jueves. 28.03.2024

Comunicado del Observatorio de la Ciudadanía contra la Corrupción


Han usado un artículo del reglamento disciplinario de las fuerzas armadas inventando que no acudió a dos citaciones anteriores para prestar declaración en expedientes disciplinarios, cuando puede acreditar que, en la primera estaba enfermo, y remitió al instructor el parte médico correspondiente, y en la segunda fue citado por correo electrónico con 24 horas de antelación, abriendo el correo Luís Gonzalo transcurridas más de 22 horas, extremo que igualmente comunicó. Si esto no fuera suficiente, se contempla en el régimen disciplinario de las fuerzas armadas que se puede dar por cumplido el trámite cuando hay incomparecencia, siendo los dos antes referidas las únicas a las que ha faltado de las casi 40 que ha recibido.

Quizás lo que provocó un malestar en los mandos fue la publicación en su blog hace hoy cinco días y en el diario digital “Público” de un artículo titulado “los soldados no son perros ni los tenientes coroneles, marqueses” en el que muestra fotografías del estado de las latas de comida, con moho y gusanos, que reciben los soldados en maniobras y por las que les descuentan 22€/día, además de otras raciones por las que les cobran 6€, a la vez que denuncia la “inversión” en mejoras de regadío de campos de golf de los mandos militares.

Explica también que la razón de esa comida podrida, corrupta, como la conciencia de los que la suministran a los soldados, es porque cuando está próxima su caducidad la canjean a coste cero, aunque a los soldados le siguen descontando los 22€. Muestra también en esa publicación en su blog maquinaria militar trabajando en mejoras de viviendas de los mandos militares.

Esta denuncia y otras que ha realizado el teniente Luís Gonzalo Segura han provocado un movimiento de simpatía en el ejército del que nos llegan noticias a este Observatorio, del que forma parte Luís Gonzalo como responsable de conocer las prácticas corruptas en el ámbito militar, movimiento que no socava la disciplina necesaria en las fuerzas armadas sino que pretende un trato digno, profesional, decente para los soldados, y acabar con las prácticas corruptas como la de la comida y otras muchas que no reiteramos y que se encuentran expuestas en el libro “Un paso al frente”.

El Observatorio, entre las medidas contra la corrupción plantea la creación de la figura del testigo blindado, que garantice más eficazmente la protección de lo que en la actualidad lo hace el testigo protegido; Luís Gonzalo reúne las condiciones para haberse acogido a esta figura aun inexistente y tener todo el apoyo del Estado y del ejército por denunciar las prácticas corruptas que suponen la comida podrida para los soldados y los cientos de miles de euros gastados en campos de golf para los oficiales.

Cuentan que en la guerra de Marruecos soldados marroquíes morían de sed mientras sus oficiales se duchaban con agua mineral. En España los oficiales disfrutan de campos de golf para su asueto mientras los soldados comen comida con moho y gusanos.

Manifestamos nuestro apoyo incondicional a Luís Gonzalo Segura y la disposición a realizar cuantas acciones jurídicas y sociales sean precisas en apoyo de su honorable tarea de denunciar las prácticas corruptas que se producen en el ejército español, estando dispuestos a ser portavoces de las denuncias que nos lleguen al respecto (buzoncontracorrupcion@gmail.com).

Por esto cobran 6 euros a los soldados

En España se vive un tiempo nuevo y las prácticas corruptas que se han venido realizando durante muchos años a espaldas de la ciudadanía están aflorando; un buen militar, un militar de honor es aquel que se opone a las prácticas corruptas y denuncia el abuso de poder y maltrato que se practica a diario contra los soldados y contra el erario público, contra el dinero de todos, y eso de momento es lo que ha hecho el oficial Luís Gonzalo Segura y la única razón por la que está siendo perseguido y está hoy privado de libertad.

Desde este Observatorio de la Ciudadanía contra la Corrupción denunciaremos todas esas prácticas, en el ejército o cualquier otra institución, para contribuir a hacer un país más decente y menos injusto.

El Ejército, de Franco a la corrupción