viernes. 29.03.2024
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Más allá de la parte poco estética de comerse las uñas existen varios riesgos para la salud que debemos conocer si tenemos esta fea costumbre. Algo que es cada vez más común por los niveles de estrés y supone ya un 30% de la población, siendo en los adolescentes el punto álgido de esta costumbre con un 45% de los jóvenes que se muerden las uñas.

El primero de los riesgos que puede causar morderse las uñas es el de sufrir una infección en las propias uñas. Concretamente, existe más susceptibilidad de sufrir una paroniquia, una infección bacteriana que implica, en los casos más graves, un drenaje quirúrgico.

En segundo lugar podemos transmitir bacterias del exterior del cuerpo hasta el interior, con el riesgo de que infecciones como la salmonela o el E. Coli acaben en nuestro organismo. Hay que tener en cuenta que las manos suelen estar sucias por ser nuestro nexo de unión entre el cuerpo y el resto del mundo. Las uñas, cuya limpieza es más complicada, pueden estar mucho más sucias y el riesgo de infección es muy elevado.

En tercer lugar existe la posibilidad de que crezcan verrugas del VPH que acaben propagándose al resto del cuerpo.

Los problemas dentales ocupan el cuatro riesgo de comerse las uñas y es de los más costosos de solucionar pues esta manía puede ocasionar oclusión dental, cuya solución implica un aparato dental de miles de euros.

Por último, hay estudios que afirman que morderse las uñas está directamente relacionado con el deterioro de la calidad de vida de las personas. Si frenamos nuestras ganas de comernos las uñas, sufrimos un deterioro que va en aumento conforme más veces nos la mordemos. Si de una vez cortamos esta manía, aunque el sufrimiento sea intenso los días posteriores, ya no lo tendremos en un futuro y nuestros niveles de calidad de vida se mantendrán estables.

5 riesgos de comerse las uñas que debemos conocer