viernes. 19.04.2024

El ministerio del Maquillaje Social

El ruido de las mentiras se ha convertido en algo natural en nuestra vida política. Ruido que como música de fondo acompaña a la ciudadanía en su vida diaria y adormece cual analgésico los dolores de la insufrible realidad llena de corrupción y manipulación política. Las cortinas de humo y el desvío de atención sobre otras tensiones políticas en los partidos de la oposición, ponen una cortina sobre los verdaderos problemas de la ciudadanía. Problemas que el Gobierno tendría que tener en su agenda como prioritarios y dar la solución necesaria.

En el momento político actual el criterio que predomina es la conformidad indolente con las pequeñas reformas que, por otra parte, mantienen el bipartidismo con el apoyo interesado del poder económico. Pequeñas reformas como la subida miserable de apenas el 8%€ (52,40 €) del Salario Mínimo Interprofesional, la insuficiente modificación legislativa, 8 años después del comienzo de la Crisis, para que no se corte el suministro eléctrico a familias sin recursos, se acompasan con las palabras del Presidente del Gobierno que pretende hacer pequeñas reformas pactadas, fuera del Parlamento, en la estructura del Estado. El Partido Popular, así, va manteniendo sus políticas de austeridad con pequeñas modificaciones insignificantes y el PSOE saca pecho porque va consiguiendo esas migajas que sirven de fuego de retención de las verdaderas necesidades de la ciudadanía de nuestro país.

El sistema neoliberal que en España tiene un representante significativo en el Gobierno, nos sigue machacando con mentiras como que los déficits públicos son siempre malos, el presupuesto tiene que estar equilibrado y por tanto los gastos tienen que estar soportados por la recaudación de impuestos, el impago de la deuda es una mala opción, hay que bajar los salarios para que podamos ser competitivos y recuperarnos de la crisis, las ayudas a la banca no tendrán efecto sobre los ciudadanos, la empresa pública es menos productiva que la empresa privada, las pensiones no pueden soportarse, etc. Siguen, en consecuencia, el camino marcado por el Consenso de Washington: Disciplina fiscal y eliminación del déficit, reducción del gasto público y reordenamiento de las prioridades gubernamentales en un Estado mínimo, reforma tributaria regresiva, tasas de interés flexibles, tipo de cambio competitivo, liberalización comercial, un entorno favorable para la inversión extranjera directa (IED), privatización, desregulación, derechos de propiedad.

Mentiras y más mentiras, como nos decía Susan George (1), la realidad que han creado es muy diferente, la “Disciplina fiscal” pasa a significar en caso de superávit: “acumular grandes excedentes presupuestarios y no gastarlos [salvo en armamento y corrupción] aun cuando una gran cantidad de personas en el país estén padeciendo hambre”, el “Reordenamiento de las prioridades gubernamentales” se traduce en como “practicar la ‘recuperación de costos’ con respecto a la salud y la educación y hacer que la población pague por la totalidad de los gastos en estos sectores, “Reducir el gasto público” significa “eliminar los subsidios” a los alimentos básicos, energía, transporte público y demás, la “reforma tributaria” tiende a equivaler en la práctica a menores impuestos para los ricos, las "Tasas de interés flexibles" significa aumentar estas tasas dado que la flexibilidad en raras ocasiones se aplica hacia abajo, al menos no durante mucho tiempo. Esto hace que los créditos se tornen escasos y onerosos, especialmente para las Pequeñas y Medianas Empresas que son las que ofrecen la mayor parte de las oportunidades laborales, con el poco sorprendente resultado de un mayor desempleo, la “privatización” se convierte en un negocio lucrativo de oportunidades para “hacerse rico rápidamente” para las elites adineradas locales y las corporaciones transnacionales, la “apertura y un entorno favorable para la Inversión Extranjera Directa (IED)” no significa necesariamente que el país reciba inversiones en nuevas instalaciones para la creación de empleos y riqueza, estadísticamente, la mayoría de los fondos clasificados como IED serán destinados solamente a fusiones y adquisiciones que impliquen la participación de empresas ya existentes, las que generalmente derivan en una reducción de la fuerza de trabajo, los “derechos de propiedad” suenan muy solemnes pero de alguna forma nunca llegan hasta el sector informal que es donde serían más necesarios.

Mentiras y más mentiras que pretender confundir y sembrar el miedo entre la ciudadanía, manteniendo a la población en un analfabetismo político. Así, como nos dice Viçens Navarro, la escasísima cultura democrática existente en este país (que es prácticamente nula en los mayores medios de información) explica que los enormemente importantes debates que están ocurriendo en Podemos apenas se conozcan, pues los medios nos informan, presentándolos como una mera lucha por el poder personal. Pero, ver estas discusiones ​como​ meras luchas por el poder es no entender nada o hacer juego sucio. Pero este es el debate político que tenemos y no la necesaria búsqueda de soluciones para los graves problemas que existen.

No es de extrañar, entonces, que el pasado domingo día 29 de enero, en el  programa “el objetivo” de la Sexta, Pablo Iglesias repitiera varias veces que el Partido Popular había creado el Ministerio de Maquillaje Social. Parece que no hay otra alternativa a la gran mentira que suponen las medidas neoliberales, ya que sin Ministerio de Maquillaje Social la verdad podría salir a flote y la tensión social sería poco menos que irresistible.


(1) GEORGE, SUSAN (2006): Cómo la deuda y el consenso de Washington destruyen el desarrollo y crean pobreza. Coloquio Internacional del Centro Celso Furtado sobre “Pobreza y Desarrollo dentro del Contexto de la Globalización” Publicado en Transnacional Institute.

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