viernes. 29.03.2024
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Este año la estrella de Trump, situada en el Paseo de la Fama de Hollywood, no está brillando con luz propia. No obstante, es la cuarta vez que la Policía de los Ángeles informa sobre un acto de vandalismo contra ella a lo largo de este 2016.

La semana pasada, la Policía de Los Ángeles informó que un hombre vestido de obrero y armado con un pico era el principal sospechoso de destrozar la estrella del controvertido candidato republicano. A las pocas horas, un activista millonario llamado Jamie Otis, admitió haber realizado este acto con la finalidad de reunir dinero para donarlo a las posibles víctimas sexuales del magnate, según afirma el prestigioso diario 'New York Times’.

En enero, la cuestionada estrella apareció pintada con una esvástica negra en la superficie y una frase bastante tajante dedicada al pueblo Estadounidense: “no voten a este racista”. Del mismo modo, en el mes de junio otro ciudadano dibujó un graffiti de un altavoz tachado. El propósito era pedirle silencio a Donald Trump por todas las frases machistas, racistas, y llenas de polémicas que ha pronunciado en cada uno de sus discursos en la carrera por la presidencia de los Estados Unidos de América.

Tan sólo un mes después Plastic Jesus, un artista callejero de origen británico afincado en California desde hace 9 años, diseñó sobre la estrella un pequeño muro con alambre en la parte superior para criticar públicamente la idea de Trump de levantar una valla fronteriza entre Estados Unidos y México.

Por esta razón, no paran de crecer las demandas que piden que sea retirada del paseo. Sin embargo, el presidente de la organización del Paseo de la Fama, Leron Gubler, ha señalado que “una vez que se añade una pieza al paseo pasa a formar parte de la historia del Paseo de la Fama de Hollywood para siempre”, dejando claro que sin orden judicial no se procederá a retirar ninguna de estrella.

Internet y la política 2.0

Más vale guerra abierta que paz fingida es lo que tuvo que pensar Donal Trump cuando utilizó el llamado domaingrabbing en su campaña electoral online. La ciberocupación en política consiste en registrar dominios importantes para la oposición que comprometan los componentes esenciales de su partido.

Por esta razón, el equipo de Trump registró la página web “hillaryclinton.net” para redireccionarla a su propia página web y dejar a la candidata demócrata con muchas menos visitas. En este sentido, Donald Trump evitó que le pagaran con la misma moneda registrando más de 3.000 dominios a su nombre y al de su mujer Ivanka. Tampoco se olvidó de proteger sus numerosos negocios actuales como futuros.

Esta no ha sido sido la única muestra narcisista que el candidato a presidente ha mostrado públicamente. De hecho, la mayoría de los psicólogos afirman que es casi imposible hablar de Donald Trump sin usar la palabra narcisismo. Asimismo, las personas que sufren este trastorno de la personalidad intentan llamar la atención constantemente, creen que merecer ser tratados de forma especial y si no lo consiguen se enfadan. Sin duda, los expertos afirman que estos rasgos de personalidad podrían generar más de un problema si consiguiera llegar a la Casa Blanca.

Destrozan la estrella de Donald Trump en Hollywood