martes. 19.03.2024
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Lo que sí está claro, es que la historia de Juan Carlos I tiene muchos claroscuros y sólo el tiempo nos lo aclarará. Sobre ellos voy a escribir

Intentar hacer la historia de un personaje que todavía vive, es imposible. Deberemos dejar pasar al menos cuarenta años, para que disponiendo de toda la documentación de su largo reinado, podamos comprobar sin la pasión actual, cual ha sido realmente su actuación y tener así una valoración más ajustada.

Desde la prensa y los medios del poder siempre han presentado a Juan Carlos I como el rey que trajo y garantizó la democracia y la libertad de todos los españoles, dándonos el periodo histórico más largo sin conflictos importantes. Incluso historiadores del prestigio del hispanista británico Paul Preston, calificó a Juan Carlos I como “el rey de todos los españoles”. ¿Es esto cierto?

Lo que sí está claro, es que la historia de Juan Carlos I tiene muchos claroscuros y sólo el tiempo nos lo aclarará. Sobre ellos voy a escribir.

Juan Carlos I desde 1938 a 1969

Juan Carlos nace en Roma el 5 de enero de 1938, siendo sus padres Don Juan de Borbón, conde de Barcelona y María de las Mercedes de Borbón princesa de las Dos Sicilias. Sus hermanos son Pilar (1936), Margarita (1939) y Alfonso (1941).

Juan Carlos es nieto de Alfonso XIII por la rama del padre y miembro de la dinastía capeta de los Borbones, de la que proceden los reyes de Francia desde Henrique IV.

Sus primeros cuatro años transcurren en Roma, donde se había instalado la familia real tras el exilio por la proclamación de la II República, el 14 de abril de 1931. Posteriormente, don Juan de Borbón se traslada a vivir a Lausana en Suiza, en el año 1942, en plena Segunda Guerra Mundial.

Se produce en 1948 una entrevista entre Franco y Don Juan en la que acuerdan que Juan Carlos se traslade a España para cursar sus estudios. Juan Carlos pisa por primera vez España el 8 de noviembre de 1948. Sin embargo, en el verano de 1949 hay un deterioro de las relaciones de don Juan y Franco, lo que hace que Juan Carlos no continúe en  España.

Tras un año de permanencia en Estoril, Don Juan accede a que Juan Carlos regrese a España en el otoño de 1950, para seguir con sus estudios, siendo acompañado esta vez por su hermano menor Alfonso.

Se supone, que la entrega de Juan Carlos  al dictador, era la única esperanza para don Juan de restaurar la monarquía en España. Juan Carlos lo debió pasar mal, pues fue recluido en un internado elitista en las afueras de Madrid junto a otros niños de la aristocracia y de familias de derechas.

En el verano de 1954 ya había acabado el bachillerato. Su preparación posterior continuó con los estudios en la Academia General Militar de Zaragoza durante dos años, en la Escuela Naval Militar de Marín un año y en la Academia General del Aire de San Javier en Murcia otro año. En su época de las Academias militares, Juan Carlos estuvo tutorizado por un general, un comandante  y un cura del Opus Dei.

En enero de 1966, en una entrevista en la revista norteamericana Times, jura fidelidad a su padre don Juan, diciendo: “Nunca aceptaré la Corona mientras mi padre siga vivo”.  

El 5 de marzo de 1966, se celebra en Estoril una reunión del Consejo Privado de Don Juan para conmemorar el veinticinco aniversario de la muerte de Alfonso XIII. A la reunión había sido invitado Juan Carlos. Este Consejo tenía previsto ser un acto de reafirmación de los derechos dinásticos de don Juan.

Sin embargo, Juan Carlos decidió no acudir a dicha reunión a instancias de su esposa Sofía, empleando la excusa de una indisposición. Don Juan consideró su no presencia como una ruptura de la unidad dinástica por parte de Juan Carlos

LA MUERTE DE SU HERMANO ALFONSO

El 29 de marzo de 1956, en plenas vacaciones de Semana Santa, Juan Carlos se encontraba en Estoril en la casa de su padre, la villa Giralda, tenía entonces dieciocho años y parece ser que se le disparó accidentalmente un revólver del calibre 22 mientras estaba jugando con su hermano menor, Alfonso, que acabo muerto.

Sobre este hecho hay varias cuestiones que sólo el tiempo aclarará. La embajada española en Lisboa sacó por orden del general Franco un comunicado que decía “Mientras su Alteza el Infante Alfonso se hallaba limpiando un revólver calibre 22 se efectuó un disparo que le alcanzó la frente y murió al cabo de unos minutos”.

Alfonso tenía quince años. La secretaria de los condes de Barcelona facilitó el siguiente comunicado: “Estando el infante don Alfonso de Borbón, limpiando una pistola en el salón con su hermano, la pistola se disparó, alcanzándole en la región frontal, falleciendo a los pocos minutos. El accidente sucedió a las veinte horas y treinta minutos al regresar de los oficios de Jueves Santo, donde había recibido la sagrada comunión”.

Otras versiones de personas que estuvieron presentes, dijeron que Juan Carlos era quien empuñaba el revólver sin saber que estaba cargada. Recientemente, el coronel Amadeo Martínez, reveló que tenía pruebas de que Juan Carlos había asesinado a su hermano por orden de Franco, quien quería que el heredero al trono fuese él y no su hermano menor.

El hermano mayor del conde de Barcelona y tío de Juan Carlos, Jaime de Borbón, solicitaría meses después una investigación judicial del suceso. En su comunicado decía: “Exijo que se proceda a esta encuesta judicial porque es mi deber de Jefe de la Casa de Borbón y porque no puedo aceptar que aspire al trono de España quien no ha sabido asumir sus responsabilidades”. El historiador Paul Preston calificó tal petición como inaudita por su insensibilidad y pura malevolencia y seguramente fue motivada para procurarse beneficios políticos a su propia causa.

La noticia fue silenciada por el régimen franquista, que mantenían a los Borbones lejos de España y también por la prensa portuguesa, igualmente sometida a la dictadura de Salazar.

Alfonso de Borbón fue enterrado en el monasterio de Cascais. Posteriormente, su cuerpo fue trasladado en 1992 al Monasterio del Escorial.

¿Cuál es la realidad? Sin conocer los informes de la policía y de la judicatura portuguesa, si es que existen estos, tardaremos muchos años en que puedan ser vistos por los historiadores. Hoy no podemos saber lo que realmente sucedió.

EL MATRIMONIO CON SOFIA DE GRECIA

El 13 de septiembre de 1961, se produce el anuncio del compromiso entre Juan Carlos con la princesa griega Sofía. El 14 de mayo de 1962, la pareja contraía matrimonio en Atenas  por el rito ortodoxo primero y posteriormente por el católico.

Franco había expresado su deseo de que el matrimonio viviera en España, y para eso se les preparó el palacio de la Zarzuela.

Se dijo que dicho matrimonio fue de conveniencia, arreglado por la reina griega Federica, que era la madre de Sofía. Se le conoce con el nombre de “pobre reina”, debido a las reiteradas infidelidades de Juan Carlos. De esta forma, ha dedicado gran parte de su actividad como Reina a obras de caridad y al cuidado de animales. Es evidente la frialdad, con la que se trata la pareja real tanto en actos públicos como en la vida cotidiana. Gran parte de su tiempo la pasa en compañía de su familia griega.

FRANCO Y LA SUCESIÓN MONÁRQUICA

Por la Ley de Sucesión de 26 de julio de 1947, refrendada posteriormente por referéndum, se declaraba que España era un Estado constituido en Reino, aunque formalmente sin ser una monarquía y sin un Rey. Esto quedó posteriormente ratificado por la Ley de Principios del Movimiento Nacional de 1958 y por la Ley Orgánica de 1967.

El 25 de agosto de 1948, se reúnen Franco y don Juan de Borbón en el golfo de Vizcaya, donde acuerdan que don Juan Carlos se trasladaría a España donde será educado. El objetivo de Franco es buscar un sucesor monárquico hecho a su medida. El ocho de noviembre de 1948, viaja a España permaneciendo un año.

El proceso institucional del franquismo establecía una monarquía singular, en la medida que era definida como la monarquía  del Movimiento Nacional, con un carácter continuista de sus principios e instituciones.

La cuestión sucesoria es adoptada en exclusiva por el dictador Franco, al margen de la legitimidad dinástica de la Corona, depositada en la persona de don Juan de Borbón. Éste era el titular de los derechos dinásticos y de la Jefatura de la Casa Real Española, por transmisión directa de su padre, el rey Alfonso XIII. Hubo que esperar hasta mayo de 1977, cuando don Juan cedió a Juan Carlos los derechos dinásticos de los Borbones. Juan Carlos ya llevaba casi dos años como Rey, cuando don Juan cedió estos derechos.

La cuestión sucesoria en el régimen franquista fue un proceso muy lento e incierto debido a dos razones:

- La existencia de diferencias y divisiones entre las distintas familias y grupos del franquismo de cómo debía ser la forma institucional: monarquía, regencialismo o presidencialismo.

- La segunda cuestión era ¿Quién debía ser el rey?

Para los monárquicos debía ser don Juan como único depositario de la legitimidad dinástica.

Para los carlistas don Alfonso de Borbón Dampierre, que era hijo de Jaime (segundo hijo de Alfonso XIII) y yerno de Franco. Otros posibles candidatos, Javier de Borbón Parma, Carlos Hugo de Borbón.

Para los adictos al régimen lo importante era, que el elegido por Franco, no se apartase de los principios del Movimiento y se alejase de los principios liberales.

Franco siempre tuvo el control de su sucesión, de eso dependía la supervivencia del propio régimen.  Por ello, no aceptaba a don Juan de Borbón porque Franco no quería una monarquía liberal para España.

De 1969 a 1975

Se le nombra Príncipe de España, que era un título creado por Franco, de esta forma salvaba la distancia con respecto a la monarquía liberal. Dicho título fue aceptado por Juan Carlos, lo que creó un conflicto interno en la Casa Real de los Borbones.

El 22 de julio de 1969, Franco pronuncia un discurso ante el Pleno de las Cortes donde decide la instauración de una nueva monarquía del Movimiento y no la restauración de una monarquía liberal, proponiendo a don Juan Carlos como Príncipe de España.

En su discurso Franco justifica la elección de don Juan Carlos diciendo: "...por las condiciones que concurren en su persona... que, perteneciendo a la dinastía que reinó España durante varios siglos, ha dado claras muestras de lealtad a los principios e instituciones de Régimen, se halla estrechamente vinculado a los ejército de Tierra, Mar y Aire… Esta designación se halla del todo conforme con el carácter de nuestra tradición… firmes contra la decadencia liberal… contribuirá en gran medida a que todo quede atado y bien atado para el futuro”.

Esta propuesta de Franco es respaldada por 122 procuradores sindicales, con 19 votos en contra y nueve abstenciones.

El 23 de julio de 1969, Juan Carlos aceptaba oficialmente el ofrecimiento, jurando ante las Cortes fidelidad a Franco y a los principios del Movimiento Nacional. En su discurso de aceptación no aludió a su padre y a la legitimidad dinástica, sino que aceptaba la legitimidad procedente del régimen franquista, diciendo:

“…. Recibo de su Excelencia, el Jefe del Estado y Generalísimo Franco, la legitimidad política surgida del 18 de julio de 1936… pertenezco por línea directa a la Casa real española y en mi familia, por designios de la Providencia, se han unido las dos ramas”.

La jura de fidelidad de Juan Carlos a los principios del Movimiento Nacional le ha hecho estar vinculado al dictador en el imaginario colectivo de los españoles, de los demócratas europeos y de la oposición antifranquista. La prensa nacional siempre ha ocultado en la medida de sus posibilidades la unión del Rey Juan Carlos con el Dictador Franco al no ser muy presentable.

Don Juan se enteró del nombramiento como Príncipe de España a través de un correo que le mandó Juan Carlos, solicitándole la bendición de tal nombramiento. La respuesta de Don Juan es contundente “¿Qué monarquía salvas? ¿Una monarquía contra tu padre? No has salvado nada ¿Quieres salvar una monarquía franquista?..., ni estoy de acuerdo, ni daré mi acuerdo nunca, ni aceptaré jamás que tú puedas ser Rey de España sin el consentimiento de la monarquía, sin pasar a través de la dinastía”. Como consecuencia de dicho nombramiento, don Juan retira a Juan Carlos el título de Príncipe de Asturias.

Juan Carlos no deja de alabar la figura de Franco y en una entrevista realizada para la televisión francesa en 1969, cuando ya era Príncipe de España, dijo: “El general Franco es verdaderamente una figura decisiva, histórica y política para España. Supo resolver nuestra crisis de 1936. Desempeñó un papel político para sacarnos de la Segunda Guerra Mundial.  En los últimos treinta años, ha echado las bases del desarrollo. Para mí, es un ejemplo vivo, por su dedicación patriótica diaria al servicio de España. Le tengo un gran afecto y una gran admiración”.

En enero de 1971, Juan Carlos realiza un viaje oficial a Estados Unidos atendiendo una invitación del presidente norteamericano Richard Nixon, el objetivo de dicha visita es ganarse la confianza de los norteamericanos.

Del 0 de julio al 2 de septiembre de 1074, Juan Carlos sustituye a Franco de forma interina al encontrarse enfermo. Presidió el 38º aniversario del 18 de julio. El 20 de julio de 1974 firma una declaración conjunta con Estados Unidos para prorrogar el Tratado de Ayuda Mutua entre ambos países.

El uno de octubre de 1975, aparecen juntos Juan Carlos y el dictador Franco en un acto de adhesión al régimen ante la condena unánime de la comunidad internacional por la ejecución de cinco presos políticos. El 30 de octubre de este año, Juan Carlos vuelve por segunda vez a ejercer de forma interina la Jefatura del Estado ante el gravísimo estado de salud de Franco. 

Franco muere el 20 de noviembre de 1975. El 22 de noviembre de 1975, Juan Carlos es proclamado Rey de” todos los españoles” y de su discurso cabe destacar:

“…. Como rey de España, título que me confieren la tradición histórica, las Leyes Fundamentales del Reino y el mandato legítimo de los españoles, me honro en dirigiros el primer mensaje de la Corona, que brota de lo más profundo de mi corazón.   Una figura excepcional entra en la Historia.   El nombre de francisco Franco… Con respeto y gratitud quiero recordar la figura de quien durante tantos años asumió la pesada responsabilidad de conducir la gobernación del Estado. Su recuerdo constituirá para mí una exigencia de comportamiento y de lealtad para con las funciones que asumo al servicio de la Patria… España nunca podrá olvidar a quien como soldado y estadista ha consagrado toda la existencia a su servicio…

EL REINADO DE JUAN CARLOS I

Juan Carlos ha tenido un reinado de treinta y ocho años. En su primer discurso de Navidad de 1975, Juan Carlos elogia la figura del dictador Franco “El año que finalizó nos ha dejado un sello de tristeza que ha tenido como centro la enfermedad y la pérdida del que fue durante tantos años nuestro Generalísimo. El testamento ofrecido al pueblo español es sin duda un documento histórico que refleja las enormes cualidades humanas, los enormes sentimientos de patriotismo sobre los que quiso asentar toda su actuación al frente de nuestra nación. Tenemos las bases muy firmes, que nos legó una generación sacrificada y el esfuerzo titánico de unos españoles ejemplares. Hoy les dedico desde aquí un homenaje de respeto y admiración”.

Sus inicios de reinado son muy complicados, con un país plagado de huelgas y manifestaciones, con una clase obrera muy concienciada y combativa desde los tiempos del franquismo. El país se encuentra inmerso en una gran crisis económica y con fuertes medidas represivas. A esto debemos añadir la existencia de la lucha armada por parte de grupos como ETA, FRAP y GRAPO. Juan Carlos es plenamente consciente, que el mantenimiento del franquismo es imposible y el cambio inevitable.

Decide nombrar a Adolfo Suárez como presidente del gobierno, siendo éste, expresidente del Movimiento Nacional. Abre el camino hacia una transición democrática, a cambio de que se garantice la monarquía y presenta a Juan Carlos como garante de la reconciliación de todos los españoles.

El 18 de noviembre de 1976, se presenta la Ley para la reforma política, que marca el camino hacia la transición democrática. Se legalizan todos los partidos políticos, incluido el PCE y se decreta una amnistía para algunos presos políticos.

El 14 de junio de 1977, Juan Carlos obliga a su padre don Juan, que era el legítimo heredero de la Corona española, a renunciar a sus derechos dinásticos, para así asentar su poder y legitimar su cargo. Don Juan renuncia y Juan Carlos se convierte entonces en Príncipe de Asturias desde el uno de noviembre de 1977.

Posteriormente, se aprueba la Constitución. Dentro de ella hay algunos artículos, como el artículo 56º, donde su figura tiene una inmunidad total y absoluta para todos los hechos, incluso en caso de traición a la Patria.

También resulta significativo el art 57º de la Constitución donde se privilegia al varón sobre la mujer en la sucesión, que para muchos juristas creen que es inconstitucional al chocar con el art 13ª que dice que todos los españoles somos iguales ante la ley

Su reinado presenta puntos oscuros, que sólo el tiempo nos dará cual ha sido realmente su reinado.   Veamos

HIJOS BASTARDOS ATRIBUIDOS A JUAN CARLOS

Dos son los hijos, que han reclamado la paternidad del rey Juan Carlos, pero que nunca han sido reconocidos.

Ingrid Sartiau que tiene 47 años. Su madre es Liliane Sartiau. Conoció a Juan Carlos en Francia en el año 1956, posteriormente se encuentran diez años después en una feria de Luxemburgo. Nueve meses después de ese encuentro nació Ingrid.

Albert Solá Jiménez tiene 57 años. Estando Juan Carlos en la Academia Militar de Zaragoza, viajo a Barcelona y allí conoció a la hija de un famoso banquero de la época, María Back-Ramón. De estos encuentros nace nueve meses después Albert. Tras el parto, le es arrebatado el niño a su madre y es trasladado a Ibiza. Con cinco años es adoptado por la familia Solá Jiménez. Su parecido con Juan Carlos es evidente.

Tanto Ingrid como Albert se hicieron las pruebas de ADN para comprobar si eran hermanos. Las pruebas las aplicó el profesor Juan Jacques Cassiman, reconocido genetista de la universidad de Lovaina, que concluyó: “La probabilidad de que tengan un progenitor común es elevadísima, los estudios son claros”.

SU FORTUNA Y LOS AMIGOS INCONVENIENTES

Diversas ONG y movimientos sociales acusaron al rey Juan Carlos de hacer de intermediario en la venta de armas a Marruecos, que posteriormente serían usadas para reprimir a los saharauis. También es conocida su relación con las familias reales de Oriente Medio, que se distinguen por ser regímenes autoritarios, como Arabia Saudí con una monarquía absoluta, que se rige por un sistema feudal y no libre

En el año 2007, el periódico británico The Times criticaba “el lujoso estilo de vida de Juan Carlos” al que calificaba de play boy y al mismo tiempo lanzaba una durísima crítica a la prensa española por su acriticismo ante la figura real y la idealización que ha desarrollado durante todo su reinado.

Si seguimos al diario Público, en varias ediciones de 2014, denuncia como Juan Carlos I había hecho de intermediario con la dictadura militar argentina de Rafael Videla y el gobierno español presidido por Adolfo Suárez en el año 1976. También hizo de intermediario entre la dictadura argentina y grandes empresarios y banqueros entre los que se encontraría Emilio Botín padre, del Banco Santander.

El Rey Juan Carlos I concedió, en 1978, al dictador Videla la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar y el Collar de la Orden de Isabel. Asimismo, el príncipe Felipe fue nombrado en 1981 por la armada argentina, Guardiamarina Honoris Causi.

En septiembre de 2012, el diario norteamericano The New York Times publicó un artículo sobre Juan Carlos I “Un rey escarmentado que busca redención en España y su monarquía”. En dicho artículo cifraba “la fortuna de la Familia Real en unos 1.800 millones de euros”.

Otras fuentes periodísticas extranjeras que han publicado sobre la fortuna de Juan Carlos I han sido la conocida revista Forbes, especializada en grandes fortunas y Eurobusiness en dos artículos de los años 2000 y 2002, que cifraban su fortuna en aquel año en 1.790 millones de euros y forma parte del club europeo de las 400 familias más ricas.

Eurobusiness en su artículo del año 2000, se afirmaba:

La familia del rey Juan Carlos heredó un número importante de propiedades en España y en otros lugares de Europa, incluyendo una isla de Mallorca… También recuperó obras de arte. Pero la fuente más importante de la fortuna de la familia real procede de una fundación organizada, a finales de los años cuarenta, para la restauración de la monarquía por el general Franco. El rey tenía una fortuna personal valorada en 545 millones de euros y controla bienes familiares por valor de 1.136 millones de euros”. 

La Casa Real calificó la estimación de Eurobusiness de la siguiente manera:

La disparatada cifra de 1.700 millones de euros sólo se puede explicar por haber entendido ustedes, erróneamente, que los bienes públicos propiedad del patrimonio Nacional, del Estado español, son propiedad privada de Su Majestad el Rey, lo cual es evidentemente inexacto… Su Majestad efectúa anualmente, como el resto de los españoles obligados a ello, las correspondientes declaraciones de renta y patrimonio”.

Hay dos datos que la prensa extranjera no ha puesto en valor:

El primero es que desde la llegada al poder de Adolfo Suárez en 1975 hasta el primer gobierno de José María Aznar, estamos hablando de veintitantos años, todos los españoles hemos estado financiando a la Casa Real con el llamado “céntimo de la gasolina” que todos hemos pagado religiosamente cuando en esos años repostábamos y que suponen una buena cantidad de millones de euros.

El segundo punto, han sido los amigos que han gestionado a su manera la fortuna real y sus negocios, los Mario Conde, Javier de la Rosa, Colón de Carvajal y todos ellos han acabado en la cárcel.   Algunos casos como el de KIO, durante la Iª Guerra del Golfo, donde desaparecieron 500 millones de dólares y que algún día deberá ser explicado que paso con ellos.

La prensa y el Rey Juan Carlos

Es muy llamativo el tabú existente en los medios de comunicación españoles en torno a la figura de Juan Carlos. Uno de los aspectos más llamativos de su reinado es la sumisión y la autocensura de todos los medios de comunicación respecto a la labor de la monarquía.

Resulta paradójico que en una democracia como se le supone a la española tengas que acudir a la prensa internacional para enterarte de la vida real del rey Juan Carlos, mientras que aquí existía el más absoluto silencio.

Mientras que la prensa internacional criticaba las formas y maneras del rey Juan Carlos, esta misma prensa criticaba a los medios de comunicación españoles por dar una imagen deliberadamente positiva de la monarquía e incluso algunos medios extranjeros han señalado su actitud como un auténtico culto a la personalidad, que nos recuerdan a los antiguos regímenes comunistas.

Uno de los puntos más negativos del reinado de Juan Carlos ha sido la falta de libertad de prensa existente hacia una monarquía, que no quería aparecer como originaria del franquismo, y que como hemos visto viene de él.

JUAN CARLOS I Y CORINNA ZU SAYM-WITTGENSTEIN

Periódicos internacionales como el Bild alemán, La Stampa italiana, el Middle East Times… así como la escritora Pilar Eyre en su libro “La soledad de la reina” o José Antonio Zarzalejos exdirector del ABC señalan la larga relación sentimental y de negocios entre Juan Carlos y Corinna. Son conocidas las continuas infidelidades del Rey, la última con Corinna.  

Es una alemana de 46 años, divorciada dos veces. Ella ha reconocido ser buenos amigos y haber hecho gestiones delicadas  y confidenciales. Ha sido la compañera habitual del Rey en sus fines de semana cazando. Se sabe, que ella se alojaba en una casa del Palacio de El Pardo, disponiendo de coche oficial y de escoltas.

Sucede el accidente de caza de Juan Carlos en Botswana, que se  encontraba acompañado de Corinna, lo que levanta una gran indignación en todo el país sumergido en una gravísima crisis económica y sufriendo todo tipo de recortes.

EL ESCÁNDALO URDANGARIN

Se produce en el año 2010, cuando la Audiencia de Palma de Mallorca abre el proceso al Instituto Noós. Organización sin ánimo de lucro, que estaba presidida por la infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarin. Se les acusa de delitos fiscales saqueo de arcas públicas y de blanqueo de dinero.   Todo ello ha deteriorado la imagen de la monarquía y más la de Juan Carlos I.

JUAN CARLOS I Y EL 11 F

El 11 de febrero de 1981, se produce un intento de golpe de Estado militar, dirigido por el teniente coronel de la Guardia Civil, Antonio Tejero, pero que detrás se encontraban bastantes generales.  

El Congreso de los Diputados es tomado por asalto por cerca de 300 guardias civiles y unos cien soldados, cuando se estaba procediendo a la investidura del candidato de la UCD a la presidencia, Leopoldo Calvo Sotelo, pues Adolfo Suárez había presentado la dimisión.

El ejército ocupó varios puntos estratégicos de la capital, en Valencia salieron los tanques a la calle,…. El relato de los hechos es muy conocido. Juan Carlos I sale en la TVE siete horas después para condenar la intentona militar:

La Corona, símbolo de la permanencia y unidad de la Patria, no puede tolerar, en forma alguna, acciones o actitudes de personas que pretenden interrumpir por la fuerza el proceso democrático que la Constitución votada por el pueblo español determinó en su día a través de referéndum”.

Ante el fracaso del golpe militar, Juan Carlos I fue presentado como el salvador de la democracia por la prensa nacional. Sin embargo, existen muchísimas dudas que la realidad fuera como nos la han contado. Hay personajes como el general Armada, íntimo del Rey y parece ser  una de las cabezas del golpe.

Tendremos que esperar unos cuarenta años a que la CIA, el Departamento de Estado norteamericano, o los servicios secretos occidentales desclasifiquen toda la documentación que poseen sobre el 11 F, para saber lo que realmente sucedió.

El dos de junio del 2014, Juan Carlos I decide abdicar a favor de su hijo Felipe de Borbón y Grecia. El Rey explica las razones:

Estos difíciles años nos ha permitido hacer un balance autocrítico de nuestros errores y de nuestras limitaciones como sociedad… En la forja del futuro, una nueva generación reclama con justa causa el papel…”


NOTA
Todo lo que contiene este artículo ha sido publicado tanto en prensa nacional como internacional


BIBLIOGRAFIA

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Juan Carlos I, el rey de unos pocos