viernes. 29.03.2024

Necesidad imperiosa de unión de todas las izquierdas

Se ha extendido en amplios sectores de la sociedad española que los destrozos a nuestro incipiente Estado de Bienestar con la extensión de situaciones...

Se ha extendido en amplios sectores de la sociedad española que los destrozos a nuestro incipiente Estado de Bienestar con la extensión de situaciones de pobreza y miseria, así como un ataque brutal a los derechos sociales, económicos, políticos y civiles recogidos en nuestra constitución, era el programa oculto que tenían los populares. Es cierto que las medidas puestas en práctica por el gobierno de Rajoy no iban en su programa. Luego mintió. Mas solo los ingenuos o despistados pueden sorprenderse ahora por estas actuaciones de los populares. A mí no me ha producido sorpresa alguna. Además son plenamente coherentes con su ideología neoliberal. Lo que verdaderamente me preocupa, es la actuación de la socialdemocracia: ¿con un gobierno del PSOE encabezado por Rubalcaba, serían muy diferentes las políticas económicas? Respondo con prontitud: salvo matices, en lo fundamental serían muy semejantes, entre otras razones porque la hoja de ruta la marca la Troika. La siguen a rajatabla tanto la derecha como la socialdemocracia europeas. Es evidente. Esto ya viene de lejos. Fue el Gobierno socialdemócrata-verde de Gerhard Schröder el que puso en marcha la llamada Agenda 2010.  Un momento clave fue la renuncia de Oskar Lafontaine en 1999, en todo un ejemplo de coherencia ideológica, al ministerio de Finanzas porque le resultó intolerable el viraje de las políticas hacia el neoliberalismo del gobierno de Schöeder.  También es cierto que de no haber renunciado hubiera sido cesado, ya que por todo el sistema financiero Lafontaine fue considerado el político más peligroso de Europa. Ángela Merkel, le agradeció su valor a Schöeder y convirtió la Agenda 2010 en un mito. ¿ Y  aquello de la Tercera Vía de Tony Blaire?  Hay un artículo genial de Yanis Varoufakis titulado Cuándo y por qué se jodió la socialdemocracia europea, que explica la traición a sus principios de esta corriente política. El PSOE siguió la misma tónica. Lo acaba de decir con una contundencia apabullante Gerardo Pisarello “La posición del PSOE para contrarrestar el singular patriotismo constitucional desplegado por el PP, ha lanzado una andanada variopinta de posibles enmiendas constitucionales. Muchas de ellas son ambiguas o irrealizables, y apenas consiguen ocultar dos hechos. Uno, la falta de ideas o de predisposición para avanzar alternativas sociales y económicas urgentes que, en principio, no necesitarían enmienda constitucional alguna. Y dos, la estridente incompatibilidad entre este reformismo sobrevenido y el triste papel que le cupo en la consagración constitucional de la prioridad absoluta del pago de la deuda, una regresión que excedía incluso lo exigido por el Banco Central Europeo y que carece de parangón en el Derecho constitucional comparado.

Y la traición de la socialdemocracia se mantiene. A pesar de que en Alemania  era factible un gobierno en una coalición tripartita, un Frente Popular del SPD con 192 escaños, Die Linke con 64 y Los Verdes con 63, que con 319 escaños, sobre el total de 630, es mayoría absoluta; acabamos de comprobar que el SPD ha preferido un gobierno con la Merkel. Es todo un detalle, todo por un plato de lentejas, la subida del salario mínimo, tímidas mejoras del sistema de pensiones, y alguna inversión mayor en gasto social. Lo fundamental de la política de Merkel sigue intacta. No creo sea necesario insistir más en esta idea de la traición a sus principios por parte de la socialdemocracia. Por ello, hoy la diferencia de políticas sociales y económicas entre la derecha europea, la de CDU de Merkel o del PP de Rajoy, con la socialdemocracia europea, la del SPD alemán y del PSOE son mínimas. Y en esas estamos. ¿Cómo salimos de esta? Si seguimos en la misma dirección es la crónica de la muerte anunciada. La única opción es que la socialdemocracia dé un paso al frente y recupere sus principios y valores y pivote una alternativa que aglutine a todas las izquierdas políticas, sindicales y sociales. Pero aquí hay un problema de gran enjundia y de no fácil solución: la sempiterna desunión, cuando no guerra a muerte, de las izquierdas, que se han matado muchas veces entre sí. Esta circunstancia es la gran fuerza de la derecha. Lo estamos constatando en la España actual. Por ello, es imprescindible corregir esta situación. Cabe esperar de las distintas izquierdas un acto de generosidad y responsabilidad, para que se olviden de las viejas rencillas. Es imprescindible. No sé qué más puede ocurrir o qué más pueden hacernos para que de una puta vez, todas las izquierdas se unan en un frente común, un Frente Popular. ¿Esperamos a que nos pongan los grilletes? Las unas (IU, ERC, BNG, Amaiur)... acusan a las otras (PSOE) de estar contaminadas por haber sido partícipes de la situación actual, lo cual en parte no deja de ser cierto, por lo que confían en aprovecharse de una parte de su espacio electoral. Evidentemente el PSOE ha cometido errores, como su claudicación ante el neoliberalismo y prepotencia hacia las otras izquierdas, pero sin él, no se puede construir ese Frente Popular, aunque tampoco sus dirigentes, como Rubalcaba, quieren a las otras izquierdas como compañeras de viaje, confiados en que les llegará la mayoría por el lógico desgaste del gobierno de los populares. Tal actuación ha ocurrido en Alemania, donde el partido socialdemócrata alemán (SPD) ha preferido gobernar con la CDU de la Merkel.

Si las izquierdas se presentan por separado, las unas sacarán 30 diputados, las otras 110 o 120. Si se presentan juntas es muy factible una mayoría absoluta. Los "líderes" de las izquierdas, deberían ser sensibles ante el sufrimiento de la ciudadanía y asumir su responsabilidad. Este paso al frente es imprescindible, mas improbable con los dirigentes actuales.

Tendría que elaborarse un programa, en torno al cual se unieran todas las izquierdas. En primer lugar una defensa a ultranza de la democracia, que está secuestrada por lo que Luigi Ferrajoli llama poderes salvajes. Las grandes decisiones, auténticos atropellos a la ciudadanía, como la reforma laboral y de las pensiones, o el desmantelamiento del Estado de bienestar, nos han sido impuestas desde los grandes poderes económicos, cuando al ser cuestiones que afectan a nuestro Estado social y democrático de Derecho, deberían haber sido sometidas a consulta popular. Por ello, hablar hoy de democracia es una burla. Políticas activas de fomento del empleo, anulando la reforma laboral actual. Control del sistema financiero. Auditoría de la deuda pública. Reforma fiscal en sentido progresivo. Implantación de la Renta Básica Universal. Persecución implacable de la corrupción con una financiación suficiente y transparente de los partidos políticos para independizarse de los poderes económicos. Defensa de los servicios públicos y así recuperar, mantener y reforzar nuestro Estado de bienestar. Control o nacionalización de servicios básicos fundamentales como energía, telecomunicaciones. Reforma de la ley electoral con listas abiertas. Reforma constitucional de artículos como el 135, que prioriza el pago de la deuda sobre el gasto social, o el 8°. que dice "Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional". Realización de un referéndum sobre Monarquía o República. Implantación de un Estado laico, denunciando los Acuerdos del Estado español con la Santa Sede. En relación a la vertebración territorial del Estado español reconocer el hecho plurinacional, sin excluir que alguna de las naciones puede conseguir un Estado propio, si así lo manifiesta la mayoría de la población.

Estoy convencido, que con este programa, y con el compromiso de llevarlo a la práctica desde el poder, ese llamémosle Frente Popular ganaría las próximas elecciones generales por goleada. Si las izquierdas siguen con sus guerras encarnizadas, es factible un gobierno del PP con la populista Rosa Díez y los nacionalistas del PNV, CIU y CC. Aunque no quiero llegar a pensar un gobierno en coalición PP-PSOE, como en Alemania, aunque en política no hay nada previsible.

Necesidad imperiosa de unión de todas las izquierdas