domingo. 28.04.2024

Especulación y mafia en la "Catalunya perfumada"

Desde la autoridad que me pueda dar haberlo escrito -contra corriente- en plena burbuja especulativa, me atrevo a poner el dedo en el ojo a aquellos que llevan años construyendo y beneficiándose del imaginario de la "Catalunya perfumada ". Vamos por partes. El modelo de crecimiento especulativo español sólo se explica por la burbuja inmobiliaria.

Desde la autoridad que me pueda dar haberlo escrito -contra corriente- en plena burbuja especulativa, me atrevo a poner el dedo en el ojo a aquellos que llevan años construyendo y beneficiándose del imaginario de la "Catalunya perfumada ".

Vamos por partes. El modelo de crecimiento especulativo español sólo se explica por la burbuja inmobiliaria. Una burbuja alimentada por una política monetaria de dinero gratis -con tipos de interés negativos, que entonces interesaba en Alemania-, una legislación del suelo y urbanística muy permisiva y una política fiscal irracional que aún calentó más la economía especulativa. Esto nos convirtió en el paraíso de la especulación. Pero no se entiende del todo si no añadimos un último ingrediente, el de la llegada a nuestro país de capitales de todo el mundo. Capitales "limpios", opacos, sucios y criminales. España -incluida Cataluña- ha sido el paraíso del blanqueo de dinero llegado de las mafias que trafican con armas, drogas, seres humanos e incluso órganos para transplantes.

Si esto pudo ser así es por la existencia, aún hoy, de unos circuitos financieros por los que de manera indistinta circula ese dinero sin distinción. Uno de los obstáculos para combatir las mafias es que hacerlo supone tocar los intereses del capitalismo financiero. Acabar con paraísos fiscales -se les llama "jurisdicciones no colaboradoras"- y secreto bancario supone colapsar el tráfico de una autopista financiera por la que circulan indistintamente el dinero de las mafias y el de algunas de las acomodadas familias de los negocios triunfantes, también las catalanas.

Y es aquí donde quería llegar, aprovechando que se ha destapado el caso de la mafia rusa y Lloret. En Cataluña también han pasado estas cosas y, al parecer, no muy lejos del poder político. Pero en cambio, en Cataluña durante décadas se ha construido un imaginario colectivo que hace creer que esto de las mafias y la corrupción son cosas de España.

De la misma manera que se explica que la guerra civil de hace 75 años fue una guerra entre "españoles", o que se quiere hacer creer que en Catalunya no hay clases sociales. El imaginario hegemónico de CiU, que algunos parecen interesados en superar, nos presenta una idea de "Catalunya perfumada", donde todos los problemas nos vienen de fuera. Aplaudimos de lo más el estilo de Guardiola, pero algunos se comportan demasiadas veces como Mourinho.

En pocos meses están apareciendo datos, muchos y contundentes, que confirman que algunos espacios de la política catalana están tan contaminados y hacen tanto pudor o más que la de otros lugares. Tenemos, sin embargo, en contra nuestra un problema añadido: el imaginario nacionalista -de CiU, pero no sólo, también los transversales intelectuales orgánicos- nos ha querido hacer creer que esta es una enfermedad española.

Esto conlleva dos graves problemas, que actúan como Llosses sobre la conciencia cívica de la ciudadanía en Cataluña. Por un lado impide ser conscientes de la gravedad del problema y, por tanto, hacerle frente. Es lo que sucede en general con quien cree que todos los problemas provienen de los otros -sean personas, empresas, entidades o sociedades-. El otro es que la "Catalunya perfumada" ha permitido a algunos cometer muchas fechorías en nombre del país y cuando se les señala con el dedo, defenderse diciendo que estaba señalando y atacando Cataluña.

O somos capaces de combatir este síndrome de la personalidad colectiva de los catalanes, y para ello hay que mirar más al espejo y no romperlo después, o Cataluña puede entrar en una fase de decadencia como sociedad activa que siempre ha estado. Incluso una mala noticia, como saber que la mafia también actúa en Cataluña, puede ser una oportunidad. Sólo hay que no mirar hacia otro lado.

Especulación y mafia en la "Catalunya perfumada"