8 de junio de 2009, 7:43
NUEVATRIBUNA.ES - 14.4.2009
Iniciamos la Semana Santa con más de 405.000 personas desempleadas en Madrid y volvemos a la cotidianeidad de la vida en la Región capital con un cambio del gobierno central que pretende ser un intento de retomar la iniciativa frente a la crisis en la que nos encontramos inmersos. El Ministerio de Economía y Hacienda parece querer implicarse de lleno en el diálogo social anunciando reuniones inmediatas con empresarios y sindicatos.
Por otro lado se intenta restablecer un clima de concertación con las Comunidades Autónomas, imprescindible si tomamos en cuenta que las competencias transferida desde el Gobierno Central a las Comunidades Autónomas son tan abundantes que sería imposible llevar adelante políticas de Estado sin el concurso, el compromiso y la responsabilidad compartida de todas las instituciones del Estado, ya sean Gobierno Central, Comunidad Autónoma o Gobiernos municipales. Así las cosas, habrá que esperar para ver si la intención del Gobierno Central es gestionada con paciencia, prudencia e inteligencia y si desde la oposición, desde las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos, se acepta la lógica del diálogo, sin renunciar a los intereses particulares pero enmarcándolos en los intereses generales.
Habrá que ver si el empresariado mira de frente a la crisis y acepta que mantener los altos, rápidos y fáciles beneficios es ya imposible, no sólo en tiempo de crisis, sino como horizonte de futuro tras la misma. No volverá el pelotazo inmobiliario, ni deberíamos mantener la ilusión de que las concesiones administrativas son la oportunidad inagotable que ha escenificado el “modelo Correa”.
Los trabajadores, sus sindicatos de clase, CCOO y UGT, venimos denunciando lo insostenible de un modelo de crecimiento como el español, que ha tenido sus hitos en la costa y en la capital y sus pilares en la construcción, y en el alto consumo y endeudamiento de los ciudadanos.
Alta temporalidad y precariedad laboral. Servicios de baja calidad. Escasa atención a la industria. Poca innovación y alto endeudamiento. Una situación insostenible.
La crisis nos ha situado inevitablemente ante nuestras debilidades, ante la desnudez de quienes se paseaban por el mundo convencidos de la riqueza de sus vestidos. Los magos de las finanzas mundiales se han revelado como irresponsables gestores que contaron el cuento de la lechera a nivel planetario y los genios del milagro español no han demostrado ser otra cosa que la versión provinciana de la avaricia de ganancias especulativas sin cuento y sin fin.
Es la hora de mirar la realidad de frente. El momento de restablecer el papel de la política y la democracia en el gobierno de los mercados y de la economía. Es tiempo de abordar los retos ante los que nos sitúa esta crisis. Proteger, en primer lugar, a cuantos padecen con dureza los efectos de la crisis. A los desempleados, a las familias trabajadoras. Fortaleciendo los servicios públicos esenciales para asegurar el bienestar y la cohesión social. Defendiendo un empleo seguro, estable y de calidad. Afrontando un cambio de modelo productivo que apueste por la cualificación, la calidad, la productividad y la innovación.
CCOO y UGT no vamos a renunciar a este empeño de modernización y de futuro, de democratización real de la economía y de la sociedad. Las movilizaciones que venimos impulsando en todas las Comunidades Autónomas. Las que hemos llevado adelante en Madrid, en localidades como Alcalá, Móstoles, Getafe, Alcobendas, Villalba, Aranjuez o Arganda. La manifestación que recorrerá las calles de Madrid el próximo domingo , día 19 de Abril a las 12 de la mañana, entre Cibeles y Sol, pretenden ser una exigencia, un clamor, un llamamiento, una proclama de los trabajadores para hacer frente a esta crisis sentando bases sólidas para el futuro. No son movilizaciones “contra” sino “para”, y “por” el empleo y la protección social.
Unos objetivos que sólo serán posibles desde el compromiso de todas las instituciones, de los empresarios y los trabajadores. Sólo serán posibles desde un pacto de Estado sin prevenciones, sin miedo, con responsabilidad y lealtad de todos los actores políticos, económicos y sociales.
Francisco Javier López Martín es Secretario General CCOO de Madrid
Iniciamos la Semana Santa con más de 405.000 personas desempleadas en Madrid y volvemos a la cotidianeidad de la vida en la Región capital con un cambio del gobierno central que pretende ser un intento de retomar la iniciativa frente a la crisis en la que nos encontramos inmersos. El Ministerio de Economía y Hacienda parece querer implicarse de lleno en el diálogo social anunciando reuniones inmediatas con empresarios y sindicatos.
Por otro lado se intenta restablecer un clima de concertación con las Comunidades Autónomas, imprescindible si tomamos en cuenta que las competencias transferida desde el Gobierno Central a las Comunidades Autónomas son tan abundantes que sería imposible llevar adelante políticas de Estado sin el concurso, el compromiso y la responsabilidad compartida de todas las instituciones del Estado, ya sean Gobierno Central, Comunidad Autónoma o Gobiernos municipales. Así las cosas, habrá que esperar para ver si la intención del Gobierno Central es gestionada con paciencia, prudencia e inteligencia y si desde la oposición, desde las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos, se acepta la lógica del diálogo, sin renunciar a los intereses particulares pero enmarcándolos en los intereses generales.
Habrá que ver si el empresariado mira de frente a la crisis y acepta que mantener los altos, rápidos y fáciles beneficios es ya imposible, no sólo en tiempo de crisis, sino como horizonte de futuro tras la misma. No volverá el pelotazo inmobiliario, ni deberíamos mantener la ilusión de que las concesiones administrativas son la oportunidad inagotable que ha escenificado el “modelo Correa”.
Los trabajadores, sus sindicatos de clase, CCOO y UGT, venimos denunciando lo insostenible de un modelo de crecimiento como el español, que ha tenido sus hitos en la costa y en la capital y sus pilares en la construcción, y en el alto consumo y endeudamiento de los ciudadanos.
Alta temporalidad y precariedad laboral. Servicios de baja calidad. Escasa atención a la industria. Poca innovación y alto endeudamiento. Una situación insostenible.
La crisis nos ha situado inevitablemente ante nuestras debilidades, ante la desnudez de quienes se paseaban por el mundo convencidos de la riqueza de sus vestidos. Los magos de las finanzas mundiales se han revelado como irresponsables gestores que contaron el cuento de la lechera a nivel planetario y los genios del milagro español no han demostrado ser otra cosa que la versión provinciana de la avaricia de ganancias especulativas sin cuento y sin fin.
Es la hora de mirar la realidad de frente. El momento de restablecer el papel de la política y la democracia en el gobierno de los mercados y de la economía. Es tiempo de abordar los retos ante los que nos sitúa esta crisis. Proteger, en primer lugar, a cuantos padecen con dureza los efectos de la crisis. A los desempleados, a las familias trabajadoras. Fortaleciendo los servicios públicos esenciales para asegurar el bienestar y la cohesión social. Defendiendo un empleo seguro, estable y de calidad. Afrontando un cambio de modelo productivo que apueste por la cualificación, la calidad, la productividad y la innovación.
CCOO y UGT no vamos a renunciar a este empeño de modernización y de futuro, de democratización real de la economía y de la sociedad. Las movilizaciones que venimos impulsando en todas las Comunidades Autónomas. Las que hemos llevado adelante en Madrid, en localidades como Alcalá, Móstoles, Getafe, Alcobendas, Villalba, Aranjuez o Arganda. La manifestación que recorrerá las calles de Madrid el próximo domingo , día 19 de Abril a las 12 de la mañana, entre Cibeles y Sol, pretenden ser una exigencia, un clamor, un llamamiento, una proclama de los trabajadores para hacer frente a esta crisis sentando bases sólidas para el futuro. No son movilizaciones “contra” sino “para”, y “por” el empleo y la protección social.
Unos objetivos que sólo serán posibles desde el compromiso de todas las instituciones, de los empresarios y los trabajadores. Sólo serán posibles desde un pacto de Estado sin prevenciones, sin miedo, con responsabilidad y lealtad de todos los actores políticos, económicos y sociales.
Francisco Javier López Martín es Secretario General CCOO de Madrid