lunes. 29.04.2024

La ruptura de las reglas de juego

Uno de los aspectos más graves que se ha llevado consigo el anterior presidente de España y ex secretario general de los socialistas españoles, ha sido el hecho de ser la persona que iniciara la ruptura del Pacto Laboral y facilitara el despido procedente por causas económicas, sin acreditación suficiente. Y todo ello para atender las demandas de una Canciller en clara recesión política.

Uno de los aspectos más graves que se ha llevado consigo el anterior presidente de España y ex secretario general de los socialistas españoles, ha sido el hecho de ser la persona que iniciara la ruptura del Pacto Laboral y facilitara el despido procedente por causas económicas, sin acreditación suficiente. Y todo ello para atender las demandas de una Canciller en clara recesión política.

El desaguisado político y la falta de convicción y valentía, que supuso para el conjunto de la izquierda el último año y medio del presidente Zapatero, va a ser difícil de olvidar y pasará a los anales de la izquierda como el ejemplo de lo que en política nunca se debiera hacer: engañar a quienes te votaron y realizar lo contrario de lo expuesto en el contrato electoral que representa el Programa Electoral.

La pérdida de credibilidad y de confianza producida a partir de ahí, entre los sectores sociales que son imprescindibles para la victoria electoral de los socialistas sobre los populares, no va a ser fácil de olvidar.

El actual gobierno tiene por tanto un gran margen de maniobra y lo sabe. Por ello, una de sus primeras medidas, ha sido la de dar satisfacción a su sector de aliados naturales, a el empresariado más intransigente y montaraz que viene exigiendo desde hace bastante tiempo una reforma desreguladora del mercado laboral, que haga de lo que queda del Estatuto de los Trabajadores pactado, puro y duro papel mojado inservible para regular, con equilibrio, unas relaciones laborales modernas como correspondería al siglo XXI en el que estamos.

Eso es lo que conlleva la Reforma Laboral del gobierno del Partido Popular y es lo que representa el paso dado por Rajoy.

Se rompen las reglas de juego establecidas, y con ello se pretende, también, anular a los propios sindicatos en su capacidad real de representación y de movilización. Si para ello tienen que desacreditar y mentir, no hay ninguna duda de que emplearán a todos sus voceros, de hecho es lo que vienen haciendo desde hace tiempo, desde que empezaron a intuir su próxima llegada al gobierno.

Se quiere conseguir, de paso, acrecentar el miedo a las represalias empresariales entre los trabajadores más jóvenes y con menor inquietud sindical, a través de facilitar un despido exprés por causas económicas con indemnización de veinte días por año…

A la par, la otra “gran” apuesta del Partido Popular, consiste en importar el contrato alemán de la señora Merkel, de trabajos con un año de prueba y sin ninguna indemnización por despido, que por lo tanto lo mismo sirve para “un roto que para un descosido”.

“La gran reforma laboral” acordada entre el gobierno y el sector empresarial más impresentable, no va a servir para crear empleo pero si les va a ayudar a destruirlo de forma mucho más barata, lo vamos a ver a lo largo de este año 2012 y en parte del año siguiente.

Definitivamente, todos debemos saber que se rompen las reglas de juego que había hasta la fecha; el propio Mariano Rajoy acaba de anunciar que no está por la labor de retocar ningún aspecto sustancial de la reforma.

Por tanto, convendría dejar claro, que esto es tanto como regresar a “la jungla” en que se encontraban las relaciones laborales entre empresarios y trabajadores antes de pactar la aprobación del Estatuto de los Trabajadores que había venido regulando, hasta aquí, las relaciones laborales.

Aquellas relaciones complicadas, del todo vale, que fueron superadas a través del marco de relaciones laborales que hoy se hace saltar por los aires para, queriéndolo o no, deseándolo o no, volver a la jungla del todo vale.

Ahora la palabra está en los sindicatos. La sociedad y los trabajadores en su inmensa mayoría, están indignados y profundamente cabreados, requiriendo una respuesta que sea acorde a la tremenda agresión producida por el gobierno del Partido Popular y por el sector empresarial más caciquil de este País.

La ruptura de las reglas de juego
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