martes. 23.04.2024
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Muchas familias se ven obligadas a renunciar o a posponer un tratamiento médico por sus dificultades económicas. Un 34% de los encuestados ha dejado el tratamiento que estaba siguiendo para más adelante y un 13% lo abandonó definitivamente

Los hogares españoles destinan una media de 1.378 euros al año a gastos sanitarios, según se desprende de un estudio llevado a cabo por OCU, lo que supone un 14% del presupuesto familiar medio. 

El estudio se ha realizado en base a encuestas a 1.200 personas sobre el dinero que dedican a gastos sanitarios, no cubiertos por la sanidad pública y el impacto que tienen estos en sus hogares. La muestra es representativa de la población española según edad, sexo, nivel educativo y lugar de residencia.

Las familias destinan de media casi la mitad de sus gastos sanitarios a los cuidados dentales (614 euros). Le siguen los cuidados oftalmológicos (197 euros) y los medicamentos (167 euros). A continuación se encuentran los gastos destinados a la rehabilitación y fisioterapia (90 euros) y el gasto en enfermedades crónicas (86 euros). Los capítulos en los que menos nos gastamos de media son la atención psiquiátrica y psicológica (39 euros) el embarazo y el parto (35 euros) los cuidados auditivos (31 euros) y la ortopedia.

OCU recuerda que en el estudio "se tienen en cuenta los gastos no cubiertos por algún tipo de cobertura, ya sea la proporcionada por la sanidad pública o por algún tipo de seguro médico privado". Un 19% de las familias tiene contratado un seguro médico complementario. El gasto medio por hogar en esta materia es de 1.121 euros al año.

La evolución del gasto sanitario ha sido dispar. Comparando los datos con un estudio similar realizado en 2010, la partida que más crece (+58%) es la del gasto destinado a medicamentos. Este incremento está motivado, por dos factores principales: el aumento del copago farmacéutico por los recortes aplicados en los últimos años y la medicalización de la vida cotidiana que estamos viviendo últimamente.

Los gastos en rehabilitación y fisioterapia han subido un 45% y los relacionados con los cuidados auditivos un 29%. Otros gastos sanitarios han descendido en comparación con el último estudio. El gasto destinado por las familias a tratar enfermedades crónicas se ha reducido en un 9%, el destinado a los cuidados oftalmológicos un 19% y un 25% el de ortopedia.

Un 19% de las familias tiene contratado un seguro médico complementario. El gasto medio por hogar en esta materia es de 1.121 euros al año

Muchas familias se ven obligadas a renunciar o a posponer un tratamiento médico por sus dificultades económicas. Un 34% de los encuestados ha dejado el tratamiento que estaba siguiendo para más adelante y un 13% lo abandonó definitivamente por carecer de recursos para poder pagarlo. Por especialidades, los retrasos o abandonos se correspondían en un 41% con la atención dental, un 24% con la oftalmológica y un 19% con la fisioterapia. 

Y es que los datos de la encuesta reflejan que los gastos sanitarios no afectan por igual a todas las familias. De media suponen un 14% del gasto familiar, pero para las familias con ingresos mensuales por debajo de 1.000 euros el impacto del gasto sanitario se dobla, llegando a alcanzar el 28% de su presupuesto familiar. De hecho para el 30% de las familias encuestadas resultó difícil o muy difícil afrontar los gastos médicos.

Una de las opciones que les queda a los usuarios es pedir un préstamo para financiar cualquiera de los tratamientos no cubiertos por la sanidad pública. Un 15% de los encuestados reconoce que ha solicitado al menos un vez un crédito para financiar estos tratamientos.

Para la organización en defensa de los consumidores, es necesario ampliar la cartera de prestaciones. En especial para aquellas familias con menores ingresos a las que les resulta mucho más difícil hacer frente a los gastos sanitarios. Sobre todo porque las privaciones traen consecuencias, retrasar o abandonar los tratamientos tuvo consecuencias para un 21% de los encuestados que tuvo un problema de salud serio.

La vía para ampliar las prestaciones, sobre todo en materia bucodental, ha de venir de la aplicación de medidas de racionalización del gasto sanitario, como la financiación selectiva de tratamientos basados en criterios de coste efectividad o una mayor transparencia en la rendición de cuentas  de los gastos hospitalarios, permitiría ahorros importantes que posibilitarían la ampliación de prestaciones.

El gasto en medicamentos de los hogares ha crecido un 58% desde 2010