A Gallardón no le basta con sus absurdas reformas en materia de tasas judiciales e interrupción voluntaria del embarazo. También tiene como objetivo reformar los requisitos para la adquisición y pérdida de la nacionalidad para los españoles que no lo son de origen. Bueno, lo anterior lo digo en palabras del borrador de anteproyecto de Reforma Integral de los Registros. En realidad lo que pretende el ministro es complicar la obtención de la nacionalidad y facilitar su pérdida. 

Para adquirir la nacionalidad deberán superar un “examen oficial” que evalúe los conocimientos del idioma español y su integración en la sociedad española. ¿Cómo se evaluará? ¿Serán capaces de pedirles que les tarareen el Himno patrio? Pero todo no queda aquí, todavía hay más.

El Gobierno prevé modificar el plazo que se venía dando a los inmigrantes para corregir o mejorar la solicitud. Durante el Gobierno de Zapatero este plazo de subsanación era de tres meses y, con esta Ley, pasará a ser de diez días. Anteriormente se justificaba el amplio plazo de tres meses en la compleja documentación que se debía presentar. Entre estos documentos figuran certificados de nacimiento o de antecedentes penales, que una vez obtenidos en el país de origen deben ser legalizados por el Ministerio de Asuntos Exteriores. El plazo de diez días va a ser inferior al de legalización por parte de Exteriores, con lo cual, quien no presente una perfecta solicitud de nacionalidad no logrará obtenerla.

Esta reforma también incluye que “por razones imperativas de orden público o de seguridad o interés nacional” el Sr. Gallardón, como notario mayor del Reino podrá retirar la nacionalidad al ciudadano. ¿Esto significa que si un ciudadano nacido en Argentina, y que adquirió la nacionalidad española participa en el impedimento de un desahucio puede perder la nacionalidad? ¿También dejará de ser español el que empuje a un policía en una manifestación? ¿En estos casos se necesitará una sentencia condenatoria por este comportamiento o bastará con la presunción de veracidad que ostenta la autoridad pública? ¿Sabéis por qué surgen todos estos interrogantes? Esas “razones imperativas de orden público…” son conceptos jurídicos indeterminados. En otras palabras; son ese tipo de conceptos que con una nota de vaguedad o ambigüedad utiliza este Gobierno cuando quiere aprobar algo para hacer lo que le plazca.

No pueden excusar estos recortes en condiciones impuestas por la Comisión Europea, el BCE ni el FMI. Eso sí: siguen culpando a una “herencia recibida” por los miles de expedientes de nacionalidad pendientes. Quizás lleguen a acusar a los funcionarios de vagos o a los propios peticionarios de desinteresados. Eso sí, los Registradores que son los competentes para este trabajo desde que gobierna el PP son trabajadores muy competentes. Lo que no dirá Gallardón es que han estado acelerando la tramitación de los expedientes sin cautela, a expensas de impedir los procedimientos con plazos imposibles de cumplir.

Todo esto no es producto de la “severa desaceleración económica” –bautizada por Rajoy como “crecimiento económico negativo”-. Puede que también utilicen eufemismos, pero no engañan a nadie cambiando el nombre a lo evidente. Estoy cansado de perífrasis, evasivas, circunloquios y ambigüedades. ¡Llamen a las cosas por su nombre: esto es xenofobia!

Recortando en nacionalidad