viernes. 19.04.2024
“LA CIENCIA DE LA PALABRA”

Otra exposición del CSIC contra la legalidad republicana

Cristina Calandre Hoenigsfeld | En la exposición del Conde Duque parece que el CSIC sigue sin reconocer la realidad histórica de la JAE y de la historia republicana, antifascista de España y de Europa.

calandre3La exposición “La ciencia de la palabra, cien años de filología española“, organizada por el CSIC, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología y el Ayuntamiento de Madrid, el Ministerio de Economía y la Fundación Ignacio Larramendi, puede verse en el Centro Conde Duque hasta el 17 de septiembre del 2015.

Tiene como Comisarios a los investigadores del CSIC- CCHS, Pilar García Muton y Mario Pedrazuela.

El 3-2-2007, con motivo del Centenario de la JAE, publiqué en  el periódico El País un pequeño artículo, “La labor valiente y desconocida de la JAE”, donde informaba que la gran institución científica, la Junta para Ampliación de Estudios (JAE) siguió funcionando durante toda la guerra de España, hasta abril de 1939, en las ciudades republicanas de Madrid, Valencia y Barcelona, bajo la legalidad de la Constitución republicana de 1931.

Han pasado nueve años desde ese artículo, y en la actual exposición del Conde Duque parece que el CSIC sigue sin reconocer esta realidad histórica de la JAE y de la historia republicana, antifascista de España y de Europa.

Una de las principales instituciones de la JAE, que estuvo muy activa, fue el Centro de Estudios Históricos, que siguió desarrollando su actividad, y que mantuvo su sede en la calle Medinaceli 4, de Madrid. 

Bien, pues esto, lo niega esta exposición, pues se dice (también en su catálogo) que el CEH,  estuvo funcionando desde 1910 hasta 1936 (veintiséis años), y que con la guerra civil en 1936  “dejo de funcionar“, o que desapareció en “el invierno de 1938-39” y que su sede en Medinaceli  existió hasta 1936.

Cuando se refiere al gran filólogo, Tomas Navarro Tomas, en su biografía, no dice que fue el secretario de la JAE durante la  guerra civil, donde tuvo una actuación muy importante, en defensa de la legalidad republicana, llegando incluso a nombrar la JAE a mi abuelo, el Dr. Luis Calandre Ibáñez, subdelegado de la JAE en Madrid, en octubre de 1938.

calandre

Como podemos ver en esta carta, Calandre se puso en seguida a su disposición, a pesar de que tenía mucho trabajo, como Director del Hospital de Carabineros, situado en la Residencia de Estudiantes (perteneciente a la JAE-Ministerio de Instrucción Pública), y en donde se curó de una epidemia de malaria a cientos de milicianos, y se construyó un refugio antiaéreo para protegerlos de las bombas en la ciudad de Madrid.

Trabajaron muchos investigadores en el Centro de Estudios Históricos durante ese heroico periodo, como Manuel Gómez Moreno, Dámaso Alonso, Rafael Lapesa, Benito Sánchez Alonso, su director, que escribe a Calandre a la Subdelegación el 22 de octubre de 1938, sobre temas administrativos, con el membrete y sello del CEH.

¿Qué se puede hacer con una exposición “oficial“ tan mentirosa, y que va contra la historia de España, la legalidad de la II República y los científicos del Centro de Estudios Históricos, y los demás centros de la JAE , como el Instituto de Física–Química, con Enrique Moles como director , el Museo Nacional de Ciencias Naturales, con Antonio de Zulueta de director, el Instituto Cajal, con el Dr. Tello como director, etc.

Pues denunciarlo, y unirlos al “dossier“ que estoy preparando de las numerosas publicaciones, catálogos, libros, Tesis, Exposiciones (en la Residencia de Estudiantes, en el CSIC, en la Biblioteca Nacional, etc.), organizadas por “investigadores“ y académicos de prestigio, como JM Sánchez Ron, en donde se oculta esta realidad histórica de la JAE republicana, por parte del estado español, dossier que me servirá para fundamentar la queja que tengo formulada ante el Parlamento Europeo, Comisión de Peticiones, desde hace medio año, sobre el galardón “Sello Patrimonio Europeo“ otorgado a la Residencia de Estudiantes, por ocultar su refugio antiaéreo “europeo“ (que han medio destruido, a pesar de tener protección BIC)  y la historia “europea“de la JAE y  la de mi “europeo” abuelo, el eminente cardiólogo, Dr. Luis Calandre Ibáñez, que por ser tan “europeo” sufrió cárcel, depuración y multa.

Otra exposición del CSIC contra la legalidad republicana