jueves. 28.03.2024
yogurt

En España un 30% de la población tiene dificultades para digerir la lactosa. Algunos de los síntomas que presenta un maldigestor suelen ser dolor abdominal, flatulencias, sensación de hinchazón y diarrea. Sin embargo, uno de los principales problemas de la maldigestión a la lactosa es el autodiagnóstico. Muchos pacientes detectan el malestar que les provocan los lácteos y dejan de tomarlos, desapareciendo los síntomas, pero dejar de consumir lácteos podría entrañar un riesgo para la salud por déficit de calcio que pueden derivar en falta de masa ósea.

La lactosa es el azúcar de la leche que tiene que ser digerido para que nuestro cuerpo lo transforme en energía. En el intestino hay de forma natural una enzima llamada lactasa encargada de romper la lactosa para su digestión. Los maldigestores de lactosa tienen menor actividad de la lactasa y por tanto la lactosa no se digiere bien. Existen diferentes grados de tolerancia, así una persona con un nivel leve problema para digerir la lactosa, la digiere mejor que otra con un grado elevado. Cada persona debe encontrar su equilibrio, conocer cuál es su nivel de tolerancia y qué productos puede consumir. 

En cualquier caso, no es necesario eliminar todos los lácteos de la dieta, o así lo dice la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, que invita a estas personas a consumir lácteos con prudencia y de manera fraccionada. Esto es debido a que las personas con problemas para digerir la lactosa toleran hasta 12 g de lactosa al día y la toleran mejor si la ingieren en tomas separadas y en pequeñas cantidades.

Por ello, el yogur es la alternativa láctea más interesante en maldigestores. El yogur contiene aproximadamente 4 gramos de lactosa, por su tamaño es ideal para ser consumido varias veces al día y contiene microorganismos beneficiosos que ayudan a la digestión de su a lactosa, evitando así los síntomas que sufren los maldigestores.

No hay que olvidar que el yogur es uno de los alimentos lácteos más beneficiosos y completos para nuestro organismo. Nos aporta vitaminas A, B y D, proteínas de alto valor biológico y minerales, especialmente fósforo y calcio. Éste último, se incorpora al metabolismo del tejido óseo rápidamente, contribuyendo de esta forma al mantenimiento de huesos y dientes.

Los yogures nos aportan alrededor del 20% del consumo diario de calcio. Además, el calcio presente en el yogur tiene mayor grado de absorción. Por lo que sería recomendable incluir en nuestra dieta entre dos y cuatro yogures al día para cumplir las recomendaciones de ingesta de calcio en todos los grupos de edad.

Todas estas propiedades definen al yogur como un alimento ideal para las personas con problemas para digerir la lactosa ya que les puede ayudar a mejorar la calidad de la dieta dentro de un patrón de alimentación equilibrada y variada.

El papel del yogur en la digestión de la lactosa