jueves. 28.03.2024
celiaco

Hace apenas unos años si alguien decía que era celíaco lo más probable es que nadie supiera de lo que estaba hablando, hoy en día no solo todo el mundo sabe de qué se trata esta enfermedad si no que se ha convertido en un verdadero negocio. Por si queda alguna duda, la celiaquía se traduce en una intolerancia al gluten y se relaciona con el centeno, el trigo, la avena y la cebada que son productos consumidos cotidianamente por cualquiera. El problema reside en que no existe un medicamento o una pastilla que solucione o que neutralice al menos los efectos de esta enfermedad, si no que la única solución que se contempla es una modificación en las dietas de la gente que lo padece.

Las empresas que se dedican a la elaboración de alimentos libres de gluten se enfrentan a una producción costosa, que se traduce en un aumento de casi un 60% de los precios finales a los que se tiene que amoldar la persona celíaca. Era cuestión de tiempo que alguien consiguiera dar un golpe en la mesa reduciendo precios y produciendo a gran escala, aquí aparece la famosa cadena de supermercados Mercadona, que comenzó a producir todo tipo de productos sin gluten. Evidentemente abrió la puerta a supermercados competidores, que años después incorporaron secciones o selecciones de alimentos libres de gluten, y  también a restaurantes como Vips o Tommy Mel’s que incluyeron apartados en sus menús para celíacos.

Es evidente que se ha avanzado mucho en esta materia y que la vida de estas personas ha dado un giro total, pero aún queda bastante camino por recorrer. Aún con todo, un celíaco siguen gastándose de media unos 1468,72 euros anuales más que un comprador popular, lo que se convierte en 30,60 euros a la semana por encima del resto. Sin olvidarnos de los restaurantes, donde los platos cocinados para este nicho son también más caros normalmente. Parece lógico, si son alimentos cuya producción es más costosa entonces su precio se verá incrementado. Pero también es racional ponerse en la situación de los afectados, que pueden ser amantes de la cocina y la gastronomía y no deberían privarse de ello por su coste. En la mayoría de los países europeos, los gobiernos ofrecen ayudas económicas a los celíacos para que puedan afrontar todos los gastos que supone, en España sin embargo es una asignatura pendiente. Sin embargo, sí que existen empresas tanto públicas como privadas que ofrecen ayudas sociales que pueden ser solicitadas, para aquellos que se les haga más cuesta arriba hacerse con el aprovisionamiento necesario mes a mes. Puede suceder también, que tengan un problema de liquidez puntual en un mes concreto o que acaben de descubrir que padecen esta intolerancia y tengan que afrontar unos gastos que no estuvieran previstos, por suerte, ya existen soluciones para todo y es que existen empresas de microcréditos como Cashper.es que pueden ayudarte con estas situaciones inesperadas ofreciéndote dinero rápido, fácil y sin obstáculos.

Anecdóticamente, esto que parece un problema para algunos se está convirtiendo en una tendencia para otros. A raíz de las dietas de algunas famosas que demonizan el trigo, son muchas las personas que han decidido no comer nada que contenga gluten, por lo que las ventas han aumentado aún más. En los supermercados británicos por ejemplo han tenido entre un 30% y un 40% de incremento en las ventas de productos libres de gluten y lo achacan por supuesto a esta creciente moda.

Cabe preguntarse si actualmente, la creación de trigos transgénicos aptos para las personas celiacas, están creados verdaderamente para solucionar el problema o si se trata de otra estrategia de marketing para atraer al resto de la sociedad y fomentar así su implantación, como ha ocurrido con otros tantos productos que han acabado convirtiéndose en habituales en las cestas de los consumidores.

El negocio de la celiaquía