jueves. 28.03.2024

PP homeopático, pero no inocuo

Cuando se cocina con defecto de sal, la comida no sabe. Si la esencia que lleva una colonia o perfume es demasiado escasa, simplemente, no huele. Sorprende entonces, que cuando se trata de un medicamento, los que defienden la homeopatía nos quieran colocar un argumento como que aquello contiene, muy diluido, el principio activo que coincide con lo que nos produce la dolencia, pero que aunque no esté presente, el diluyente guarda su memoria y eso es lo que hace efecto.

Cuando se cocina con defecto de sal, la comida no sabe. Si la esencia que lleva una colonia o perfume es demasiado escasa, simplemente, no huele. Sorprende entonces, que cuando se trata de un medicamento, los que defienden la homeopatía nos quieran colocar un argumento como que aquello contiene, muy diluido, el principio activo que coincide con lo que nos produce la dolencia, pero que aunque no esté presente, el diluyente guarda su memoria y eso es lo que hace efecto. A ver, no está, pero es como si estuviera. A ver si nos entendemos, la comida no sabe, la colonia no huele y, en cambio, la medicina cura, en las mismas condiciones. Evidentemente, no han sido capaces los partidarios de la homeopatía de hacer exhibición de sus capacidades y remedios, con mínimas garantías científicas y técnicas. Bien es verdad que, como suelen argumentar los que la emplean, no hace mal, que no parece que haga daño. Claro, que está por ver que el agua destilada pueda hacer daño alguno.

En otro escenario, la situación puede ser bastante parecida, cuando se trata de solventar la dura situación que atravesamos esperando a que “escampe”, que es la genuina y castiza forma de decir que la crisis pase de nosotros por sus propios medios, sin alterar su curso en forma alguna. La “escampá” es una suerte de acción homeopática. Aguantando, no hay mal que cien años dure.

El caso es, que las acciones homeopáticas del Gobierno del PP, en casos, la mayoría, no son tan inocuas. En la investigación, esa I+D o I+D+i, no parece que vaya a resultar tan inocua la cura homeopática del PP. El Gobierno está ciego ante la fuga de cerebros que se está dando. Ocurre delante de sus narices, pero no quiere verlo. Dice alguno de sus vasallos, que eso es un tópico y es poco menos que un flujo migratorio, con unos que salen y otros que entran, en palabras de un tal Alejandro Fernández en el Parlamento.

El punto de partida era relativamente bueno, ya que 2012 solamente dejó a España un puesto por detrás en producción científica que en 2011, aunque el retraso en número de patentes generadas nos desploma al puesto 23 y, curiosamente, el informe de la Royal Society británica nos acredita como uno de los países que más investigadores formados produce, donde alcanzamos el puesto nueve en cantidad de doctorados en 2009. Claro que las cifras resultan apabullantes si contabilizamos los puestos de investigación perdidos en empresas, centros de investigación y Universidades, que se puede estimar en más de 15.000 en lo que llevamos de crisis, y…suma y sigue.

No es de extrañar, con unas cifras de depresión en los presupuestos para I+D, con una extraña circunstancia, dado que por primera vez, (ahora dudo se es la primera) hay discrepancias entre lo que se dice por parte del Ministro De Guindos y lo que hace, ya que aquél dice que el presupuesto se ha visto incrementado en un 5% en 2013, mientras que el resto de gentes de buena voluntad, que saben leer los presupuestos, solamente son capaces de ver que el gasto sufre un recorte de un 13.7%, lo que viene a sumar una reducción acumulada en torno al 40% desde 2009. No parece muy fino que se equivoque un personaje que debía hacer “cuentas” en Lehman Brothers cuando quebró en 2008, como entrenamiento para hacerse cargo del actual Ministerio en España. ¿se tratará de una reducción homeopática?

Todo parece indicar que la fiebre actual no es algo insignificante. En el reciente documento sobre nueva Estrategia de Ciencia, Tecnología e Innovación no se especifican los recursos humanos y financieros con los que contará la I+D en el tiempo de vigencia del plan. Solamente formula un enunciado “voluntarioso” y es alcanzar hasta un 2% del PIB para I+D en el 2020. Bien, eso significa permanecer por debajo de las cifras de convergencia con Europa, ya que la actual UE-27 fijaba ese objetivo para 2010. La práctica presupuestaria homeopática del PP deja al enfermo en la UVI del mundo civilizado.

Quizás sea cuestión ideológica. No es de esperar, porque no es una práctica, que podamos decir que sea habitual en el PP gobernante, ¿o si? Bueno, si el caso es que los neocon piensan que la iniciativa privada va a solucionar la inversión en I+D, ahora en crisis, cuando ni lo hizo en época boyante, ni fue capaz de pensar que es el factor que puede impulsar la economía presente y futura, estamos arreglados. Pero es que interrumpiendo la línea ascendente en que estábamos en la inversión en I+D+i, abrimos un foso difícil de remediar. Y peor lo tenemos de materializar el PP gobernante eso que denominan excelencia, porque no teniendo criterio, como han evidenciado, ¿se puede esperar que lo tengan estableciendo los métodos de selección de los excelentes? Para empezar, es de suponer que los más competentes, si son jóvenes, ya están fuera o están a punto de estarlo. Por si acaso se escapa alguno, este año los pocos proyectos, ¿excelentes?, solamente recibirán un 7% de su presupuesto, para que no se atoren los investigadores haciendo números ni puedan contratar a investigadores jóvenes, que hay que dejarlos ir al extranjero, que aquí, por lo visto, estamos sobrados. Lo dicho, PP homeopático, pero no inocuo.

PP homeopático, pero no inocuo