jueves. 28.03.2024
central nuclear
Central nuclear de Barsebäck 2, a 20 km de Copenhague.

Entre finales de octubre y principios de noviembre de 2003 tuvieron lugar las conocidas como "tormentas solares de Halloween" una de las mayores tormentas solares de la historia reciente, desencadenándose 16 grandes llamaradas solares superiores a M5 (*), 12 de ellas directamente X, con sus consiguientes eyecciones de masa coronal, y varias de éstas últimas incluso superiores al X5. Como la X17.2 deL 28 de octubre -la cuarta mayor llamarada solar captada por la tecnología satelital del hombre- o la X10 del día siguiente, cuya CME (eyección de masa coronal) además fue geoefectiva. De hecho, el 4 de noviembre, con la región activa ya rotada hacia el limbo solar, desencadenaría una inmensa llamarada afortunadamente ya no geoefectiva que osciló entre X28 y X45, pero que al colapsar los aparatos de medición no ha podido ser exactamente determinada su dimensión.

Lo que ha quedado mucho más orillado para el público es que, como consecuencia de toda esa actividad solar, el 30 de octubre de 2003 tuvo lugar el primer incidente nuclear oficialmente reconocido en Europa causado por una tormenta solar, tal y como recogería después la propia NOAA (*) en su memorándum técnico.

Tal incidente se produjo, además, a 20 km de una de las mayores capitales europeas, Copenhague (Dinamarca), pues la central afectada fue Barsebäck 2, al sur de Suecia (en Malmö), que pasaría a ser subsiguientemente clausurada en 2005.

No sería, de hecho, el primer incidente nuclear causado por una tormenta solar pues en Estados Unidos se habían venido verificando al menos otros seis incidentes nucleares más asociados a tres tormentas solares distintas de cierta relevancia, dos de ellas en 1989 (una de ambas la conocida como tormenta solar de Quebec), y otra en 1998 en los reactores de Salem 1 (13 marzo 1989), Hope Creek (13 marzo 1989), Three Mile Islands 1 (13 marzo 1989), Salem 2 (19 sept 1989) y Seabrok (7-9 nov 1998). Lo que terminaría siendo igualmente reconocido por la Comisión de Regulación Nuclear de Estados Unidos y por la de Canadá.

transformador

Transformador nuclear quemado en Salem

Es decir, el de Barsebäck 2, de 2003, primero europeo, sería en realidad el séptimo incidente nuclear verificado en total por causa de una tormenta solar y hasta la reciente Orden Ejecutiva Presidencial de Obama de 13 de 2016 ni los reactores de EEUU ni los reactores europeos, ni los de ningún otro continente cuantan todavía con un plan de emergencia nuclear definido ante fenómenos EMP(pulso electromagnético).

En 120 días, y en virtud de dicha orden los reactores nucleares estadounidenses deberán contarán con protocolos de actuación. El problema seguirán siendo los casi 400 reactores nucleares restantes del planeta - contando sólo los civiles-. Ni siquiera la Unión Europea ha terminado de adoptar todavía medidas al respecto, de hacerlo, más de la mitad de reactores nucleares del planeta contarían con tales protocolos.

Tal y como el Observatorio del Clima Espacial de la Asociación Española de Protección Civil para el Clima Espacial y el EMP ha señalado: "El mayor desafío con este riesgo es y ha sido, desde el principio, las centrales nucleares, y no sólo los reactores sino, mucho más delicada todavía, la situación en la que quedarían las piscinas de combustible gastado. Y es un desafío enorme. Un nuevo Evento Carrington o Super Carrington sería un fenómeno global, y exceptuando un pequeño puñado de dichas centrales, menos de una veintena, la inmensa mayoría de los 500 reactores nucleares del planeta se encuentran en una zona geomagnéticamente vulnerable a tales eventos. La efectividad a alcanzar habría de ser, por tanto, del 100%: 100% de operaciones seguras de emergencia de casi 500 reactores del planeta repartidos por muy distintos países y que ni siquiera cuentan hoy con tales protocolos, porque fallar en el protocolo de emergencia aunque sólo fuese en el 1% de los casos o menos, en solo "sólo dos o tres" centrales, serían dos o tres nuevos Chernobyls, y eso no es una opción. Es algo además completamente evitable, pero la comunidad internacional debe adoptar medidas específicas de seguridad nuclear ante el EMP natural o artificial sin más demora, por elemental responsabilidad", afirman.

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Mapa vulnerabilidad geomagnética


* Las fulguraciones solares se clasifican como A, B, C, M o X dependiendo del pico de flujo de rayos X
* NOAA Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (National Oceanic and Atmospheric Administration)

El olvidado incidente nuclear de Halloween... causado por una tormenta solar