Todas las cepas tienen algo de THC, aunque se cultiven con fines medicinales, pero el CDB contrarresta su efecto psicoactivo
Parece que ya todos hemos aprendido a convivir con la marihuana como tratamiento médico alternativo, pero quizás no sabríamos responder a preguntas como en qué consisten sus ventajas o por qué en estos casos no “coloca” como un porro de marihuana fumada. El secreto está en el CDB, muchas veces comercializado como aceite de CDB. El CDB es un cannabinoide llamado cannabidiol, que potencia el efecto medicinal de la cepa. El componente que hace que la marihuana coloque es el THC, otro cannabinoide mucho más psicoactivo. Estos son los dos componentes más prominentes encontrados en las cepas comerciales, que normalmente suelen preferir potenciar el THC (también llamado tetrahidrocannabinol) debido a su valor en el mercado. Esto podría estar a punto de cambiar, ya que poco a poco la marihuana recreativa parece dejar paso a la terapéutica, aunque claramente hay mercado para ambas y las investigaciones no suelen hacer estas distinciones, ya que la legalización o no de estas sustancias está relacionada más con cuestiones legales y éticas que con lo estrictamente científico.
Todas las cepas tienen algo de THC, aunque se cultiven con fines medicinales, pero el CDB contrarresta su efecto psicoactivo. Esto también funciona a la inversa, por lo que también la marihuana con alto nivel de THC de alguna manera está compensada por el CDB y siempre tiene valor medicinal. Esto permite al enfermo hacer vida normal, y al fumador recreativo sentir un subidón lúcido y potente porque el DCB de alguna manera “contiene” los efectos psicoactivos. Para hacernos una idea una cepa normal tendría entre un 0,6 y un 1% de CDB, mientras que una cepa puramente medicinal contaría con una cantidad de al menos el 6%.
Por ahora, y teniendo en cuenta que las terapias alternativas son un campo minado de normativas que se contradicen y eufemismos para nombrar lo innombrable, no parece que sea tan rentable cultivar esta marihuana especialmente medicinal en vez de su hermana la marihuana recreativa, pero quién sabe. Si cada vez más investigaciones piden hacer un hueco a este nuevo “medicamento”, quizás pronto empiece a compensar.
